MI revólver sólo conoce seis palabras, y son todas
parecidas.
En el mundo no hay dos cosas iguales. Ni la gente, ni los
revólveres ni las botellas de whisky, nada, pero sería capaz de distinguir mi
revólver entre cientos: la empuñadura, el guardamonte, la aleta del seguro…
aunque no le hubiera limado el gatillo para que disparara más rápido igualmente
lo distinguiría.
Puede sonar extraño que un amante de su revólver busque
refugio en una iglesia pero Armario Gunter me persigue empuñando su pistola
automática color negro azulado con seis balas calibre 45 que llevan grabado mi
nombre.
A la carrera recorro la nave y salto tras el altar justo en
el momento en que Gunter dispara tres balas escupiendo humo y fuego. Una bala
rebota en un crucifijo metálico y avanza por el suelo dejándolo acanalado y
pasando demasiado cerca de mi pie para mi gusto. Tres tiros más suenan en
dirección contraria, lo justo para disuadirle de acercarse.
Agarrado a mi revólver asomo la cabeza por encima de mi
parapeto. Veo los pequeños y fulgurantes ojos de Gunter ansiosos por
demostrarme lo bien que suena su automática. Dos tiros más vuelan los cirios.
Los dos le son devueltos.
Salto desde el altar a un confesionario. Suena otro disparo
y su respuesta. Ya van seis.
Me levanto y lentamente avanzo por el pasillo central
revólver en mano. Gunter arroja su automática entre los bancos y se acerca
alzando los puños con la cabeza baja y oscilante como hacen los boxeadores
malos para demostrar que conocen los movimientos.
-He contado tus disparos –dice-, tu cargador también está
vacío.
Amartillo el revólver, levanto el pulgar para dejar que el
percutor baje suavemente, se produce un estallido y un fogonazo amplificados
por la nave.
En la iglesia parece que el ambiente se ha enfriado hasta el
punto de congelación. Armario Gunter yace en el suelo mirándome con expresión
aturdida mientras la vida se le escapa por un perfecto agujero en mitad de la
frente.
-Mi cargador está lleno, imbécil. Le estabas disparando al
puto eco.
FIN
Bueno, mi modesta contribución a la Semana Negra de Barcelona. Y ahora seguimos con la cocina de los gangters:
TALLARINES CON ALMEJAS... QUE SE HAN QUEDADO EN EL MAR.
Leo, el cocinero del restaurante Paolo´s en Chicago, sonríe
a Al Capone que está sentado en una mesa con cuatro guardaespaldas.
-Big Al, hoy tengo un plato nuevo que aún no le he puesto
nombre, pero que estoy seguro de que le va a encantar.
Media hora después un satisfecho Al Capone se limpia
cuidadosamente con una servilleta. Cuando se mete un puro en la boca un bosque
de encendedores llamea ante él. Es un plato de pasta muy bueno, quizás
siciliano, con una salsa que seguro es de almejas. Pero algo no le cuadra así
que llama al cocinero.
-Leo… ¿Qué has hecho con las almejas? No he visto los
caparazones.
-¿Almejas, Big Al? Le vongole sonni stanno nel mare! (Las
almejas se han quedado en el mar)
Al Capone, que es algo lento de reflejos, permanece unos
instantes en un perplejo silencio que inquieta a sus guardaespaldas hasta que
celebra la respuesta con una sonora carcajada: ¡Las almejas se quedaron en el
mar! Hasta Pat, el nuevo guardaespaldas irlandés ríe de buen grado al notar
relajarse la tensión a pesar de que no entiende una palabra de italiano. El
plato ya tenía nombre.
El resultado de mezclar estos ingredientes es un plato de
pasta con una salsa que sabe a almejas… pero sin almejas. Esto hace el plato
más económico, lo cual es interesante en estos turbulentos tiempos de crisis.
Rallar una zanahoria, picar una cebolla, 2 dientes de ajo y
perejil. Freírlo todo muy lentamente en una sartén y añadir 4 filetes de anchoa
aplastándolos con un tenedor hasta convertirlos en pasta. Verter un vaso de
vino blanco y remover hasta conseguir una salsa cremosa.
Cuando los espaguetis ya estén cocidos en abundante agua
salada y escurridos es el momento de mezclarlos con la salsa.
Ayer lo hice con macarrones, añadí unas guindillas y las almejas... seguían en el mar
NUEVO PROYECTO
Me han encargado unas ilustraciones para un libro que recrea los escenarios de los cuentos de Lovecraft. Esto podría ser los bajos fondos de Arkham.
