Cuando en el colegio de mi hijo estudiaron la cultura
precolombina Dani me pidió que le contara mi viaje a las ruinas mayas de
Palenque para escribir una redacción que luego leería ante su clase. No se lo
conté todo; me reservé una parte poco apropiada para recitar en una clase de
primaria.
VERSIÓN PARA NIÑOS
Cuando vivía en México DF conocí a Germán, un simpático
periodista de Villahermosa, cerca de Palenque. Me invitó a visitar la ciudad
maya alojádo en el hotel que llevaba su cuñado. Germán era achaparrado y
recio, piel color té negro con leche, parecía una estatua olmeca por lo que
casi formaba parte del ambiente de aquellas ruinas –aquí me extendí con las
descripciones de las piedras, los mosquitos y aquel calor pegajoso,
masticable-.Luego nos fuimos a un museo de los indios Tzotiles. Puntas de flecha, ídolos, un puma disecado…
pero lo que llamó mi atención fue un curioso calzado con tiras de cuero y suela
cuadrada.
-Con esas suelas si una tribu enemiga descubría sus huellas
no sabían si iban o venían –me informó Germán.
-Ingeniosos, esos Tzotiles.
Cenamos en una taberna: ceviche de pez volador con cilantro,
lima y ensalada de aguacates.
VERSIÓN PARA ADULTOS
Tomamos tequila añejo y enseguida empecé a sentirme mal. No
era la bebida, tenía fiebre, quizá por los mosquitos o el agua que había bebido
de una fuente pública. Germán me llevó
al hotel en su coche. La cabeza me ardía mientras luciérnagas, saltamontes y
bichos de todas clases se estrellaban en el parabrisas. Al entrar en mi
habitación me acurruqué temblando en la cama. “Mañana vengo a verte, güey”, me
dijo Germán.
Me despertó la potente luz del sol que se filtraba por la persiana
de listas de madera. Toda la habitación parecía un código de barras. El cuerpo
me dolía como si acabara de recibir una paliza.
Golpearon la puerta “¡La mucama! (la mujer de la limpieza)
¿puedo entrar?”. Sin esperar respuesta entró una joven morena con escoba y
recogedor vestida con un batín rosa. Era bastante bonita pero a su figura
rotunda no le favorecía ese uniforme rosa; parecía una gran peladilla andante. Se
acercó a mi cama mientras se desabrochaba los dos primeros botones del batín.
-Por doscientos pesos limpio la habitación en pantaletas
(bragas) –me susurró-, y mientras me miras puedes…
-No, no puedo – la interrumpí con un hilo de voz-. No tengo
el cuerpo para alegrías.
La chica hizo un mohín, se abrochó el uniforme, se puso a
barrer y se fue.
Poco después apareció Germán. “¿Qué onda, güey? Esto te
sentará padre” –dijo mostrando una cajita de antibióticos y un botellín de
agua. Tomé dos comprimidos y me pareció oír su voz muy lejana mientras me ponía
un paño húmedo sobre la frente: “Te irá bien dormir”.
De pronto todo se volvió negro y blanco, una película
después de los créditos girando en remolinos.
Me desperté un par de horas más tarde sintiéndome mucho
mejor. Germán me sonrió desde el sillón donde estaba sentado leyendo una
revista.
-¡Delirabas, compadre! No entendí mucho porque hablabas en
catalán, pero me pareció que decías algo sobre una peladilla.
EL SUEÑO DE LA PATATA
También recuerdo un extraño sueño en el que me sentía cohibido por pedir patatas fritas a un camarero-patata. Por suerte, era muy comprensivo.
RECETA: HUEVOS RANCHEROS
Huevos al plato al estilo mexicano. En una sartén con muy poco aceite calentar frijoles negros (Recomiendo los de la marca Goya) y añadir un bote de salsa mexicana Old El Paso.
