Estreno el año con una entrada sobre una noticia curiosa. La
nueva tendencia que viene de los USA: el Furry (Ursusagalamatofilia, es su
nombre científico) fiestas donde la gente da rienda suelta a su libido
disfrazados de peluches. A la izquierda vemos a dos furrys dándole al tema.
Los furrys tienen sus
propias publicaciones, foros en internet, todo un género de comics y, por
supuesto, convenciones internacionales. Si mal no recuerdo, creo que apareció
una Furry Party en un episodio de CSI
Las Vegas.
Un peludo e
intrincado caso para el inspector Duralex al que hacía tiempo que no sacaba de
su retiro:
Duralex detiene su Studebaker en una de las veredas de
cemento de la piscina, a un lado de la casa de los Opossum. Apaga la radio
dejando al locutor gimiendo algo sobre el reciente lanzamiento de algo llamado
Sputnik y se dirige hacia la puerta. Cuando llama al timbre oye un ruido
metálico. La puerta se abre hasta donde una cadena lo permite y unos ojos negros se asoman, verdaderos
pozos de sombra, es alguien disfrazado de oso panda.
-Inspector Duralex –y enseña su credencial. La puerta se
abre totalmente y sigue al oso panda hasta el salón donde un cadáver vestido de
roedor está tendido sobre la alfombra. A su alrededor, gente disfrazada de
animales peludos, nerviosos y vagamente alarmados. Al inspector le parece
entrar en una extravagante selva.
-¿Han estado
practicando alguna orgía con sustancias ile…?
-La palabra orgía no nos gusta –le interrumpe una mujer
vestida de jirafa-. Somos un grupo selecto que celebramos encuentros muy
especiales. Los disfraces nos hacen ser más desenvueltos.
-¿Y ese fiambre vestido de rata?
-Es un ratón almizclero –interviene un hombre. Duralex deduce que es el anfitrión por la
soltura con que se mueve por la casa-. Cuando empezó la… fiesta se volvió como
loco. Se dedicó a copular como un poseso con todas las invitadas. Al final se
tumbó exhausto y allí se quedó.
Duralex mira fijamente a su interlocutor. Rostro simiesco,
boca protuberante, gruesas patillas que
le cuelgan como estribos a ambos lados de la cara y que cubren de pelo
anaranjado las mejillas casi hasta los ojos.
-Magnífica máscara de orangután –dice el inspector.
-No llevo máscara. Soy el señor Opossum.
Duralex decide cambiar apresuradamente de tema.
-Voy a examinar el cuerpo –dice, y retira la máscara del
cadáver-. Eeeh… Esa cara me suena…
-Es Stanislas Butaca –declara un invitado vestido de
mapache-. El mejor actor del método. Lo daba todo en escena, vivía sus
personajes hasta el límite.
-Bueno, creo que ya tengo algo -… Duralex se rasca la cabeza
pensativo- ¿Tienen una enciclopedia?
-Tenemos internet –dice Opossum.
-Este relato está ambientado en 1957 –replica Duralex- ¿No
ha leído antes que he venido en un Studebaker y que en la radio hablaban del
Sputnik?
-Oh, perdón…
Duralex resuelve el
misterio.
-Caso resuelto –anuncia Duralex ante un corro de expectantes
peluches señalando una página de la enciclopedia-. Los ratones almizcleros,
cuando están en celo, copulan con todas las hembras que se les ponen a tiro
hasta morir de agotamiento. Butaca era un actor del método y se metió tanto en
su personaje que cruzó la raya del simulacro a la realidad. Llevó su papel de
almizclero hasta el final. Bueno, el juez aún tardará una hora en levantar el
cadáver, sigan con lo suyo.
A las palabras de Duralex les sigue un eco de fiesta
desenfrenada. Los peluches se abrazan en un galvanizado destello de sexualidad.
El inspector corre hacia la puerta, tropieza con la pata de una silla y cae en
brazos de un enorme conejo que lo mira con lascivia.
