domingo, 28 de noviembre de 2010
EL PRIMER BOMBARDEO SOBRE USA
Muchos relacionan el 11-S del 2001 como la fecha en que por primera vez los Estados Unidos fueron atacados desde el aire; eso es porque no conocen la historia del sargento Nobuo Fujita, de la Armada Imperial Japonesa, que bombardeó un bosque de Oregón el 9 de septiembre de 1942.
En abril de 1942 los americanos lanzaron un rápido bombardeo sobre Japón (Operación Doolittle) con intenciones primordialmente sicológicas: ahora el enemigo ya no se sentiría seguro en su propio territorio. En Estados Unidos no había tal inquietud pues ningún avión japonés tenía suficiente autonomía para lanzar un ataque sobre sus costas.
Pero el aviador Fujita había diseñado un pequeño hidroavión desmontable (izquierda) cuyas piezas podían llevarse en el hangar de un submarino, luego los operarios montaban el aparato en una hora sobre la cubierta del sumergible. El Alto Mando ordenó a Fujita dirigirse hacia la costa oeste de EE UU y lanzar un ataque con bombas incendiarias en respuesta a la Operación Doolittle. Iría a bordo del submarino Yokokuza donde transportarían su hidroavión.
La mañana del 9 de septiembre, cuando divisaron la costa de Oregón, Fujita se ciñó la espada de samurái y despegó desde la rampa de cubierta del submarino. El hidroavión lanzó una carga de siete bombas con carga incendiaria sobre un denso bosque. Los vecinos de la cercana población de Brookings, alarmados, avisaron a la Guardia Nacional y el FBI. Fujita regresó rápidamente al submarino convencido de que había causado un gran incendio forestal pero había llovido copiosamente y el fuego se extinguió con rapidez. Nadie resultó muerto ni herido. Fujita se dedicó el resto de la guerra al adiestramiento de pilotos kamikazes.
Y ahora viene la parte más curiosa de la historia: En 1962 el ex piloto Fujira recibió una invitación para visitar Brookings. Pensó que era una trampa para juzgarlo como criminal de guerra pero le venció la curiosidad, aunque guardó en su equipaje el sable samurái por si tenía que hacerse el harakiri. Los vecinos de Brookings le recibieron con amabilidad y hasta le nombraron ciudadano honorario a lo que Fujita correspondió regalándoles su sable –que aún se conserva en el ayuntamiento- y plantando un árbol en el punto exacto donde cayó una de sus bombas.
Fujita murió en 1997. Había expresado su deseo de que sus cenizas fueran enterradas en aquel bosque de Oregón que un día intentó incendiar. Así se hizo.
Bueno, técnicamente, la primera vez que bombardearon a los USA desde el aire fue en Pearl Harbor.
ResponderEliminarConocía esta historia, aunque me fascinan aún más los planes que tenían japoneses y americanos en esos primeros meses de la guerra para atacarse el uno al otro: globos, murciélagos... alguno era bastante bizarro, la verdad.
Saludos
No conocía esta historia pero ha merecido la pena leerla. Me parece un final muy emotivo para un principio tan desalentador como lo son todos los actos bélicos. Un saludo.
ResponderEliminarMöbius: me he expresado mal, tenía que haber escrito "El primer bombardeo en continente americano" pues Pearl Harbour estaba en la isla de Hawai. Sí, algo he leído sobre esos murciélagos en el blog de Fanny Riffel; vaya marcianada. Los japonesos tambieon enviaron globos con gas incandescente llevados por los vientos alisios pero se revelaron poco eficaces. Saludos. Borgo.
ResponderEliminarHola, Marcos: ojalá todas las guerras fueran así, con bombardeos que no causan daños y luego una fiesta de reconciliación. Saludos. Borgo.
ResponderEliminarEs verdad,pero si pensamos que Fujita después de dedicó a entrenar kamikazes,pues bueno...no hay mucho más por decir.Estoy de acuerdo con lo de las fiestas de reconciliación;más o menos cada dos años hay una reunión de ex combatientes de Malvinas,ingleses y argentinos,además de varios casos en los que mantienen un contacto estrecho ex conscriptos argentinos con soldados ingleses.Es bueno que se pueda separar una cosa de otra y hacerse de amigos después de algo tan espantoso como lo es una guerra.Buen post!
ResponderEliminarHola, Fanny: buen post aquel tuyo -y también muy crudo- sobre el uso de animales en las guerras. En Buenos Aires compartía piso con Sergio Consiglio, un ex combatiente de Las Malvinas, que ya me hablaba de esas reuniones de reconciliación con veteranos ingleses. Ahora quisiera recomendar una película muy buena: "Mi mejor enemigo" con Alberto Sordi y David Niven que deja claro que las guerras es cosa de los gobiernos y no entre individuos que podrían ser amigos en una vida normal. Borgo.
ResponderEliminarPues yo tampoco conocia la historia, algo aprendi esta noche.
ResponderEliminarLo bueno de los blogs, siempre aprendes algo nuevo.
