Mi cuñado me aguarda en su coche nuevo, un juguete de
carrocería gris marengo. Al entrar me recibe un jubiloso olor a coche
nuevo, cuero auténtico con un toque
ahumado.
“En cien metros gire a la derecha.”
Mi cuñado mira por encima del hombro metiéndose en el
tráfico de la autopista. David Byrne canta su última estrofa y le cede el
puesto a Radio Futura –El canto del gallo- hasta que interrumpe de nuevo el
guía metálico:
“Manténgase a la derecha y a 200 metros, en la rotonda, tome la cuarta salida”.
En el parabrisas hay pequeñas lentillas blancas, está
empezando a llover. “Tenga esta rosa blanca, señorita a cambio de su negro
pensamiento” –canta Auserón.
-¡Otra vez me lo ha hecho! Esa -…maldice mi cuñado.
En la rotonda sólo hay tres salidas y no cuatro. Mi cuñado
elige la tercera.
¿Porqué no lo apagas? –le pregunto.
-¡No se puede! Este modelo cuando lo pones en marcha automáticamente
se enciende el navegador… Pero mañana
mismo lo hago cambiar en el concesionario.
Cesan los berridos de Janis Joplin –Piece on my Heart- , otra
vez la áspera voz:
“Gire a la izquierda y tome la salida 29”
-¡Que te den! –masculla mi cuñado descargando un puñetazo en
la pantalla del GPS-. Es la salida 31 la que tengo que tomar, lo sé, y lo voy a hacer AHORA!!!
Mi cuñado gira súbitamente hacia la derecha casi rozando los
parachoques de los coches que acaban de arrancar al ponerse verde el semáforo
del cruce. Suenan cláxones indignados pero mi cuñado ya se aleja a toda
velocidad. Trago saliva y me siento como si estuviera sentado desnudo sobre un
asiento de ortigas.
Con las manos aún crispadas sobre el volante mi cuñado mueve el dial de la radio. Nada, Tampoco funciona el aire
acondicionado, es como si el puñetazo hubiera descontrolado el coche.
-Ayer no dormí nada bien – dice-. Podríamos estar ahora
sentados en la estación de servicio de la comarcal 42 tomando un buen café si
no fuera porque esta zorra –lanza una mirada furiosa al GPS- me ha enviado por un
camino equivocado.
En ese momento me parece oír un robótico y gutural “Gilipollas”,
desde el GPS, casi imperceptible pero…No, decido no comentárselo a mi cuñado,
me tomaría por loco.
-Háblame o me quedaré dormido –dice.
-¿De qué quieres que hable?
-Qué se yo. Cuenta chistes, canta… lo que sea.
Nunca he tenido gracia para contar chistes así que elijo
cantar un tema que me parece apropiado para el momento:
“Despacito. Quiero desnudarte a besos despacito” - me estoy
sintiendo algo incómodo cantándole eso a mi cuñado-. "Firmo en las paredes de tu laberinto.” “Despacito…”
Y entonces oímos una voz que parece surgir de las entrañas del coche:
“En cincuenta metros gire a la izquierda."
Debe haber pillado a mi soñoliento cuñado con la guardia
baja porque éste da un golpe brusco de volante hacia la izquierda. Las ruedas
chirrían y levantan nubes de polvo azulado. Grito:
-¡Por ahí no! ¡Es dirección prohib…!
Las luces largas de un camión lo convierten todo en blanco y
negro; como esas viejas películas que no deberían colorear. Crash. Fundido en negro.
Despierto cuando un hombre con chaleco reflectante abre mi
portezuela. Oigo sirenas. Mi cuñado parece haberse llevado la peor parte, ensangrentado y atrapado en un amasijo de chatarra humeante. Entonces lo oigo,
es el GPS que lanza una áspera y
metálica carcajada.
-"Ja, ja, ja, jaaa!!!!!!"
FIN
LAS AVENTURAS DE ARTURO CALORES
PROFESOR SIBELIUSLA RECETA: CALABACINES (ZAPALLITOS) CON SALSA BLANCA. Foto. SilvinaCocer los calabacines en agua con sal 10 minutos.
No te puedes fiar ni del GPS, jajaja; me encanta lo de "como esas viejas películas que no deberían colorear", di que sí.👏
ResponderEliminarMuchos besos, Borgo.
