Zinc acaba de divorciarse. Su ex mujer se ha quedado con el
piso y un gato y tiene que esperar unas semanas para mudarse a un piso que
necesita unas urgentes reparaciones. El
abatido Zinc decide alojarse en un Hostel por lo barato de sus precios y porque
supone que estar rodeado de alegres
jóvenes –todos estudiantes a los que dobla la edad- aliviará su estado de ánimo.
Le gusta la luminosidad de su habitación. Muebles de madera
reluciente, paneles color aguacate y una
gran ventana. A lo lejos, como un signo de admiración en el horizonte de
edificios, se alza la chimenea de una fábrica.
Una luminosa tarde regresa a su habitación y se encuentra a
un joven japonés de pie en el salón sosteniendo una botella.
-Vaya, vaya, vaya –dice en inglés marcando una escala
descendente con su voz aflautada. Su rostro tiene algo especial, una expresión
de tristeza risueña que sugiere un payaso sin maquillaje-. Me he equivocado. El recepcionista ya me dijo que algunas llaves
abren distintas habitaciones.
-Sí, a mí también me lo advirtió – recuerda Zinc. Fija su
mirada en la botella, de panza redonda y cuello muy largo, lleva una jarrita de
porcelana sujeta con un cordel.
-Es sake –dice el japonés anticipándose a la pregunta que
iba a hacer Zinc-. Hoy es mi cumpleaños y la verdad es que no sé de nadie con
quien compartirla –mira hacia Zinc y sus gafas hacen un destello que parece un
guiño.
-¡Ah, pues felicidades y tomemos unos tragos! Me vendrá bien
algo de compañía –Zinc extiende su mano y se presenta. El chico lo hace a la
manera japonesa, con el apellido delante -: Tempura, Yoshiro. Llámame Yosho.
Zinc nunca antes había tomado sake y Yosho le muestra cómo
ha de prepararlo. En la cocina calienta un cazo con agua y justo cuando empieza
a borbotear apaga el fuego e introduce la jarrita con sake. “Es mejor caliente”,
dice Yosho.
Se sientan en una mesita redonda. Una buena idea de los
Hostels, en una mesa de ese tipo se siente uno menos solo que en las cuadradas.
Yosho no responde al estereotipo japonés, es animado y
conversador. Dice a Zinc que es dibujante de cómics y que ha venido a Barcelona
para el Salón del Manga. “¿Te gusta el manga?”, pregunta. Zinc cabecea:
-Soy de otra época, más de Mortadelo y Filemón, Anacleto
–Yosho entrecierra sus almendrados ojos dando a entender que no le suenan esos
nombres-… ¿Astérix? ¿Tintín? – Ahora Yosho asiente y sirve más sake.
Sorben posos de sake con aire. Ya han vaciado los vasos y
Zinc se dirige a la cocina para calentar más agua.
Cuando Zinc regresa la ventana comienza a virar al azul, la brisa
agita las cortinas y el japonés ha desaparecido. En su lugar hay un álbum de
cómic.
Un año después, Zinc tiene nueva pareja y otro gato y así se
lo explicó (a su pareja, no al gato, se entiende):
“Fue como si una presencia invisible tomara mi mano y con la
celeridad y la magia propia de los sueños fui girando las páginas hasta que
llegué a la primera. La primera página para un
cómic occidental pero la última de un manga, lo que entonces yo desconocía, también que se leen de derecha a izquierda. Lo
que vi al abrir el libro me dejó helado:
Yo, dibujado al estilo manga, sentado frente a Yosho en la
mesita tomando sake -¡vaya narizota me había puesto!- hasta aparecía la misma copia de un cuadro de K. Abbott que estaba colgado en aquella habitación. A la izquierda, en la siguiente y última viñeta, sólo
había un texto en japonés, sin dibujo.
Pregunté al recepcionista si había algún estudiante japonés
alojado. Claro que los había, siempre los hay en los Hostels. Llamé a la puerta
que me indicó y me abrió una chica rellenita con largo pelo negro sujeto con
una horquilla de marfil. Le rogué que me tradujera al inglés lo que ponía en la
última viñeta. Su mirada se iluminó al ver el nombre de la portada: “Ah,
Tempura! It´s Great!”. Tradujo:
“Esta es la última viñeta del famoso dibujante de manga y
anime Tempura Yoshiro que murió repentinamente en Barcelona el 27 de octubre de
1997; el día de su cumpleaños.
IN MEMORIAM.”