Lo primero de todo; tus dibujos son extraordinarios. El que encabeza el post me parece sencillamente magistral, amigo mío. Debería ser el cartel oficial de la Semana Negra de Barcelona. Creo que Paco Camarasa se hubiera sentido muy a gusto con este dibujo. Se echa de menos esa librería Negra y Criminal de la Barceloneta y sus domingos mañaneros comiendo mejillones al vapor con la camiseta negra y el logo de la librería estampado en el pecho. Esas camisetas cuanto te la ponías no sé qué tenían pero te marcaba una abultada barriga aunque no la tuvieras. Al menos es lo que siempre he visto. Incluso en los escritores flacos de novela negra, pongamos de ejemplo, al genial Edmund Leonard. Si lo hubieras visto sorber el caldo de la cáscara del mejillón jamás se te hubiera ocurrido pensar que ese tipo era el autor de tantas obras maestras. ¡Y con barriga! Busca imágenes ya verás que tengo razón.
ResponderEliminarEl relato es muy bueno. De los mejores que he leído aquí. Aparte de la sorpresa final, me gusta cómo está descrita la acción dentro de una iglesia, además de la trayectoria de la bala. Creo que una escena así le hubiera ido muy bien a cualquiera de las partes de “El padrino”, lo digo, porque a veces se pone tan transcendental que uno desea que ocurra algo más pulp, al más viejo y genuino estilo de las viejas revistas editadas en papel de pulpa y con aquellas maravillosas portadas. De todas maneras, tú pones ese toque más abajo, es decir, en esa deliciosa historia de Al Capone y las almejas que dormían tan pachas en el fondo del mar. ¡Qué coño harían esos pobres moluscos bivalvos en el centro de Chicago? Además, el viejo Capone ya tenía todas las almejas que quería a su total disposición. Sí, estoy hablando de todos los burdeles de Chicago. Te recomiendo la lectura de un excelente libro titulado: “Historia de los grandes burdeles del mundo”, de Murphy Emmett. El libro se puede comprar por Internet a un precio irrisorio. Hay un momento que el autor se detiene en Chicago y en Al Capone. No tiene desperdicio.
Ojalá ese nuevo proyecta salga a la luz. Vi en su momento este magnífico dibujo de los bajos fondos de Arkham, y si tengo que serte sincero, amigo mío, me gustaría vivir en ese barrio dibujado por ti. Ya conoces donde habito. No sé de qué se quejaba el maestro Lovecraft, cuando su Providence natal, en aquel tiempo, ya era un lugar precioso. A veces me pregunto qué hubiera sido de su obra si hubiese nacido en el lugar donde yo vivo ahora. Creo que de tan terrorífica no se podrá leer. La ciudad donde vivo, en los tiempos de Lovecraft, estaba catalogada como “zona catastrófica” psicológicamente hablando. En las catacumbas de sus fábricas se realizaban extraños ritos a una rata sin pelo. Pescaban con la boca, es decir, a golpe de dentelladas y la endogamia causaba estragos.
¡Un fuerte abrazo!
Me gustó ese cuento policial, con un personaje demostrando ser más astuto que el otro, con ese giro argumental con el eco. Insólito e interesante. Sabía que el protagonista tenía algo preparado.
ResponderEliminarInteresante proyecto. Lo mitología de Lovecraft es algo para inspirar ilustraciones.
Saludos.
Decirte que tu relato , mejor dicho tus relatos te quedaron geniales , esos séis disparos al eco fueron todo un atropello para el susudicho ..y tus platos son especiales siempre con ese galmoor ..
ResponderEliminarMe gustó el boceto para tus¡ dibujo , espero que tengas muchas suerte pues talento te sobra.
Un abrazo y feliz viernes.
Un relato muy ingenioso. Y, como otras veces, me apunto la receta.
ResponderEliminarSaludos.
Mr. Borgo, "Mi revolver solo conoce seis palabras, y son todas parecidas", ¡que comienzo para un relato emocionante!, genial, hasta el mismo final se siente la tension. El cine en mas de una ocasion supo retratar a: Al Scarface Capone y lo hizo con los rostros de: Paul Muni, Rod Steiger, Jason Robards, Jesus Puente, Ben Gazara, Al Pacino, Robert De Niro, Anthony LaPaglia, Jon Bernthal, Tom Hardy, entre otros; ¡que epocas! y lo mismo se puede decir de los parientes mafiosos italianos, igual de peligrosos.