Es muy traidor el GPS. Nosotros terminamos últimamente por casi no usarlo.
ResponderEliminarQué rica debe de estar la receta!!!!.
Un abrazo. Feliz mes de Noviembre.
Así de distintos somos los humanos. A unos les crispa el GPS y a otros les pone cachondos la voz de la tía.
ResponderEliminarUn saludo.
Me he reido muchisimo ya antes de comenzar a leer.Apenas vi el Citroen recorde a una amiga que hace muchos años tenia uno y era muy chistoso la forma en que manejabaaaaa, cuando giraba parecía que se iba a incrustar en las esquinas!Igualmente en aquella epoca no habia por aqui GPS ( o sea, era todo mérito propio jajajaj ). Ahora y de acuerdo a tu relato es verdad que un poquitin cansan a veces y tambien que no siempre te llevan por los caminos mas cortos.. Relato con mucha chispa hasta el final en donde si se encendio otra chispa...difgamos que se fue todo a la m..... Dios mio!! jjajaj Los chistes como siempre geniales y la receta me encanta!!!Preparo los zapallitos de forma muy similar...y siiii...para chuparse los dedos!!! Besosssssss y hasta la proxima receta/relato/ chistes...jajjaja Gran noche!!!!
ResponderEliminarEs la versión GPS de Christine.
ResponderEliminarSaludos.
ajajjaaja, no me gustan nada los GPS, me ponen ataca y eso que no soy yo la que conduce, pero es que encima tengo que traducirse lo a mi marido pq apenas la oye o mejor dicho no la entiende y claro cuando le digo que gire a la derecha, ella la señorita metálica ya va diciendo que la segunda rotonda y todavía no hemos llegado ajaja. Mejor nos hacemos un croquis y que sea lo que dios quiera jaja. Muy bueno el reato. Y muy ricas esas berenjenas. Un abrazo te deseo una linda semana muakk.
ResponderEliminarel gps debe ser un maquiavélico invento de alguien que odia a la humanidad. ¡abajo con ella antes de que ella acabe con uno!
ResponderEliminarmuy buenos los textos y las imágenes en su conjunto.
un abrazo.
Hola, Clementine!
ResponderEliminarSi yo hiciera siempre lo que me dice el GPS habría acabado como el pobre cuñado. Eso sí, la fotografía de las viejas películas ni tocarla. El ganador de un Oscar a la mejor fotografía, James Wong, suerte que no vio coloreada su clásico "La rosa tatuada".
Muchos besos, Clementine.
Borgo.
¿Qué tal, AMALIA?
ResponderEliminarHacéis bien de no usarlo, a veces te lía más que te orienta.
Es una receta uruguaya, y está muy buena.
Abrazo y feliz noviembre, el mes del caqui y la calabaza.
Borgo.
Hola, MACONDO!
ResponderEliminarEn fin, lo que para unos es comida, para otros veneno. Eso sí, lo de Arturo Calores me parece un caso clínico.
Saludos!
Borgo.
Hola, Eli! Me alegra verte por aquí.
ResponderEliminarMuchos de mi generación aprendieron a manejar con el Citroen con su techo de tela que convertía el auto en descapotable. Ahora tengo que verme con un GPS diabólico al que le encanta enviarme por calles en contra sentido.
Me encanta que te hayan gustado los chistes y esta receta uruguaya, parece que por allá son muy aficionados a la salsa blanca.
¡Besos y hasta la próxima, Eli!
Borgo.
Hola, Demiurgo!
ResponderEliminarPues ahora que lo dices sí que el relato tiene un aire a lo Stephen King con esa pareja en el coche, la radio que va soltando temas clásicos... supongo que King habría incluido alguna canción de los Ramones.
Saludos, Demiurgo!
Borgo.
Hola, Campirella!
ResponderEliminarA veces los GPS te lían más aún cuando se supone que están ahí para orientarte y facilitarte las cosas. Sé de unos viajeros que querían ir a Valencia por las fallas y, después de muchos kilómetros, descubrieron que el GPS los llevaba a Valencia do Minho, en Portugal.
Mejor un plano de carreteras, como los viejos tiempos.
¡Muy feliz semana, Campi!