Distribuir la salsa en cazuelitas de barro o metálicas y disponer por encima rodajas de jalapeños -los de La Costeña son muy buenos-. Cascar un huevo sobre cada cazuelita e introducirlas en el horno con el gratinador encendido. Basta con un par de minutos para que el huevo quede cuajado. Así me quedaron cuando los preparé ayer:
Los pueden saborear con esta canción de fondo: El gavilán pollero
Me gusta que haya dos versiones de la historia de tu viaje. Viaje interesante.
ResponderEliminarMe parece que la versión para adultos es que haría que una película fuera apta para 13 años o lo sumo 16. Para que fuera para adultos, tendrías que haber aceptado esa oferta. Aun así estaba claro de que no era tan apta para menores.
Bien contado
Efectiva la historieta.
Hola, Demiurgo! Es como esas historias a lo Pulp Fiction con distintos puntos de vista. Sí, creo que esa historia se podría emitir en horario familiar pero mejor no echar más leña al fuego que la profesora ya había reñido a Dani por hacer dibujos eróticos en su cuaderno. Yo también lo hacía pero de mayor, y me pagaban por ello, poco pero algo es algo...
ResponderEliminarMuchas gracias y saludos!
Borgo.
L primera versión enseña, la segunda te hace imaginar (no tomaste el "servicio" estando bien de salud"?? 😁
ResponderEliminarEstás muy mexicano, tendrás mil anécdotas más... Saludos 🙋
Hasta música nos pones para degustar la receta. Y ¡vaya con la peladilla!, jajajaja...
ResponderEliminarMuchos besos, Borgo.
Ahora sé de dónde viene lo de versión "picante". No podía ser de otra parte que de México y sus chiles.
ResponderEliminarSaludos.
¡Buenas y Rancheras Tardes M i q u e l ! : He disfrutado con tus ocurrencias y volver a mencionar a Malcolm Lowry es siempre un acierto. A Somerset lo he leído con verdadera avaricia a lo largo de mi vida. Concretamente "El Filo de La Navaja" me lo he zampado seis veces en mi existencia de tanto como me gusta.Tu TBO del camarero patata es colosal, me he reído hasta centuplicar mi hambre y mi capricho de comer patatas de la manera que sea(soy forofo de este tubérculo) y esta noche tendré que idear algo con la familia. Y ¡cómo no! he acabado carcajeándome con "El Gavilán Pollero" Es buenísimo "per se", pero relativo a los dobles sentidos, omito hacer comentarios porque están claros.No lo conocía y es otro acierto tuyo.
ResponderEliminarAhora que lo pienso, no sé si no haré patatas o Huevos Ranchera. Podrías dedicarte al misterioso arte antiguo de Mesmer: Tu poder de sugestión es sobresaliente y de eso sé un rato, pues también soy tipo convincente.
No me queda sino darte las gracias porque mantienes tu entretenimiento de la bitácora "cum laude"¡¡¡¡Eres muy bueno , jodío!!!!
¡¡¡Hola, Mr Borgo!!! Aqui estoy de nuevo despues de una siestita, espero que no me agarre de nuevo. Otra genial entrada suya y lamento mucho que la haya pasado tan, pero tan mal; tambien estuve leyendo sus otras entradas, como siempre genial. Le dejo un saludo y ya estoy subiendo material nuevo.
ResponderEliminarLa historia es impresionante pero no supera el impacto de la canción "El gavilán pollero".
ResponderEliminarSaludos.
Me recordó a una escena de los Simpson.
ResponderEliminarEl jefe Wiggum le cuenta a Lisa que consiguió unas entradas para ver a Krusty después de sobornarle al descubrirle en un cine porno.
Lisa le dice que no es una anécdota apta para niños y Wiggum responde "Pues en esta versión no me he bajado los pantalones".
No sé qué suena más gracioso, las pantaletas mexicanas o las bombachas argentinas ;P
Hola, JLO! Bueno, por fin se arreglaron mis problemas con internet y puedo ponerme con el blog.