ResponderEliminarMe anoto la receta, pero le saco los bichitos marinos, no soy muy fan de ellos. Lovecraft, maestro total del terror, si puede , consigase: Lovecraft , un biografia de: L. Sprague de Camp, sin desperdicio. Saludos y muy buena portada lovecraftiana.
Armario cayó en la misma trampa que Narciso en la mitolgía griega. Confió demasiado en su bella arma.
ResponderEliminarTodas las ilustraciones están excelentes. Tienen tu estilo, el que veo que vas mejorando y que cada vez me gusta más.
Pocas veces se ven o escuchan historias de las recetas, creo que en eso sos un especialista, y es algo que deberían aprender algunos cocineros de la TV ya que muchas veces parecen no tener idea de como rellenar el programa, los delatan los silencios.
Creí que Al Capone dejaría en el fondo del mar al cocinero.
Es interesante el nuevo proyecto de Lovecraft. Esos bajos fondos ya meten miedo y suspenso sin necesidad de la oscuridad.
Abrazo grande Borgo!
La receta parece sencilla pero la pregunta es ¿que cosa le da ese gusto impropio?
ResponderEliminarSobre las ilustraciones ya sabés lo que pienso 👍😊
La receta parece sencilla pero la pregunta es ¿que cosa le da ese gusto impropio?
ResponderEliminarSobre las ilustraciones ya sabés lo que pienso 👍😊
Y el relato me gusta mucho pero mas incluso por su elaboración que por su final ingenioso. Abrazo...
ResponderEliminarYo hago salsa rosa "económica" mezclando mayonesa con tomate frito, pero tu salsa de almejas sin almejas tiene mucha más elaboración. No sé si se tardaría menos recogiendo las almejas de verdad ;P
ResponderEliminarMe ha gustado el relato, aunque al final pensaba que había sido un cura el que se había unido al tiroteo. Teniendo esto en cuenta, me ha decepcionado un poco lo del eco ;P
Saludos!
Qué entrada más maravillosa, Miquel, los relatos y la receta, nuevo proyecto... y toda llena de maravillosos dibujos tuyos. Genial.
ResponderEliminarMuchos besos, Borgo.
El relato es curioso. Me ha gustado. Y los dibujos están muy bien.
ResponderEliminarUn saludito.
Hola, Melmoth! He aprovechado una portada que hice para "Black Friday" de Sam Goodis, que ya sabrás que no tiene nada que ver con ese día tan consumista. Recuerdo con nostalgia a Camarasa y su librería de la calle de la Sal, yo también aprovechaba para luego comerme unas bombas en La Sardineta. Curioso lo de esas camisetas, no deben tener éxito con lo guapos y esbeltos que quieren aparecer los escritores actuales en las fotos.
ResponderEliminarSiempre me ha impresionado la acústica de las iglesias con sus ecos rebotando en las bóvedas. Capone podía permitirse los lujos que quisiera, no pagaba a Hacienda (precisamente lo encarcelaron por eso) y en su mesa nunca faltaba la sal que significaba el valor, el vino (la lealtad) y el ajo (el silencio).
Creo que voy a volver a pasar por tu Innsmouth mediterráneo y tomaré apuntes de esos ídolos piscícolas de piedra, seguro que me servirán de inspiración.
Abrazos!
Borgo.
Hola, Demiurgo! Siempre me fascinó la historia de la infeliz ninfa Eco, que quedó sin habla y sólo podía repetir la última palabra que decía la persona con la que intentaba conversar. Hay una película regularcilla de Mickey Rourke "El forajido" pero con un buen consejo: conviene contar las balas.
ResponderEliminarCreo que nunca se ha hecho un trabajo sobre este tema y la geografía de Lovecraft -desde Miskatonic o la Ciudad sin Nombre en Arabia- es muy evocadora para dibujar.
Saludos!
Borgo.
¿Qué tal, Campirela? La cosa quedó muy desigüal: un revóver vacio y otro con todas sus balas, mal lo tenía Gunter. Esa receta la encontré en un antiguo libro de cocina siciliana escrito por el actor Peter Schiavelli (el fantasma de "Ghost") que es un gran chef.
ResponderEliminarMuchas gracias y cruzo los dedos de la mano que no uso para dibujar, a ver si aprueban el proyecto.
Abrazos y muy feliz fin de semana!
Borgo.
Hola, Ricard! Es una receta muy buena y sencilla, yo añado unas guindillas. La tomé del libro de cocina del actor Peter Schiaveli del que hablé en una entrada, aquella en la que convierte un pueblo italiano en una representación diaria de El Quijote.