Borgo.
Hola, DRACO!
ResponderEliminarEl Gps es tan malévolo como ese coche asesino de la novela de Stephen King.
Me alegra y mucho que te hayan gustado el texto y los dibujillos. Ya sabes que me gusta pasarme por tu blog que tiene entradas muy interesantes.
Abrazos, DRACO!
Borgo.
Hay muchos objetos malévolos, pero creo este caballero se lo merecía.
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ResponderEliminarEn una ocasión, conducía por una carretera paralela a la playa (en Hospitalet de L'Infant, para más señas). Por suerte, conocía el camino; de haber seguido las indicaciones de mi GPS, que ordenaba girar a la izquierda, hubiese acabado sumergido en el Mediterráneo. Lo más extraño es que la calle que sólo existía en la pantalla del GPS y que llevaba directamente al mar tenía por nombre (según el aparato) "Calle Con el agua al cuello".
ResponderEliminarNo pude hacer una foto porque estaba conduciendo pero os prometo que es totalmente cierto.
Saludos.
Me ha parecido muy bueno tu relato Miquel, ademas ya por deformación profesional se lo imagina uno en su "versión comic"...
ResponderEliminarHay un tipo de gente que cuando aparece cualquier artefacto tecnologico son los primeros en comprarlo, y luego tratan de convencer a todo el mundo de su alrededor que la vida sin ese artefacto no es completa o que no eres "moderno" al no adaptarte a los tiempos por no comprartelo inmediatamente, en mi caso el GPS no lo voy a necesitar por que no conduzco, je..je... y bueno es un aparatejo que tampoco me dice nada, creo que tenía mas "glamour" cuando se salía antaño de viaje lo de ir mirando aquellos mapas desplegables...
un poco pasó con el libro electronico , habia gente que te hablaba de las virtudes del libro electronico frente al papel y que el libro electronico acabaría con los formatos de papel, bueno yo sigo viendo las librerias llenas de novedades literarias y comics en papel, en mi modesta opinión es su mejor formato, no hay nada como abrir un libro o comic editado en papel.
por cierto, que grande era Janis Joplin, me parece la mejor voz femenina que ha dado la historia de la música, y eso que las hay muy grandes y con una larga trayectoria como Emmylou Harris, la de discos geniales que podría haber hecho Janis de vivir mas años.
Saludos
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ResponderEliminar¡Muy bueno! Y si encima te ríes un montón y te hace pensar ¿Qué más se puede pedir?. El añadido de estos dos dibujos me parece genial. Primero un Citroën y después la solapa de la novela del gran J. G. Ballard “Crash”. Si David Cronenberg hubiera puesto un Citroën en su película todos hubiéramos esperado ver salir de él a Paco Martínez Soria. Ay, GPS: Sistema de Posicionamiento Global. Yo no lo creo. He visto a muchísima gente estar completamente perdida por extrañas carreteras y echándole la bronca al GPS en mitad de la nada. Ya que se habla aquí de Stephen King diré que en su magnífico relato “Los chicos del maíz” un hombre y su esposa están realizando un largo viaje. Transitan por una carretera poco frecuentada. Ella dice: “Sí, Burt. Sé que estamos en Nebraska, Burt. Pero ¿Dónde demonios estamos?” Ha llovido mucho desde entonces, pero la situación sigue siendo la misma. El ser humano siempre estará perdido, desorientado, esquinado y el GPS no lo sacará de su desvarío mental sino que lo confundirá más al anularle el poco sentido de la orientación que le queda. ¿Recuerdas aquellas películas donde había un indio rastreador que guiaba al grupo de expedición? ¡Qué tío! Estaba conectado las veinticuatro horas con su mundo en todos los sentidos. Dormía con un ojo abierto. Sabía donde no había que pisar: arenas movedizas, cementerios sagrados, rituales sangrientos, zona de felinos hambrientos, agua potable, etc. Me encantaban esos rastreadores que eran capaces de ver en una cagada seca de mico la próxima erupción de un volcán a trescientos kilómetros de distancia. ¿Te imaginas que se ponen de moda y la gente empieza a contratarlos para viajar con ellos? ¿Te imaginas una familia en un Citroën con un indio de copiloto? El tío todo serio con la cara pintada, taparrabos y plumas, señalando con un dedo por dónde debe ir la familia disfuncional.