Bueno, este ha sido mi cuentecillo atrasado de Halloween,
pero siempre viene bien una historia de aparecidos y fantasmas. Ahora, la
receta:
SALMÓN CON SALSA TERIYAKI
Preparar primero la salsa teriyaki. En un bol poner
una cucharada de sake o vino blanco, 1 vaso de agua, ½ vaso de salsa de soja, 2
cucharadas de azúcar y un pellizco de ajo en polvo. Remover todo bien para
emulsionar el azúcar.
Vertir esta salsa en una sartén –mejor si es de las viejas-
al fuego. Añadir el salmón cortado a dados y dejar que la salsa se vaya
reduciendo. El azúcar mezclado con la soja y el sake formarán un caramelo, es
el momento de retirarlo del fuego pues la salsa puede quedar amarga si se
calienta demasiado. El salmón ha de quedar tierno por dentro y caramelizado por
fuera.
.
Inquietante, muy inquietante, y el apellido del nipón fascinante jajaja, mucho mejor que cualquier marca de motos, coches o electrodomésticos... Pues eso, que la espera por el relato ha merecido la pena Miquel. Un buen día podrías agrupar todos estos relatos y microrelatos en un libro que muchos, entre los que me encuentro, pagarían por tener de buena gana.
ResponderEliminarSaludos.
Momento. ¿El protagonista se llama Zinc de apellido? Hay un personaje, con cierto público en mi blog, que se llama Anita Zinc. ¿Casualidad o son parientes?
ResponderEliminarY el fantasma que no parecía fantasma es un buen recurso, como que fuera alguien famoso y reconocido, aunque no por el protagonista. Y sorprendente hayarse dibujado en un comic que fue hecho antes. Parecido en lo que pasó en la serie Heroes, donde el personaje Hiro Nakamura se encontraba como personaje de una historieta, hecha por alguien que podía dibujar el futuro.
Que buena historia.
Hola, Alimaña! Pues mira, el nombre del protagonista me vino leyendo ese libro: "Sushi, More of 1000 Dishes" Cuenta que los misioneros españoles enseñaron a los japoneses la técnica del rebozado y les decían: "¡La temperatura, muy importante la temperatura!", de ahí viene el nombre "tempura".
ResponderEliminarDe momento no tengo suerte con los relatos pero voy a enviarlos a una página llamada Me gusta escribir. com donde editan libros de autores noveles.
¡Deséame suerte!
Borgo.
Hola, Demiurgo! Es verdad, Anita Zinc, me gusta el nombre y en catalán es como se pronuncia "cinco", mi número de la suerte. Quién sabe si son parientes.
ResponderEliminarInteresante lo que cuentas del personaje de la serie "Héroes". No vi ese episodio pues perdí el interés por esa serie a partir de la tercera temporada, como me suele ocurrir con la mayoría. Ya me gustaría eso de ser un dibujante del futuro, cómo molaría en los salones y congresos de cómic...
Saludos!
Borgo.
Pero ocurre más tarde del 97 ¿no? El fantasma del dibujante buscaba alguien con quien brindar por su cumpleaños y una vez encontrado, puede irse tranquilo.
ResponderEliminarYo por lo menos le doy esa interpretación, un poco a lo Sra. Muir, de buen rollito.
pd. Qué moñas soy!
Hola, loquemeahorro! Anda, es verdad, no indiqué en ninguna parte que esto ocurre años despues, en la actualidad. Bueno, está contado en presente... y después en pasado, me he hecho un pelín de lio.
ResponderEliminarSí, el fantasma ya ha tenido su fiestecita de cumpleaños y Zinc puede estar contento de ser visitado por un espectro que le ofrece sake calentito, corren por ahí fantasmas mucho más chungos como los de Paranormal Activity.
Saludos!
Borgo.
Anda, pues no sabía yo eso de que los cómics japoneses se leen del final al principio. A mi me pasa como al protagonista del relato, que soy más de Mortadelo o de Roberto Picaporte, un solterón de mucho porte, jajajaja!
ResponderEliminarSaludos
Hola, Cahiers! Yo aprendí eso en un cursillo acelerado de manga cuando la editorial Kodansha me encargó un cómic del que no me siento muy orgulloso y claro, tenía que distribuir las viñetas de ese modo. Mi protagonista se llamaba Minos y era un superhéroe con cabeza de toro que tenía su escondrijo en una de las torres de la Sagrada Família.