-¿Qué hay de nuevo,
viejo?
CINCO AÑOS SIN TABACO
Este mes, el día 2, se cumplieron cinco años desde que entró
en vigor la ley antitabaco, que prohibía fumar en bares y espacios públicos.
Recuerdo que la noche del día uno se celebró en mi bar de la esquina la Fiesta
del Último Cigarrillo para pasar juntos los últimos momentos en que estaba
permitido fumar en los bares. Ardieron los cigarrillos, los puros y alguna cachimba.
Atrás quedaba la disputa entre los partidarios de la libertad individual y los
de la salud colectiva; dos bandos irreconciliables.
La noche avanzaba y, la verdad, es que poco antes de las
doce apenas podíamos vernos porque el bar parecía un ahumadero de arenques
suecos. El dueño del bar, señalando el reloj, advirtió:
-A partir de las doce el que quiera fumar que se vaya al
Smoking Room.
-O sea –dijo un cliente-: a la puta calle.
-Equilicuá.
AÚN NOS QUEDA EL SMIRTING
Ya lo saben, singles: a partir de ahora procuren pedir
lumbre con su mirada más seductora, como la chica de aquí al lado, más o menos.
Bonito Poti-Poti, las ilustraciones fantásticas como siempre, y la historias de los disfraces, de cuyo nombre no me acuerdo, muy buena, presiento que Duralex, se queda en la fiesta, por lo que parece, seguro que dentro de poco esta nueva moda la tenemos aquí, igual resulta hasta divertida.
ResponderEliminarEn cuanto a lo de fumar y ligar, no creo que funcione, ahora todos estamos en la calle, los fumadores y no fumadores, porque dentro de los bares, ya no hay ambiente, se quejaban y mucho, pero no nos dejan tranquilos a los fumadores ni en la calle, que tenemos que estar tanteando niños, para no quemarles.
Que los Reyes Majos, te traigan todo lo que desees.
¿Qué tal, Arantza? Me temo que el bueno de Duralex se queda por narices en la Furry Party arrullado por un Bugs Bunny de dos metros. He leído que hay un local de furrys en Madrid, todo lo copiamos de los norteamericanos.
ResponderEliminarNo sé si se va a ligar mucho (hace diez años que dejé el tabaco) pero seguro que deben pasar frío. En Barcelona hay muchos bares rácanos que no ponen estufas en la terraza y los fumadores se pelan en invierno.
Saludos y que los Reyes sean generosos contigo!
Borgo.
Buen comienzo. ¿No son un tanto desmotivantes los disfraces de peluches?
ResponderEliminarParece que no para los participantes de las fiestas. Recuerdo un capítulo de CSI, donde investigaban la muerte de un participante de estas fiestas.
Que bueno lo de actor que lleva el método hasta un extremo. Y del personaje que no tenía máscara es un clásico. Lo de sigan con lo suyo está muy bien.
Saludos.
MMmm... no quiero tener de suegro a la hija de Fumanchú.
ResponderEliminarLa de cosas que se aprende contigo, como esto del Furry. Pero bueno, tú le das ese toque sexual (que lo tendrá), pero básicamente son todos aquellos a los que también le gusta disfrazarse en ese plan, ¿no?
El relato tiene gracia. Y está bien lo de internet y que el detectiva diga que la historia no está ambientada en esa época.
Lo de fumar y ligar es curioso, síp. Lo siento por los fumadores solteros que había comprado perro para esos menesteres. Bueno, tampoco pasa nada. Tienen el turno de día con el perro, y el de la noche con el tabaco para seguir intentándolo.
Un saludito.
Estaba claro que hoy tenía que enterarme de esto del furry
ResponderEliminarhttp://www.cartoonbrew.com/disney/petition-asks-artists-stop-creating-zootopia-furry-porn-128852.html
Pues cuando acaba la orgía podría salir uno vestido de cerdo y decir aquello de "Eso es... Eso es todo, amigos".
ResponderEliminarSaludos.