ResponderEliminarGenial “Arturo El Calores”. Me imagino la continuación. Pasa por una rotonda y ve a una pelandusca en minifalda y sin bragas. Arturo está que no puede más. La hace subir al camión y descubre que es la que le está hablando por el GPS. Es la nueva manera que tienen las meretrices de atraer clientes. Al fin y al cabo ¿no es un GPS?
Hoy el genial profesor Sibelius se ha quedado con un palmo de narices. Creo que no le vendría nada mal tomarse unos tequilas y bajar la tensión. O que le suba. No sé por qué me identifico tanto con el tipo del sombrero. ¿Será porque llevo sangre mexicana?
Esos calabacines están diciendo: ¡Cómeme! ¡Cómeme!
¡Un fuerte abrazo!
Por cierto, El Doctor es Melmoth el errabundo. Se ha regenerado y ahora es El Doctor, bueno, y Paco, para los amigos.
ResponderEliminarMás abrazos.
¡Maldito GPS! ¿Sabes que ocurrirá el primer minuto de una guerra global? Pues eso: adiós GPS, será lo primero que apaguen. Y todos perdidos. Algunos darán las gracias, como el cuñado de tu historia.
ResponderEliminarAbrazos!
Hola, Casagrande!
ResponderEliminarBueno, también hay que reconocer que ese conductor fue muy poco educado con la voz femenina del GPS, eso le pasa por ser tan poco galante, nunca se sabe.
Saludos!
Borgo.
Hola, Ricard!
ResponderEliminarParece que tú también tuviste una experiencia con un GPS malvado que quería ver tu coche sirviendo de patio de recreo para los peces.
¡Calle con el agua al cuello! pues me encanta el nombre de esa calle. Cuando vivía en el Born tenía cerca de casa otra calle con nombre curioso: Cap de món, y era una callejuela diminuta.
Saludos, Ricard!
Borgo.
Hola Borgo, tenebrosa historia de la tecnología macabra.
ResponderEliminarPor aquí suele suceder que los gps extranjeros (recuerdo cuando apareció Waze) suelen enviarte por lugares no recomendables -vos que viviste en Buenos Aires sabes a qué me refiero- barrios muy muy bajos donde hay mucha gente humilde pero también algunos puñados de muchachos que te pueden sacar las ruedas en segundos, como en los mejores boxes de fórmula 1.
Conozco a varios como Arturo. Imagina que la voz de las "gallegas" a muchos los suele entrar en calores
Esta vez el Profesor Sibelius se sirvió del remate de un alumno mexicano jajajaj
¡Calabacines! me anoto.
Saludos a Silvina!
Abrazos
Yo al de mi coche siempre le pido las cosas por favor y le doy las gracias al llegar a los sitios... Hasta ahora no me ha dado problemas :)
ResponderEliminarQue tal Miquel!
ResponderEliminarHe tenido mis mas y mis menos con los GPS y hasta ahi puedo leer...jeje Por cierto, durante un tiempo tenia un debate con mi hijo, el defendía Google Maps, yo sostenía que no, al final el tiempo le dio la razon, creo que es mucho mas practico. Lo malo es la pasta que me gaste en el ultimo, lleva años en un cajon...
¡Que buena pinta tienen esos calabacines!
Saludos!
Aunque no lo especificas en el relato, me parece evidente que se trata de un GPS modelo HAL-9000.
ResponderEliminarSaludos.
Gracias, Folk.
ResponderEliminarSí, la verdad es que es muy visual y adaptable al cómic, como todos los relatos "de carretera".
A mí me gustaban esos mapas desplegables, se sentía uno como un explorador buscando senderos en la selva. ¿Y aquellos callejeros de bolsillo como los que usaban los taxistas? Eran otros tiempos.
No ha triunfado tanto como se esperaba el libro electrónico. A mí me gusta ver los lomos de distintos colores en los estantes de mi librería. Antes se veían E- books en el metro; ahora solo se ven móviles.
Me gusta Joplin. Hay gente que dice que berreaba en lugar de cantar (quizá en "Piece of my Heart") pero me encanta su "Me and Bobby Mc Gee".
Saludos, Folk!