ResponderEliminarNo, no acepté el servicio pues al dejar Villahermosa aún estaba muy débil y no me apetecía tener sueños eróticos con peladillas rosas (¿serían como los elefantes rosas de "Dumbo"?)
Ya toca contar algo de Buenos Aires, tengo una buena historia de cuando fuí a la Tanguería del Chino Álvarez en el barrio de Nueva Pompeya.
Saludos!
Borgo.
Espero por esa historia entonces! Iba al colegio en ese barrio 🙋
Eliminar¿Qué tal, Clementine?
ResponderEliminarLas desgarradoras letras de Pedro Infante son muy adecuadas para acompañar los huevos rancheros. Existe una película con el mismo título -"El gavilán pollero" (1951)- pero no la encuentro.
No te fíes de una peladilla que viene a barrer tu habitación. Provocan situaciones delirantes.
Muchos besos y buen finde.
Borgo.
Hola, Ethan! Exacto, una versión con una, dos o tres guindillas, como hacen en las cartas de los restaurantes mexicanos para indicar el grado de picante. Como no acepté la proposición lo dejamos en una guindilla...
ResponderEliminarSaludos!
Borgo.
¡Rancheros días, Reportero! (He tardado en contestar por problemas de conexión) Somerset me encanta, dibujé una portada para su recopilación de cuentos "Lord Mountdrago" que ahora mismo publicaré en mi otro blog, Rosebud.
ResponderEliminarMe alegra haber aumentado su deseo de comer patatas, a mí la canción me ha traído recuerdos de aquel personaje de dibujos, el revoltoso Quique Gavilán.
Yo también soy muy sugestionable con la comida, veo un plato que tiene buen aspecto y zas, al día siguiente me lo preparo. Hasta me hice las "codornices al sarcófago" de la película "El festín de Babette". Hoy me prepararé huevos al plato a la turca, con su sofrito de tomate, guisantes, higaditos de pollo y un toque de tabasco.
Saludos!
Borgo.
Mr.Belknap, qué alegría! Por aquí se le echaba de menos y me conforta saber que Tindalos sólo dormía un sueño ligero. Muchos saludos y ya espero ansioso ese material nuevo.
ResponderEliminarFeliz fin de semana!
Borgo.
Hola, Ricard! Todo un clásico de la "canción bravía". Escuché ese Gaviñán por primera vez en una representación escolar (el sobrino de mi pareja mexicana) y me dejó bastante chocado. Cosas del idioma...
ResponderEliminarSaludos!
Borgo.
Hola, Doctora! Recuerdo este episodio, también leí que estaba basado en el popular actor infantil de TV Peewee Herman cuya carrera se fue a pique al ser sorprendido masturbándose en un cine porno-gay.
ResponderEliminarYo ni eso, me quedé en camita en esta versión mientras la mucama levantaba nubes de polvo formando una tarta de barro en mis pulmones (el hotel estaba rodeado de dunas y la habitación llena de arena)... por poco me asfíxia.
Los mexicanos tienen otra palabra para las bragas "calzones", no suena muy sexy.
Saludos!
Borgo.