ResponderEliminarBuen provecho!
Borgo.
¿Qué tal, Mr.Belknap? ¿Qué me dice, Jesús Puente encarnando a Al Capone?!!! De Niro estaba muy histriónico, quizá Rod Steiger era el más apropiado físicamente. Lee J. Cobb representó un personaje muy parecido a Capone (incluso mata a golpes de bate al asistente de una cena durante un plato de caponata como hizo Al con el capo rival Guinta) en "Party Girl".
ResponderEliminarA mí me gusta esa receta bien mediterránea: con mucho ajo y anchoas. Me apunto ese libro sobre Lovecraft y voy a por el.
Gracias, Mr.Belknap!
Borgo.
¿Qué tal, Frodo? Gangster y narcisista no combina muy bien, quizá vio su reflejo en el agua bendita y claro... Gracias, me alegra de verdad que te gusten los dibujos. Me encantaría hacer más portadas de Marlowe, mi detective favorito.
ResponderEliminarPronto hablaré de otro plato con historia: el pollo a la marengo, preferido de Napoleon y el primer plato combinado que se conoce.
Sí, el cocinero ya se imaginaba con unos zapatos de cemento. "El cocinero también se ha quedado en el mar", diría Capone, suerte que el plato le gustó.
Eso seguro, Frodo. ¿Te imaginas pasear por Inssmouth una noche de sábado cuando los hombres-pez salen de parranda? He de pensar cómo sería el interior de esos bares.
Abrazo grande, Frodo!
Borgo.
Los relatos muy ingeniosos , el discurrir los hechos en uno de ellos en una iglesia es atrayente. Imaginarse la escena y los protagonistas surcando los bancos y disparando a todos lados es emocionante. Lo del eco es la guinda del pastel , te quedó redondo.
ResponderEliminar¡Que te voy a decir de los dibujos que tu no sepas!...genio.
La receta sin almejas y con sabor a almejas me tiene descolocada, habrá que probarla.
Besos Miquel
Puri
Un relato negro que nos dice, como el eco, que el destino acabará por alcanzarnos por listillos. No se puede vender la piel del oso sin haberla matado... Y es que sorpresas te da la vida que cantaba R. Blades en su Pedro Navaja. La ambientación en la iglesia, un puntazo, para la acústica;) con ese disparo frontal. A lo Reservoir Dog's este Mr Armario.
ResponderEliminarEl plato de pasta tiene su toque sorpresa también, comer de lo que no hay... mira pa eso. Mientras no nos pase como a Lucky Luciano, aunque bueno, no nos propones café, eh?;) Sonrío.
Y qué decir de tus ilustraciones, que no te haya dicho, pues eso.
Suerte con ese nuevo proyecto que tiene una pinta muy atractiva a la que no me cabe duda que le darás ese toque tuyo de genialidad.
Abrazo, Borgo.
Hola, JLO! Pues... le da un gusto marinero, sobre todo por las anchoas y creo que la zanahoria y el ajo consiguen recordar a las almejas, es un plato con un toque misterioso.
ResponderEliminarGracias! Me encanta que te guste el relato. Espero que sigas disfrutando de tus vacaciones en el verano austral.
Borgo.
Hola, Doctora! Sí, yo también preparo a veces esa salsa rosa y si le añades pimentón tienes una salsa rápida para bravas. ¿Elaborada? ¡Qué va!!! Además, sale mucho más económico este plato si prescindes de las almejas. A mí me encanta la salsa de anchoas, con crema de leche si la quieres más suave.
ResponderEliminarTambién podría haber hecho salir de detrás del altar un monaguillo con una recortada, quedaría muy Tarantino o Scorsese.
Saludos!
Borgo.
Hola, Clementine! Me alegra muchísimo que te haya gustado, la verdad es que me ha quedado una entrada algo Poti-Poti.
ResponderEliminarContento como siempre de que te pases por aquí.
Muchos besos y feliz semana!
Borgo.
Hola, David y gracias! Me alegra verte de nuevo por aquí. Ya sabes, pásate cuando gustes que valoro mucho tus opiniones.
ResponderEliminarSaludines!
Borgo.
Hola, Dulcinea! La verdad es que la primera imagen que me vino a la cabeza es la de la bala cortando en cirio. Creo que es un contraste potente una escena de tiroteo en el interior de un recinto sagrado, y gracias por lo de los dibujos, a ver si sale adelante ese proyecto sobre Lovecraft.