Un poti-poti brillante este primero del año, Miquel. Me he reído un rato largo con tu inspector Duralex (se le echaba ya de menos) y, como siempre, me has descubierto en el resto de la entrada cosas que desconocía.
ResponderEliminarEres un genio. Y punto.
Muchos besos y Felicísimos Reyes, Borgo.
Hola, Demiurgo! Yo creo que los disfraces de peluches no dan mucho morbo que digamos... pero todo es cuestión de gustos. Creo que recuerdo ese episodio de CSI, también uno en el que los invitados a una fiesta "especial" iban disfrazados de muebles caseros, los "Furniture Partys".
ResponderEliminarCreo que eso era lo mejor que Duralex podía decir en ese momento: "Sigan con lo suyo".
Saludos!
Borgo.
Hola, David! Pues en las cenas familiares la hija de FuManchú debe preparar un buen chop-suey.
ResponderEliminarMe alegra que te haya gustado el relato, eres un crítico al que valoro mucho tu opinión y eso me quita un peso de encima. La verdad es que esos Furry Partys son más de abrazos y achuchones que de sexo pero ya se sabe que el sexo güarrillo atrae más atención.
Lo de ser fumador ha pasado de ser un estigma a una artimaña para ligar, yo conozco a una pareja que empezó su relación de esa manera. Supongo que la prohibición ha creado un vinculo.
Saludos!
Borgo.
¡Muy interesante ese enlace, David!
ResponderEliminarGracias! Yo no quiero morirme sin ir a los Estudios Disney, debe ser toda una experiencia.
Borgo.
Hola, Ricard! Pues no es mala idea, y todos cantando al unísono aquello de: "Lástima que terminó la orgia de hoy..." Un buen final de Furry Party.
ResponderEliminarSaludos!
Borgo.
¿Qué tal, Clementine? Me encanta eso de que te has reído con Duralex, espero que pronto lo volveré a sacar para que resuelva algún caso enrevesado.
ResponderEliminarMuchos besos y que los Reyes sean pero que muy generosos contigo.
Borgo.
Mr. Borgo, muy divertido el caso de Duralex y muy interesante lo del furry. Como siempre muy buenas las ilustraciones. Felicidades y saludos.
ResponderEliminarHola, Mr.Belknap y muchas gracias! Cuando leí lo del fenómeno furry enseguida pensé que sería un buen caso para el sagaz Duralex.
ResponderEliminarSaludos!
Borgo.
Hace tiempo vi un reportaje de una chica que salía a la calle totalmente disfrazada de zorro blanco, como la mascota de un equipo de baloncesto, en ese plan. Era de EEUU y tendría 20 años. Parecía una locura, pero según decía salir así le daba mucha libertad, porque aunque todo el mundo la miraba nadie la juzgaba porque nadie la veía en realidad, nadie podía reconocerla. Tiene sentido.
ResponderEliminarYo trabajaba en una tienda cuando entró en vigor la ley, y la encargada se lo tomó muy en serio. Le puteaba, pero estuvo bastantes semanas saliéndose a la calle para fumar. Luego, con el tiempo volvió a fumar dentro de la tienda, pero la muy lista seguía saliendo de vez en cuando a la calle, para escaquearse con la excusa del fumeque más que nada...
Hola, Doctora! Bueno, esa es la idea de los carnavales de toda la vida. Se supone que la gente está más desinhibida cuando lleva una mascara, entonces se puede jugar a ser cualquier otro. También se dice de los actores que no se gustan mucho ellos mismos, por eso toman otras identidades cuando actúan.
ResponderEliminarRecuerdo que un año antes de la ley fui a Irlanda -de los primeros países que prohibieron fumar en locales públicos- y entré en un pub. Estaba vacío pero con jarras en todas las mesas, todos los clientes estaban fumando en un jardín interior. Por un momento me pareció estar en la taberna de los hombres invisibles.
Saludos!
Borgo.
Pero cómo te enteras de estas cosas! Ja, ja!