Maravilloso, como siempre, tanto el texto como tus portadas, dibujos y ocurrencias. Eso de soñar con un camarero-patata me parece de lo más realista, amigo mío. Bukowski se los encontraba con las cabezas de rana. De ahí, posiblemente, nació Mou, el camarero cutre y solitario de Los Simpson. Ay, que olvidado está Somerset Maugham, a mí me siguen gustando muchas de sus novelas y, sobre todo, sus relatos. El cónsul borracho de Bajo el volcán es toda una experiencia (como lector). Uno es más cobarde para estas cosas; bebes, pero procuras no matarte del todo. El volcán lo llevamos dentro. Es curioso esto que cuentas sobre México y tan bien enlazado respecto a lo que te pidió tu hijo sobre tus experiencias en las ruinas mayas. Mí hijo me pidió que le contara cosas sobre el Amazonas para un trabajo que tenía que realizar. Años atrás le conté que había estado allí gracias a mis lecturas de novelas de aventuras del siglo XIX, ya sabes, Rider Haggard (iniciador del subgénero “mundos perdidos”), Burroughs, Kipling, Conan Doyle, etc. Mi hijo estaba tan emocionado que no me atreví a desmitificar lo que él sentía por mí, es decir, un padre aventurero que en su juventud caminaba durante días por la selva y, de repente, se topaba de bruces con una enorme ciudad cubierta de hojarasca y maleza, templos, estatuas, joyas enterradas, la camisa de color caqui (comprada en una franquicia de El coronel Tapioca), y sin mangas, y con un gran círculo de sudor bajo las axilas. Hoy, mi hijo se sigue riéndose de mí por la falta de valor que tuve en aquel momento de no decirle la verdad. Lo que recuerda con más agrado es mis amoríos con diosas peligrosas semejante a la perversa “Ella” (magnífico personaje creado por Haggard); mujeres como la diosa Shiva. Mi hijo se ríe recordando que yo le decía que la Shiva de mis desenfrenos nocturnos en la selva, a son monos paranoides y aves dignas de visitar un psiquiatra, no tenía seis brazos sino seis vaginas. Mañana cuando lo vea le contaré lo tuyo con la mujer peladilla, a ver qué opina. Hoy, cuando viajo, suelo emborracharme más de la cuenta para hacer homenaje al cónsul de Bajo el volcán. En el mundo está ya todo descubierto, qué lástima, ya no podemos ser un personaje de Jules Verne. El mundo está encontrado y nosotros más perdidos que nunca. Menuda paradoja, amigo Miquel. Por otro lado, me encanta el picante, de ahí que mi primer apellido tiene origen mexicano. Y bueno, cuando escuchamos El gavilán pollero… “sin mi polla yo me muero”, en español eso adquiere otro significado. ¡Sin polla ante las seis vaginas de Shiva!
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Hola, Melmoth! Gracias, y recuerdo que Bukowski tenía un relato excelente en el que bebía cerveza en un tugurio donde el camarero era un esqueleto y él decía: "¿Es que no pueden pagarse gente del sindicato?".
ResponderEliminarSomerset Maugham no podía faltar en las bibliotecas de nuestros padres junto a los libros de Pearl S. Buck y Vicky Baum, pero el primero era mi preferido. Sus cuentos ambientados en los Mares del Sur son fantásticos, como "Tras una noche de espanto", una recopilación sesentera de Plaza&Janés que guardo como un tesoro.
Aparte de Palenque lo más cerca que he estado de unas ruinas semejantes es una atracción de Port Aventura.Yo me sentí muy cercano al consul inglés de Cuernavaca de "Bajo el volcán" durante una estancia en Cabo Espartel, en la parte marroquí del estrecho. El camarero francés del hotel servía un buenísimo cóctel Espartel con bourbon, zumo de limón natural, hojas de menta machacadas con azúcar y un dátil. Como la caeituna del martini pero con dátil... buenísimo.
Saludos y recuerdos a las seis vaginas de Shiva!
Borgo.
Lo de las dos versiones me encantó. Pero también me dejó pensando en que además de una versión para niños y otra para adultos, con las historias precolombinas (y más aún de la conquista) es interesante tener la visión oficial, la europea, y la otra, vista desde tierra adentro, con los ojos de los nativos. -el famoso "¡Nos descubrieron! ¡Por fin nos descubrieron!" del sketch de Les Luthers-.
ResponderEliminarMe gustaron las dos versiones, en la de niños dejás muchas enseñanzas como la de las huellas, la otra me recordó a "las enseñanzas de Don Juan" de Castaneda.
El Sueño de la Patata es simplemente genial, jajajaj me hiciste reír mucho.