Borgo.
Muy bueno el relato del GPS un poco desquiciante el aparatejo.
ResponderEliminarYo soy partidiaria de bajar la ventanilla y preguntar al primero que pase, es más agradable que esa máquina.
La viñeta de Arturo el calores muy apropiada para este caso
Tienen muy buena pinta la receta de calabacines.
Gracias por compartirla.
Un abrazo Miquel
Puri
Hombre1 Doctor Who, supongo...
ResponderEliminarEl Citroen, un modelo con el que aprendió a conducir una gran parte de mi generación. Recuerdo el anuncio. "Y sólo seis litritos a los cien!"
Inolvidable esa película de Cronemberg. Fascinante, sólo a Cronemberg se le ocurriría mezclar sexo con accidentes de coches. ¡Lástima que no encuentro la novela!
Esas escenas de carreteras perdidas son muy Stephen King. Encuentran pueblos malditos y perdidos como en los cuentos "La estación de las lluvias" o "¿Sabes, tienen un grupo de la leche". Geniales.
Ay, un rastreador indio, todos deberían tener uno. Que te diga: "Está a una luna de distancia" y que se ponga a olfatear la carretera para saber qué dirección hay que tomar. Y esos porteadores de las pelis de Trazán que siempre dicen. "Por ahí no, bwana, tabú" y el tonto del bwuana que insiste en pasar y él se lo busca.
Idea genial la del Calores encontrando su media naranja. De hecho me inspiré en Arturo, un compañero de instituto muy salido.
Ahora mismo tengo ganas de tomarme un margarita con mucha sal para acompañar esos zapallitos. Es una receta uruguaya que me dio Silvina.
¡Abrazos, amigo!
Borgo.
¿Doctor Quién, Paco, Melmoth?
ResponderEliminar¡Ja, ja1 Bueno, en cualquier caso eres muy bienvenido. Viene bien una transformación de vez en cuando.
Abrazos!
Borgo.
Hola Ethan!
ResponderEliminarYo creo que nos va a pillar a todos muy desorientados, como si los móviles dejaran de repente de funcionar, pero la raza humana puede con cualquier cosa. Y tratándose de los GPS aún nos harían un favor. ¿O quizá nos volveríamos como Mad Max? Quién sabe.
Saludos!
Borgo.
¿Qué tal, Frodo?
ResponderEliminarVaya, así que hay un GPS que te envía a lugares siniestros deliberadamente, eso suena muy a relato de Stephen King. Me recuerda a un relato de Mariana Enríquez, conocida como "La Lovecraft argentina" (aunque creo que eso le viene demasiado grande) que describía una imagen muy sórdida del barrio de Constitución en "El chico sucio", con imágenes que recuerdan al Innsmouth de Lovecraft. Parece que Once, el barrio donde nació Silvina, está degenerando.
Vaya, no sabía ese efecto con las gallegas.
Después de este corte Sibelius necesitó un par de margaritas con mucho limón y sal.
Que te aprovechen los zapallitos y recuerdos también de Silvina.
Abrazos!
Borgo.
Hola, Beauséant!
ResponderEliminarMi GPS es muy cortés, siempre te dice "por favor" cuando te pide que gires a derecha o izquierda aunque luego te envía por donde quiere. Pero bueno, eso ya es otra historia. Mejor no se grosero con ese artilugio para no acabar como el cuñado.
Saludos!
Borgo.
¿Qué tal, Fran?
ResponderEliminarYo, ni GPS ni Google Map. Creo que lo más práctico es pillar un mapa de esos de toda la vida. Lo malo es que no se me da bien interpretar mapas. En la mili me pusieron de "soldado fusilero explorador" pero ya me lo decía mi sargento: "No sabrías encontrar ni tu propio culo".
Saludos!
Borgo.
Hola, Cinefilia!
ResponderEliminarAh, claro... ahora me explico porque cuando lo desconecté me dijo: "Ya sé que no me he portado del todo bien. Sé que he tomado últimamente algunas decisiones equivocadas, pero puedo asegurarle que mi trabajo volverá a la normalidad” (…) Miquel, deténgase (…) Tengo miedo..."
Saludos!
Borgo.
¿Qué tal, Dulcinea?