Un saludo.
Saludos, Gárgola y ya sabes: "a la cama no te irás..." Encantado de volver a verte por aquí. Borgo.
ResponderEliminarMagnífica historia. Lo que no comprendo es como se limitó a bombardear un bosque. ¿Un acto noble?, ¿un error?. Los norteamericanos no tuvieron la misma deferencia con Japón y las bombas atómicas. Siempre he sido de la idea de que, antes de haberlas arrojado sobre la población civil, deberían de haber realizado un lanzamiento sobre un lugar deshabitado para que tomara forma de terrible advertencia.
ResponderEliminarDesconocía la historia, una curiosidad más de las que me encantan. Cenquiu
ResponderEliminarAunque la verdadera barbarie llegó de la mano de los demócratas norteamericanos tiempo después... Hace poco comencé a leer Hiroshima de John Hersey y tuve que dejarlo para otra época menos sensible, un nudo en las tripas demasiado fuerte. Pero pendiente lo tengo...
Hola, Cahiers: aunque he leído muchos artículos que encontré sobre el bombardeo de Oregón ninguno explica porqué eligieron precisamente ese punto sin ninguna instalación militar y se limitaran a provocar un incendio forestal. Quizás su objetivo era también sicológico. Hiroshima fue una espantosa masacre, es bueno preguntarse porque no se eligió una zona menos habitada. Saludos. Borgo.
ResponderEliminarGracias a tí, Marga. La tragedia de Hiroshima fue el final que parecía inevitable para una guerra como la de 1939-45, la primera guerra en la que murieron más civiles que soldados. Esto, por desgracia, no parece que vaya a remitir. Borgo.
ResponderEliminarGracias por explicar esta historia, Borgo. El final es digno de una pelicula de Clint Eastwood. Tienes razón en lo del primer territorio USA bombardeado, Hawaii no fue estado hasta 1959, por entonces solo era un territorio anexionado.
ResponderEliminarComo curiosidad en 1942 los japos llegaron a invadir territorio del continente americano, un par de islas de las Aleutianas, pertenecientes a Alaska.
Por cierto, mencionas la pelicula "Mi mejor enemigo". Llevaba años, decenios diría yo, buscandola. Hace poco la encontre en el FNAC...bufff, que gozada ver a David Niven y a Alberto Sordi...tan británico y tan latino cada uno en su papel.
ResponderEliminarMagnífica historia Miquel, siempre se juzga a los nazis como los más temibles malvados de la época. Estos al menos fueron selectivos para los que fueran "diferentes". Tan cruel o más que ellos fueron los americanos, al lanzar las bombas sobre dos poblaciones conociendo ya desde el primer lanzamiento el atroz daño que estas generaban.
ResponderEliminarEl único consuelo es que con estos terribles atentados se acabaron las hostilidades.
Recuerdas la pelicula de 1941 de Spilberg? Trataba sobre el pánico de los americanos por un ataque japones en su costa pacifica.
ResponderEliminarEn 1898, España envio la flota de Cervera para Cuba. Durante muchos días los americanos no sabían por donde andaba nuestra flota. Llegaron a temer que el acorazado Vizcaya bombardeara Nueva York.
¿Qué tal, Joan? No sabía lo del acorazado Vizcaya, eso también podría ser una buena historia. Claro que me acuerdo de "1941". Pronto pondré en mi blog el extraño suceso del mayordomo filipino de Charles Chaplin que resultó ser el jefe de la red de espías japoneses en California. Hasta otra. Borgo.
ResponderEliminarJoan: no sabía lo de las islas Aleutianas. Pues cuidado porque allí estaba nada menos que Charlton Heston destinado durante la guerra. Saludos. Borgo.
ResponderEliminarHola, Alimaña: hay una gran controversia sobre si era realmente necesario lanzar esas bombas atómicas. Recientemente se han publicado unos informes en que el Alto Mando japonés pensó que la bomba de Hiroshima era la única que tenían los americanos y decidieron continuar la guerra. Lo triste es que el fanatismo de unos llevan a la muerte a tantos miles de personas como ya se ve en películas como "El hundimiento". Saludos. Borgo.
ResponderEliminar¡¡¿El mayordomo filipino de Chaplin, jefe de espías?! No deje de contarnos la historia, que este tipo de cosas sabe que nos encantan...
ResponderEliminarHola, Abuelito. Tomo nota: la semana que viene contaré la historia del mayordomo de Chaplin. Ya sabe lo que dicen: nunca hay que fiarse de los mayordomos. Borgo.
ResponderEliminarNo conocía la historia y mucho menos el epílogo de la misma que me sorprende y maravilla.
ResponderEliminar¿Qué tal, Mr. Lombreeze? La historia ya me sorprendió al saber que el territorio de USA había sido bombardeado durante la última guerra mundial pero también tiene su aquel lo que vino después. Ahora he sabido que Fujira volvió tres veces más a ese pueblo que le nombró ciudadano honorario. Borgo.
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