Los huevos rancheros me encantaría probarlos, aunque no soy muy amigo de la comida mexicana picante. Cada tanto preparo algo con ají picante, sólo porque tengo una planta que no para de dármelos, y eso que la agarra el frío y ella ahí sigue firme.
Escuchando el gavilán pollero, y su mención a la polla pienso que en España tomarían esa canción hacia otro lado.
Excelente entrada Borgo, ya nos estás acostumbrando a un nivel alto!
Abrazo!!!
¿Qué tal, Frodo? Geniales los Luthiers, yo los vi actuar en Barcelona con una amiga de Buenos Aires que había sido novia de Rabinovitch.
ResponderEliminarLo de las huellas me pareció una idea genial e inquietante ¿vienen o van? y aquella mucanma vestida de rosa vista entre la niebla de la fiebre también tenía algo de irreal, imaginala en bombachitas.
Siempre recuerdo ese sueño cuando frío patatas, me pregunto si ese camarero me estará observando desde algún rincón de la cocina. Suerte que es un tubérculo de mundo, abierto y comprensivo.
Sí, en España esta canción provoca mucha hilaridad como en Argentina cuando la película "Todo sobre mi madre" ganó el premio Concha de Oro en el Festival de San Sebastian.
Abrazos, Frodo!
Borgo.
Segunda página de Duality
ResponderEliminarhttp://kebondi.blogspot.com.ar/2017/05/duality-la-mujer-de-sus-suenos-pagina-2.html
Muchas gracias, Demiurgo! Ya me he pasado por la nueva entrega, una pesadilla como es debido, y no como mis sueños recurrentes de patatas antropomórficas.
ResponderEliminarSaludos!
Borgo.
Eso de contar versión para niños y adultos es genial, pero nos quedamos sin saber si cuando te repusiste del cansancio le hiciste caso a la señora que tan amablemente te ofrecía sus servicios. El camarero patata es genial,igual que los dibujos.La canción es de traca muy ranchera y de la receta tomo nota.
ResponderEliminarBesos Miquel
Puri
Hola, Dulcinea! Pues la verdad es que no, al día siguiente regresamos a México DF y todavía no tenía el cuerpo en condiciones. Ahora que lo pienso habría sido aún más raro que me hiciera proposiciones el camarero patata, prefiero la peladilla...
ResponderEliminarEs una receta facilísima y muy buena, ayer me preparé huevos al plato a la mallorquina con salsa de tomate, guisantes y sobrasada.
Besos, Puri!
Borgo.
Muy inspirado Miquel, me han entretenido y gustado las dos versiones, y he disfrutado mucho de tu buen hacer con los relatos.
ResponderEliminarA mí lo picante me sienta fatal, ainsss.
Un abrazo
:)
Hola Miquel,
ResponderEliminarMuy interesantes las dos versiones.
Tuve un amigo Mejicano, que preparaba todo con picante y claro, él estaba acostumbrado pero yo no y madre mía! Me salió fuego por la boca, jaja.
Dese entonces lo he vuelto a catar nada que lleve picante.
Un abrazo!
Hola, Ana! Me alegra mucho que mis versiones te hayan gustado. No me puedo imaginar a mi hijo contando en clase lo de la "mucama". El picante en esa zona central de México es tremendo, una bomba para el estómago, y eso que me gusta. Lo que sí es muy bueno son los ceviches de pescado crudo adobado en lima y cilantro.
ResponderEliminarAbrazos!
Borgo.
¿Qué tal, Éowyn? El picante es una prueba de fuego en México y nunca mejor dicho. Conozco un cocinero mexicano que trabaja en el mejor restaurante de cocina del norte de México en Barceloana -Cantina Machito, en la calle Torrijos- y me dijo que pronto tuvo que rebajar el nivel de picante para los paladares de aquí. Como los italianos, que fuera de Italia no hacen la pasta tan "al dente".
ResponderEliminarAbrazos!