ResponderEliminarLo de disfrazarse y tal... bueno. Pero que te guste un peluche de ese modo... no sé... hay gente para todo. Tampoco me parece mal que cada uno haga lo que le de la gana por supuesto. Y tendrán que quitarse el disfraz en algún momento (o parte)
Feliz año y un abrazo. Paso por otras entradas tuyas pendientes que no me ha cundido nada la Navidad.
Curioso lo del Furry, pero donde esté el contacto con piel humana ... que se quite el peluche. En mi ciudad todavía quedan algunos locales que, a altas horas de la noche, permiten el incumplimiento de la ley anti-tabaco. Locales que visito con asiduidad y a los que me encantaría invitar a esa sexy hija de Fu Manchú que has dibujado.
ResponderEliminarHola, Nury! Eso es porque leo mucha literatura friki...
ResponderEliminarNo sé si se deben quitar los disfraces en algún momento de esas fiestas. Por lo que he leído se dedican a los achuchones y abrazos sin pasar a mayores. Es como una segunda infancia, más o menos, y bastante surrealista.
Muy feliz año y me alegra mucho que te pases por Borgo, tu casa.
Borgo.
Hola, Conde! Yo también soy más de piel humana que por algo es muy erógena. Supongo que Chewacca debe ser muy popular en esas fiestas.
ResponderEliminarHace tres meses estuve en Berlín y resulta que es la úica ciudad europea donde permiten fumar en los bares. A Los berlineses esa ley les pareció un atentado contra la libertad individual, y es que en esa ciudad practican el "prohibido prohibir".
Eso sí, allí no encontré a la hija de Fu Manchú. Lástima, me gustaría pedirle fuego.
Saludos!
Borgo..
Jaja, me ha causado mucha gracia lo del Furry Party, creo que eso se lleva haciendo años en los carnavales de Tenerife, jeje... La verdad es que he disfrutado mucho el relato, se presenta un hecho grave en un entorno surrealista, son como dos fuerzas que chocan, así que el ambiente del relato te ha quedado genial.
ResponderEliminar¿5 años ya de la ley antitabaco? Parece como algo del pleistoceno. Ahora miro atrás y no concibo que en un bar, colegio, u hospital tuviéramos que soportar tantos malos humos, como yo no fumo lo veo así, los que fuman pensaran lo contrario, pero era horrible llegar a casa con la ropa y el pelo apestando a cenicero.
Saludos
:D
Que bueno el poti poti. Ya no hará falta que me salga a la "smoking room" porque el mes que viene hará un año que dejé el el tabaco jajaja.
ResponderEliminarLo sustituí por otro vicio mucho más saludable (pese a la detestable mala prensa que le confieren a través de los medios por meros intereses económicos) y este no es otro que el cigarrillo electrónico. Te aseguro que es el mejor sustitutivo posible, además de ser un 90% mas sano segun un reciente estudio realizado en el Reino Unido.
Desde aquí animo a los fumadores empedernidos que lean esto a cambiar ese hábito tan pernicioso. Podeis localizarme para asesoraros sin compromiso alguno.
Saludos Miquel.
¿Qué tal, Anna? Anda, eso no me lo esperaba de los Carnavales de Tenerife. Me alegra muchísimo que te haya gustado es6te nuevo reto pera el inspector Duralex.
ResponderEliminarSí, un lustro, cómo psa el tiempo. Soy de la época que aún recordamos cuando en el avión decían: "Apaguen los cigarrillos y abróchense los cinturones", ahora parece increíble. Me alegra de no volver a casa de noche con los ojos escocidos y oliendo a humo, aunque hubiera preferido que dejaran a los bares elegir si se permite fumar o no. En los restaurantes y demás locales públicos me parece muy bien.
Saludos!
Borgo.
Hola, Alimaña! Creo que hiciste bien de dejarlo pues las cosas se han ido poniendo difíciles para los fumadores. Yo lo dejé unos diez años antes de que entrara en vigor la ley, así que tampoco puedo hacer Smirting.