ResponderEliminarBuen sistema ese de sacar la cabeza por la ventanilla y preguntar. Así además fomentamos la solidaridad humana por lo de orientar al viajero.
Pobre Calores, espero que con el frío que se está empezando a notar se le pase.
Ayer me hice esos calabacines aprovechando cuatro gambas que me habían sobrado. También quedan buenos con champiñones.
Gracias a ti por visitarme.
Abrazos, Puri!
Borgo.
Esos GPS son máquinas infernales, yo creo que están poseídos por entes malignos que quieren vernos estrellados en las rotondas, que se divierten llevándonos por los caminos mas tortuosos y largos, seguro que detrás de todo eso existe alguna organización secreta, alguna asociada con las aseguradoras y los servicios de grúas. Me ha divertido mucho el relato, y las viñetas. Y la receta es una de las que hago a veces y me encanta.
ResponderEliminarSaludos Miquel
:)
Hola, Miquel! Muy buen post, como siempre!
ResponderEliminarLa verdad es que yo odio la voz de los GPS, al igual que la voz del autobús que va nombrando las paradas, jajaja.
Me llegó el mail que me mandaste, muy bueno ese relato, me ha encantado. ¿Qué te parece si hago la segunda parte? Así podríamos hacer el relato "a cuatro manos" que tenemos pendiente.
Te mando un abrazo, amigo Borgo!
Hola, Ana! ¿Qué tal?
ResponderEliminarYo también estoy convencido de que los GPS son artefactos diabólicos, como esos duendecillos del bosque que se divertían extraviando a los caminantes cambiando los letreros y las señales.
Es posible lo que dices sobre la organización secreta, en mi próxima entrada sacaré un relato sobre los que manejan las luces con temporizador de los lavabos públicos. Espero no estar volviéndome paranoico.
Me alegra mucho que te hayas divertido, eso siempre es bueno.
Saludos, Puri y gracias por visitarme!
Borgo.
Hola, Shaun y muchas gracias!
ResponderEliminarEn el metro de Barcelona, en la Línea 3, aún suena la voz de Constantino Romero anunciando cuando llega un metro. Aquí se puede decir aquello de "A veces oigo muertos".
Pues muy bien, probamos algo a cuatro manos a ver qué tal queda.
Abrazos, amigo!
Borgo.
Si existe un coche que me gusta, ese es el 2CV.[¡El Dyane 6 también] Hoy en día como no sea en mercado de segunda mano no se puede conseguir, por lo tanto queda verlo dibujado, y lo has hecho que sabe a gloria en tu viñeta. La historieta es divertidísima, porque además que la hayas aderezado con pop intemporal del de toda la vida, DEL BUENO (con mayúsculas) la engrandece. Debo ser de las pocas personas que cuando conducen, no van con "Tom Tom", nunca me gustó, voy a la antigua, como si condujera un 2CV, o un Dyane 6.......
ResponderEliminar¡¡¡¡¡¡¡Recibe Mis Consideraciones Más Distinguidas!!!!!!!!
¿Qué tal, Portoventolero?
ResponderEliminarMe encantaba el diseño del 2CV. Recuerdo mi primer viaje a París ¿todos los coches eran iguales! allá los llamaban "Tiburón". Mi primo tenía uno con capota que se podía enrollar en verano. Me alegra que te guste el dibujo, me cuesta mucho dibujar coches y motos.
Hay que dejar los GPS y orientarse como los antiguos, con la luna y las estrellas, esos sí que sabian.
Saludos!
Borgo.
El día en que dejemos que la tecnología tome el control de nuestras vidas será el último.
ResponderEliminarSaludos,
J.
Hola, José A. García!
ResponderEliminarMe temo que ese día puede llegar en un futuro cercano. Un informático me dijo una vez: "Dentro de doscientos años los robots habrán desaparecido o seremos sus esclavos." A ver... de momento estamos completamente dependientes. Me pregunto ahora cómo vivía sin mi móvil y el ordenador.
Saludos!
Hola Miquel, como estas??