ResponderEliminarEs una receta que atrae para poder saber si es verdad lo del sabor a almejas sin almejas.
Besos, Puri!
Borgo.
¿Qué tal, Zarza? Siempre me ha gustado la triste historia de la ninfa Eco que viene a ser la de un amor no correspondido, mira que elegir a Narciso... para esa escena final a lo Tarantino habría escogido para la banda sonora un tema de Blondie "Maria", con su "Latina Ave Mariaaa" y campanas de fondo.
ResponderEliminarLuciano era uno de los asistentes a esa cena y seguro que se le atragantó uno de sus quince cafés diarios.
Gracias por tus buenos deseos, Zarza!
Borgo.
Me he puesto de fondo una banda sonora de film noir y el suspense del relato ha funcionado a la perfección.
ResponderEliminarTus relatos cortos son de lo más efectivo. Creas atmósfera, Miquel.
Felicidades de nuevo.
Saludos
Hola, Abril! Seguro que estarás de acuerdo conmigo en que la banda sonora de Miles Davis en "Un ascensor para el cadalso" sería muy adecuada.
ResponderEliminarMuchas gracias y me alegra que te guste el relato.
Saludos, Abril!
Borgo.
Hola, Borgo:
ResponderEliminarEsa salsa de almejas sin almejas ya la he memorizado y va a serme útil dentro de nada, porque tengo unas anchoítas en la nevera pensando en un vitello tonato y me van a sobrar las justas para probar tu receta, seguramente con espaguetis.
Supongo que la presencia de la zanahoria rallada reduce el salobre de la anchoa y permanece el fuerte aroma de mar.
Me ha encantado el relato con su jocosa resolución y me fascinan esas portadas de clásicos que le acompañan.
Un abrazo.
Menudo genio Borgo!!
ResponderEliminarYa sabes que tus dibujos me parecen magíicos, con una impronta personal muy clara y donde se percibe mucha seguridad y soltura (ya me gustaría a mí dibujar la mitad de bien). Pero hoy tengo que decir que lo que más me ha impactado han sido los relatos. Los he leído y releído y los encuentro perfectos... El primero tuvo claras todas sus partes, con un final sorprendente, y el segundo, bueno, se quedó en el momento preciso porque tal vez el lector intuye que va a pasar “algo más” (creo que un Al Capone que celebra algo acaba dando un giro al asunto y hay que salir corriendo....), pero finalmente queda ahí, y sin más entras en esa receta que tan buena pinta tiene..... GENIAL.
Fuerte abrazo MIquel!!!!!!!!
¿Qué tal, Josep? Me gusta mucho el vitello tonato que descubrí la Navidad que pasé en Buenos Aires. Una buena forma de aprovechar las anchoas, también me gustan en salsa de crema de leche, con las pechugas de pollo a la plancha queda estupendo. La zanahoria endulza los platos, con un sofrito de col suaviza el gusto de los platos de caza, como la perdiz.
ResponderEliminarGracias! Me gustaría mucho que me encargaran más portadas del detective Marlowe, en especial "El largo adiós", mi favorita.
Abrazos!
Borgo.
Hola, Manolo! Gracias, me alegra mucho que te gusten los dibujos. De hecho mi primera idea al empezar este blog era mostrar los dibujos que publicaba con mi agencia en el extranjero y que aquí no se veían.
ResponderEliminarPues según un libro muy interesante "La mafia se sienta a la mesa" esa anécdota es real. Ese plato era uno de los preferidos de Al Capone junto con la caponata siciliana (berenjena guisada con aceitunas y alcaparras) es que me encantan los platos con "historia" incluida.
Abrazos, amigo!
Borgo.
Muy bueno, como siempre. A diferencia de las almejas, que se quedaron en la mar, Las balas del protagonista se quedaron en el tambor del revólver.
ResponderEliminarSaludos.
Felicidades tanto por los dibujos como por los relatos. Muy buenos.
ResponderEliminarLa receta curiosa ¿seguro que sabe a almejas?. Yo casi prefiero que no porque no me gustan nada, ja, ja. Otra cosa es que sepa a pescado simplemente... ummm probaré a ver.
Saludos.
Hola, Ethan! Gracias. Como buen conocedor del cine negro que eres ya sabes que en ese tipo de películas se llevan más las automáticas, pero yo me he decidido por el revólver que tiene aromas de western y ruleta rusa.
ResponderEliminarSaludos!
Borgo.