ResponderEliminar¿Te fueron bien los cigarrillos electrónicos? El año pasado surgieron locales de esos cigarrillos en mi barrio por todas partes (justo después de los de yogurt helado) A mí me funcionó la acupuntura, y eso que yo era muy escéptico. Diez sesiones con agujas detrás de las orejas y adiós tabaco.
Ya saben, fumadores: Alimaña les puede ayudar a dejar el vicio.
Saludos!
Borgo.
Un caso para Dularex sin duda, jaja. En esto de las partys se da de todo. Pero me parece una cursilada, sorry. Me gustan más esas fiestas locas a lo hnos Marx al menos sólo te tienes que pintar un bigote y mascar un puro o como mucho ponerse la peluca de Harpo.
ResponderEliminarNo sé porqué esta historia tuya me ha recordado a Roger Rabbit..me he reido mucho, Miquel.
Estupendos los dibus.
Lo del tabaco..sí debe tener su morbo, encanto o lo que sea..es que no fumo y soy friolera jaja..prefiero estar dentro del pub.:)
Feliz año, otra vez (por si no te lo habia dicho)
Ya te lo habrán dicho mil veces pero sí, en un capítulo de CSI se habló de ese tema de los peluches y sus "fiestas".
ResponderEliminar"De lo que no te enteres en CSI, no te enteras en ninguna parte" pensé yo, y está claro que me equivocaba.
Y oye, no me extraña que intente ligar con el inspector quien lo hace, hay que recordar que Bugs Bunny siempre le gustó mucho disfrazarse de chica sexy (sospechoso, no me lo negarás).
pd O sea, que lo de pedir fuego aún funciona...
El caso del inspector tiene su gracia, esos ratones mueren satisfechos, es una muerte complaciente, y los invitados a la fiesta tan tranquilos. Hay para todos, estos americanos no saben ya que discurrir, aunque aquí en carnavales algunos/as practican esa misma tendencia, lo de disfrazarse para luego ligar con quien se te ponga a tiro,hasta que descubres quien es cuando se quita la máscara y menuda decepción.
ResponderEliminarYo no soy fumadora y por lo tanto estoy encantada de que no se permita fumar en muchos sitios, y lo de fumar fuera esta bien, salvo en días como el de hoy que caen chuzos de puntajjj.
Besos Miquel.
Puri
¿Qué tal, Abril? Eso que dices me recuerda a como el genial Groucho definía una fiesta aburrida: "Una de esas fiestas con cerveza caliente y mujeres frías".
ResponderEliminarMe alegra mucho que te gusten la historia y los dibujos y todavía ahora disfruto con Roger Rabbit que ya habré visto una docena de veces. Dicen que van a hacer un remake con Jeff Bridges paseándose por el País de los Dibus.
Toda una proeza el aguantar en un aterraza de noche sin estufa. Entre otras enfermedades los fumadores son ahora más propensos a los catarros.
Tanto da, Abril, me encanta que me desees feliz año y decirte lo mismo: ¡Muy feliz 2016!
Borgo.
Hola, loquemeahorro! Sí, he vuelto a repescar ese episodio y también uno en el que salía una fiesta con gente disfrazada de muebles, "Furnifília" lo llaman. CSI es un pozo de información y tendencias.
ResponderEliminarSí, a Bugs Bunny le encanta travestirse y mirar fijamente a Elmer _¿Qué hay de nuevo, viejo?- mientras mastica sensual una zanahoria. Por algo será que la revista gay Zero dedicó una portada al conejo de la Warner.
Ya ves, todo vuelve, yo creo que lo de fumar y pedir fuego ya se usaba para ligar a los cuatro días de que Colon trajera el tabaco a Europa.
Saludos!
Borgo.
Hola, Dulcinea! Los pobrecitos almizcleros tiene una vida breve, pero ajetreada, eso sí. Como aquel viejo chiste "mueren a polvos, como las cucarachas".El momento de quitarse las mascaras la medianoche de carnaval debe ser delicado, es mejor llevar un disfraz que no provoque muchas expectativas. Yo creo que este año me vestiré de vampiro... para variar.