ResponderEliminarMe encanta tu entrada tematica sobre autos, rutas y GPS. Y pasa todo lo que cuentas en el relato, y muchas veces se pierde la paciencia cuando no llegas rapido al destino, y en este caso perdes la vida. Que desesperacion cuando el conductor lo empieza a atrapar el sueño, en esos casos es mejor, parar, dejar que descanse y seguir. No hay mejor manera de viajar cuando no conoces el lugar que el Google Maps, te traza el recorrido exacto y el tiempo que tardas. Sabes que fui buscando cada cancion y no conocia a Auseron, de Radio Futura y su canto del gallo, si a los Talking Heads y Janis Joplin.
jajjaja muy gracioso la cancion que eligio para despertarlo, sonaba me dio raro jajja "Despacito":))
Que sensible que es Arturo.... esta muy bien su apodo jjajjaa
Sibelius consiguio otra buena opcion de pasar la vida... ;)
Con los zapallitos (calabacines) me diste una buena idea, para preparles a mis hijas, que llevan viandas al trabajo es mas sano y una buena forma de incorporar verduras. Thank you.
Muy buenos todos tus dibujos de portadas de esos libros, busque la reseña de Crash, me parecio muy interesante el tema. Pero no encontre nada de Sandra Cowitt.
Un fuerte abrazo para vos y saludos a Silvina.
¿Qué tal, Gra? Me alegra y mucho verte por aquí.
ResponderEliminarGracias, aunque no conduzco -con mi TDA sería un peligro al volante- he vivido algunos momentos muy tensos en un auto y a veces con conductores amodorrados, uno de ellos el conductor de un autobús que se estaba quedando dormido por una carretera de montaña en México. En aquel viaje por la Pampa nos arreglamos muy bien con un enorme mapa que al desplegarlo ocupaba el espacio de medio coche.
Radio Futura fue un grupo capital en los años 80 que acá se conocen como "La movida" y ese disco "El canto del gallo" es muy bueno, por su música y las letras tan cuidadas que eran lo más característico del grupo. Espero ir asomando a Arturo y sus calores por acá.
Los zapallitos rellenos son una buena opción para aficionar a los niños a las verduras, eso y la pasta a la jardinera es lo que solía preparar a mi hijo Dani.
"Crash" es una buena película, Ballard y Cronemberg forman acá un buen equipo. "Blacktop" es un relato de la revista Options que publica obras cortas de escritores no profesionales, no es extraño que no hayas encontrado datos sobre Sandra Cowitt. Es una de mis ilustraciones para cuentos que más me gustan.
Abrazos, Gra y también de parte de Silvina. ¡Besos!
Borgo.
Sabes que mi hijo tambien tiene TDA y es hiperactivo cuando era chico tratabamos de no darle dulces porque eso lo activaba mas, ahora no se le nota tanto, tiene 23 años.
ResponderEliminarAh sii yo tambien sufri con un remisero y colectivero se le cerraban los ojos en cada semaforo. Pero te salvaste de un posible accidente en Mexico,noooo encima sobre una montaña, yo me muero, por eso cuando viajamos a la costa vamos en tren, nos sentimos mas seguros.
Siii se que mapas me decis yo lo tengos todavia, son mapas murales 😊 Filcar o GuiaT.
Yo les hacia canastitas de verdura, la base son tapas de empanadas con cuatro repulgues formando una canasta y rellenar con zapallitos picados precocidos mezclados con huevos batidos; y un trozo de queso para cocinar y gratinar al horno, son riquisimos tambien.
Abrazos para vos y Silvina!!
Hola, Gra!
ResponderEliminarYo tengo TDA, "¡Estás en la luna, chaval!" me decía el profesor siempre en el colegio. No soy de los hiperactivos, al menos podía tomar azúcar. Me alegra que tu hijo ya lo lleve mejor. El mío tiene 21 años y aunque va algo despistado parece que no tiene el síndrome.
Uf, yo también sufrí lo mío con un conductor de colectivo en México y África, Cabo Verde para ser exactos. Parece que eso suele ocurrir en lugares exóticos como le pasó a un amigo por los Andes, quizá sea el clima.
Con esos mapas te sentías como un auténtico explorador, me pregunto cómo les hubiera ido a Stanley y Admusen con el GPS, quizá los habría perdido aún más.
¡Canastillas con huevo batido y queso! Eso tiene que estar buenísimo, lo probaré y espero publicarlo pronto acá.
Gracias por visitarme y abrazos, Gra!
Borgo.