Borgo.
La receta tiene una pinta cojonuda, oyes. Y la historia es buenísima jajaja Supongo que no tiene nada de raro, ¿no? Al final una se gana la vida como puede, y a saber cuánto dinero no se habrá sacado de más con la excusa.
ResponderEliminarSólo de pensar en el picante..uff.. me arde el estómago..es el recuerdo que me dejó una receta que comí en casa de unos amigos mejicanos..XD
ResponderEliminarReconozco que tiene su punto pero..no estoy tan segura del efecto en las paredes del intestino...XD
Tus relatos están bien. Son como esas pelis de final alternativo, que cada uno se quede con el que más le guste.
Estás hecho todo un gourmet y además como viajas tanto siempre tienes material para tus viñetas, eso es ser como una esponja. Absorves todo, está muy bien, Miquel.
Saludos
Hola, Holden! (Por cierto, ¿tu nombre es homenaje a William Holden?) La receta es buena y facilísima, no son más que huevos al plato al estilo mexicano.
ResponderEliminarAllí me ocurrieron muchas anécdotas como la que te acabo de mandar relacionada con la fauna local, una mofeta o zorrillo, como lo llaman allá.
Saludos!
Borgo.
¿Qué tal, Abril? El picante más salvaje es en la zona Norte, donde hace más calor. Una vez me acerqué a la boca una fajita con enchilada roja y me empezaron a picar los ojos, imagínate cuando ya la tenía en la boca. Me quemaba y tuvieron que traerme un vaso con leche que para eso es mejor que el agua. Nada que ver con los restaurantes mexicanos de aquí.
ResponderEliminarA ver si un día arreglo alguna anécdota a lo "Pulp Fiction", con saltos en el tiempo y final alternativo.
No, gourmet qué va, todos mis platos son muy sencillos. Cuando viajaba me encantaba pasear por los mercados, se aprende mucho viendo lo que comen por allí y comiendo, claro...
Saludos!
Borgo.
Bien eso de tener dos versiones según la ocasión. En cuanto a la comida... puf, tengo serios problemas con el picante, no puedo con ello.
ResponderEliminarUn saludo.
Hola, Nury! Es por si lo leía algún bloguero infantil, que los hay... aunque creo que es una historia bastante light. Pues la fama la tienen los mexicanos y los hindúes, pero ayer comí en un local nuevo de Barcelona "La olla de Sichuan", la zona donde cocinan con más picante de China. ¡Uuuuf!!! sus cazuelas de guindilla de Sichuan son demoledoras.
ResponderEliminarSaludos!
Borgo.
Mucho mejor la segunda, parecía usted un personaje sacado de "El tesoro de Sierra Madre". Por cierto, contempló usted el conocido Astronauta de Palenque???
ResponderEliminarHola, Cahiers! Sí... y además me sentía como Laruelle, el consul de "Bajo el volcán" después de beberse todas las existencias de tequila y mezcal de su bar preferido.
ResponderEliminarVi el astronauta que allí conocen como "El señor Pakal" por estar grabado en la tapa de su sarcófago. Aunque soy escéptico sobre la mayoría de cosas que afirmaba Von Daniken lo cierto es que el diseño impresiona, sí que parece un astronauta. En la tienda de regalos compré un curioso vídeo "Astronautas antiguos" presentado por Rod Serling. Ya sabe, el de "La dimensión desconocida".
Saludos!
Borgo.
Hola, JLO! "Nueva Pompeya, la cuna del tango" me dijeron. Recuerdo haber llegado a la tanguería de el Chino en un taxi por una calle con muchos socavones (no sé si era Beazley). Temía que fuera un lugar típico de turistas pero habían buenas voces y el churrasco era muy bueno. El local mostraba fotos del actor José Sacristán, un habitual de la tanguería por donde se pasea, según algunos, el fantasma de Homero Manzi.
ResponderEliminarSaludos!
Borgo.