ResponderEliminarCon lo de dejar el tabaco me impide hacer Smirting paro también se terminaron aquellos ataques de tos matinales. Ya he leído sobre las torrenciales lluvias que están cayendo en Canarias, espero que no provoquen daños como el pasado octubre.
Muchos besos, Puri!
Borgo.
Borgo: No sé si declararme más sorprendido por conocer la existencia de esa palabreja que por saber su significado.
ResponderEliminarMe he partido el pecho de la risa con tu relato: buenísimo.
¡Cinco años de gente fumando en la calle! ¿Sabes? Me encantaría que derogaran esa ley: me ahorraría los humos que, de las terrazas públicas (antes llamadas veladores) que ahora son eternas, verano e invierno, se cuelan en las casa de los vecinos...
Un abrazo.
p.d.: las ilustraciones, magníficas.
Hola Miquel! Pues como siempre tus poti-poti son fantásticos. Hay que ver la de información que nos has proporcionada de una tirada.
ResponderEliminarDesconocía los de las fiestas que mencionas en las que todos se disfrazan de una animal para dar rienda suelta a sus más extrañas ¿perversiones? sexuales. Hasta este momento sólo sabía de la conejitas playboy
Lo del hombre ratón que finalmente muere debido a su afán copulatorio, me ha recordado a unos animales que parece que tienen su gracia, debido a unos dibujos que los hicieron famosos, pero que son más obsesivos y malos que la tiña: el demonio de Tasmania. ¿Por qué? Porque tal es su obsesión por la copulación, que secuestran a la hembra en su guarida durante días y días en los cuales realizan el acto sexual sin parar; el apareamiento es sumamente violento ya que el macho utiliza la fuerza para someterla..vamos todo un caballero ( es que vi un documental hace poco, y ya que hablamos de animalitos jajja)
Duralex como siempre genial. Y respecto a lo del tabaco tienes toda la razón: eso de compartir vicios une mucho ;)
Un beset Miquel!
Hola, Josep! Es que el nombrecito se las tiene: Ursusagamalatofília". Suena a enfermedad muy fea pero es que bueno, como decía mi abuelo "Hay gente pató".
ResponderEliminarMe alegra el día que te gusten el relato y los dibujitos. Mis vecinos también están muy mosqueados con los ruidos de la gente que se pone a fumar y a darle al palique en la calle ahora que no se puede fumar en los locales. Está claro que las leyes son como la lluvia, que nunca son al gusto de todos.
Abrazos!
Borgo.
¿Qué tal, Cristina? Increible lo del diablo de Tasmania, los machos retienen a sus hembras durante una semana en sus guaridas. Además tienen un olor muy desagradable por sus hábitos carroñeros, gritan muy fuerte y son muy feroces. Vamos, la mascota ideal para tenerla en casa; y encima no se parecen en nada a su versión animada de los Looney Tunes. Creo que me quedo con mi gato.
ResponderEliminarMe pone muy contento que te guste el nuevo caso de Duralex y sí, es verdad lo mucho que une el vicio, crea un vínculo muy fuerte. Solidaridad nicotiniana, se puede llamar.
Molts besets, Cristina!
Borgo.
Hola!! Cuanto tiempo sin pasar por aquí. Disculpa la tardanza. Últimamente no tengo tiempo ni para rascarme.
ResponderEliminarEn cuanto empezaba a leer el relato me vino a la mente aquel capítulo de CSI que comentas. Donde todos y todas se frotaban ahí vestidos de peluches gigantes. Lo que ya no recuerdo era si el capítulo era del "asexuado" Grissom o del Horatio "el zanahorio" Cane.
Yo pensaba que íbamos a ser más reacios con lo de la ley del tabaco, y 5 años después parece que todos nos hemos adaptado, yo como fumador, el primero. Que ahora salgo religiosamente a pasar frío, aunque reconozco que ha bajado el número de cigarrillos que acaban en mis pulmones. Aunque en algunos bares que conozco se sigue fumando como si tal cosa, encabezando la fumata el propietario que orgulloso con su pitillo a medio consumir colgando del labio te pregunta qué quieres.