Hola, Nury! Pues en eso hay discrepancias, unos dicen que sí recuerda a las almejas, otros que no... en todo caso las anchoas le aportan un acentuado sabor marino. También he preparado esa receta añadiendo unos mejillones con un poco del agua de la cocción, también queda muy bueno. ¡Prueba a ver si notas el sabor de las almejas! Ya me dirás.
ResponderEliminarSaludos!
Borgo.
Yo también opino que no hay dos cosas iguales, y uno mismo es capaz de distinguir su propio objeto entre otros muchos.
ResponderEliminarHe ido visualizando las balas que ha disparado Gunter, qué bien lo has expresado, qué bien manejas los relatos, Miquel, y ese final del relato, me ha encantado, cuando dices que le estaba disparando al puto eco jajaja qué bueno ha estado ese final.
La verdad es que me encanta tu receta la de los tallarines, con almejas que se han quedado en el mar jajajaaj me sacaste sonrisas, copiaré tu receta porque yo nunca les rallo zanahorias ni tampoco les echo anchoas ni vino blanco, la próxima vez los haré así, y me acordaré de esas almejas que se han quedado en el mar y de ti jajaja.
Felicitaciones por los dibujos y ese proyecto que te han encargado.
Un placer haber estado en tu blog, me he pasado unos minutos entretenidos.
Besos.
Me ha encantado tu aportación a la Semana Negra de Barcelona.
ResponderEliminarNo entiendo ni palabra de cocina, pero hoy tu receta me ha parecido especialmente apropiada después del ent
Suerte con el proyecto.
Saludos.
El giro final del relato es espectacular, jaja, muy cinematográfico también, me lo puedo imaginar con música de Morricone. La receta me parece muy fácil y apetecible. Y los bajos fondos de Arkham muy apropiados. Como siempre una entrada muy completa.
ResponderEliminarSaludos Miquel
;)
Hola, María! No, es como las huellas digitales o los dibujos originales. Me alegra mucho que te guste el relato, felicitaré al eco de tu parte.
ResponderEliminarMe gustan mucho las anchoas disueltas en aceite con ajo trinchadas con un cucharón de madera, también puedes hacer una salsa mezclándolas con nata de cocina. En mi plato les añadí alcaparras y tomates secos.
Muchas gracias y para mí es un gran placer que te pases por mi blog.
Besos y hasta la próxima!
Borgo.
Hola, Macondo! Bueno, no me darán ningún premio pero lo importante es participar. El premio de este certamen se llama, muy apropiadamente, Pepe Carvalho.
ResponderEliminarEs una receta muy sencilla y yo la probé para descubrir si recuerda o no a las almejas, yo creo que sí, aunque se queden el mar.
Muchas gracias! Es un proyecto que me hace mucha ilusión.
Saludos!
Borgo.
¿Qué tal, Ana? Pues sí que habría quedado muy bien con música de Morricone pero en una misión franciscana en medio del desierto. Al fin y al cabo el revólver es un arma más de western.
ResponderEliminarMira que nunca me ha gustado dibujar casas pero este proyecto me tiene fascinado. A ver si hay suerte y entretanto ya publicaré algún dibujo más.
Saludos, Ana!
Borgo.
6 Es un número especial en la cábala... (y según algunos también en la cosa masónica/illuminati) jejeje.
ResponderEliminarTu estilo es único capo! un gran abrazo! y sigue con estas!
Hola, Nocturno! Me alegra verte por aquí. Sí, el número 6 en la numerología se relaciona con la verdad y la justicia, es el de mi naipe favorito -el 6 de copas- y ya sabes lo del 666, el número de la bestia... ayer pusieron "La profecia" en TV.
ResponderEliminarMuchas gracias y un gran abrazo!
Borgo.
Tu relato es, como siempre, muy bueno y original.
ResponderEliminarTus dibujos me gustan mucho porque me parecen fantásticos.
La receta es muy curiosa . Habrá que probarlas.
Mucha suerte con el proyecto.
Un abrazo.
Hola, Amalia! Muchas gracias, en mi próxima entrada voy a poner muchos dibujos. Esta receta lo tiene todo: fácil, buena y además tiene su historia.
ResponderEliminarDe momento me han encargado otro dibujo para este proyecto, buena señal.
Abrazos, Amalia!
Borgo.
ah no, por acá ya pasé e hice 2 comentarios que resultaron en 3 (y ahora en 4 jaja)...
ResponderEliminarlisto, me fuiiiii, bye.....
¡Da igual, JLO! Acá siempre sos bienvenido.
ResponderEliminarChau...
Borgo.