Un abrazo.
Hola, Charly y bienvenido! Ya sabes que aquí en Borgo siempre eres bien recibido.
ResponderEliminarSi no recuerdo mal (las Navidades siempre me dejan lagunas en la memoria) creo que en ese capítulo aparecía Grissom que flipaba lo suyo al ver aquel desmadre peluchero.
A todo se acostumbra el cuerpo humano. También se publicaban cartas apocalípticas en los periódicos pronosticando el cierre de los locales y no ha sido para tanto. Ahora todo el mundo fuma menos, yo por ejemplo que lo dejé hace casi diez años.
Saludos!
Borgo.
Hola, Miquel!
ResponderEliminarMe ha gustado la entrada. Aunque eso de los disfraces me ha dejado trastocada! Más que nada porque me da un poco de cosilla! A parte de ser incómodo. La foto del chico con una cabeza de conejo, da en lo que pensar. Las ilustraciones y la hitoria de Duralex (que no sé porqué pero cada vez que leo algo sobre ese agente, me viene a la mente una imagen.... sí, lo sé, tengo la mente sucia, jajaja) es simplemente genial!
Saludos!
¿Qué tal, Éowyn? Bueno, yo también me sentiría algo incómodo rodeado de peluches tan grandes, sobre todo si en la fiesta se ha colado un Bugs Bunny muy salido, igual podría ser ese chico de la foto con el traje de verano.
ResponderEliminarMe alegra muchísimo que te haya gustado el relato, ahora estoy preparando una nueva aventura de Duralex en la que aparece por vez primera su superior, el comisario Starlux. No podía llamarse de otra manera...
Saludos y buen finde!
Borgo.
Muy gracioso el relato, tanto es así que me tapó la gracia que me causó en un comienzo esta extraña perversión. Y es que no entiendo la excitación de los Furrys (ni sabía de ellos, gracias), muy raro, casi que roza la zoofilia.
ResponderEliminarLo del smirting es muy cierto, el cigarro y el acto de fumar fue muy analizado por el amigo Sigmund. Yo, que no fumo, me he perdido grandes chances.
Abrazo!
Hola, Frodo! Desde luego que es raro, se podría llamarse Peluchefília. Parece que se limitan a abrazos y achuchones.
ResponderEliminarNo sabía que Freud había tocado el tema del tabaco. Es evidente que en el cine da sensación de glamour (la boquilla de Audrey Hepburn, por ejemplo) y además el humo no te da en las narices. Yo tampoco fumo, me pregunto si se puede practicar el Smirting con cigarrillo electrónico.
Saludos!
Borgo.
Qué buen relato el de Duralex, je, je: me hiciste sonreír en varios pasajes (el de la cara de simio del dueño de casa es genial).
ResponderEliminarBuena data la del smirting, la desconocía; y nunca la voy a conocer, porque odio el cigarrillo, y el tabaco en general, con toda mi alma: jamás fumé ni un cuarto de pitada.
¡Saludos!
Hola, Juan Esteban! Me alegra hacerte sonreir, eso siempre está bien. Según como, no llevar máscara en una fiesta de disfraces puede ser poco aconsejable.
ResponderEliminarHaces bien en no fumar. Lo mío me costó dejarlo y lo conseguí con la acupuntura aunque pocos confían en ella, en mi caso, funcionó. Vivía entonces en un cuarto piso sin ascensor y cada día llegaba a mi casa echando el bofe...
Saludos!
Borgo.
Muchas gracias, por mandarme el enlace la verdad que ha sido todo un lujo poder leer el relato no sabía de esta tendencia de vestirse de peluches o como quieras llamarlos. Y desde luego el ratón se metió bien en su personaje, ahora debió de tener una muerte toda placentera ajjaja. Un besote y mil gracias.
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