ResponderEliminarEso, a mí que me den los cómics Bruguera. Al menos no tienes que ir disfrazado al salón, no creo que me siente bien el modelito de Lolita Gótica.
Saludos!
Borgo.
A mí si un día se me aparece un fantasma prefiero que me deje pasta, o en su defecto alguna lección vital... que me ayude a conseguir pasta ;P
ResponderEliminarMiquel los nombres de tus personajes son muy originales. Yo de comics japoneses no tengo ni idea, yo soy más de los nuestros.¡ que tiempos ! Una historia muy rocambolesca, con fantasma incluido y fiesta de cumpleaños ¡ genial!
ResponderEliminarTomo nota de la receta,gracias por compartir.
Beso Miquel.
Puri
Yo me enteré hace bien poco de que el cómic japonés se lee de final a principio, y de derecha a izquierda, gracias a un amigo mío que tiene uno en su casa.
ResponderEliminarOriginalísimo relato, Miquel. ¿Y verdad que todas las ilustraciones de esta entrada son tuyas, verdad, verdad, verdad? ¡Qué bien! :)
Besos, Borgo.
¡Hola Miquel! Mejor tarde que nunca, ¡genial relato halloweenesco! Muy spooky. El otro dia en la libreria, una clienta que le estaba comprando un manga a su hijo, se llevo flor de sorpresa por como se leian los mismos; muy buena su receta, es para poner en practica. Saludos.
ResponderEliminarQué buen relato, Borgo.
ResponderEliminarFascinante su cierre, completamente inesperado (por lo menos, para mí).
Las ilustraciones, como siempre, espectaculares. Sos un grande, de verdad.
¡Saludos!
Qué bien... un relato de fantasmas, ideal para noviembre (aunque ya haya pasado halloween). Estupendas ilustraciones. ¿Tu crees que si menciono "la leyenda de Sleepy Hollow" te propondrán hacer la portada? Ja, ja... es por eso de las casualidades.
ResponderEliminarNo sé si tengo paciencia para hacer esa salsa con el salmón (estoy segura de no darle el punto)
Saludos.
muy bueno el relato, me quedo con la receta,
ResponderEliminarsaludos
Hola, Doctora! Pues yo ya me conformo con que un fantasma me prepare un buen plato de pasta, como el que probé el otro día: macarrones alla amatricciana, con tomate, cebolla bacon cortado en tiras y champiñones. Buenísimo! Te lo recomiendo.
ResponderEliminarSaludos!
Borgo.
Hola, Dulcinea. A mí me pasa lo mismo que Zinc que debe ser de mi quinta, eso del manga y el anime me pilló un poco mayor y prefiero los clásicos, Bruguera, los franco belgas... Está bien que a los fantasmas les queden ganas de celebrar su cumpleaños aunque claro, siempre será el mismo.
ResponderEliminarEs una receta muy sencilla y quedan buenos esos taquitos de salmón, y eso que no soy demasiado amante de la cocina japonesa, pero me gusta el sake.
Besos, Puri!
Borgo.
Hola, Clementine! Yo lo supe por mi breve relación con la editorial Kodansha, aunque otras editoriales, como La Cúpula, publican los manga con el orden occidental.
ResponderEliminarMe alegra de verdad que te haya gustado mi cuento de fantasmas y sí, todos los dibujitos son míos. Me encanta hacer ilustraciones expresamente para mis relatos.
Besos, Clementine!
Borgo.
Hola, Mr.Belknap y gracias! Por cierto que cuando vivía en Buenos Aires en el año 1999 llegó hasta allí el boom de la cocina nipona y en el barrio de Montserrat descubrí mi primer Kaitensushi, esos locales donde los platos salen transportados por una cinta como las de los equipajes del aeropuerto. Por las noches salían en un tren de miniatura. Me gusta el sushi, pero solo de vez en cuando.
ResponderEliminarSaludos!
Borgo.
¿Qué tal, Juan Esteban? Muchísimas gracias! Ya he visto tu amable aportación en el facebook de tu relato "Adán". Felicitaciones por la publicación y ha sido un placer compartirlo un poco contigo.
ResponderEliminarSaludos!
Borgo.
Hola, Nury! Siempre es buen momento para un relato de fantasmas aunque esté más cercano de las Navidades.
ResponderEliminarPues prueba a ver si aciertas porque me encantaría hacer esa portada del jinete sin cabeza. Es estupendo ese relato de Whasington Irving y la película de Burton; nunca se sabe...
Yo tampoco tenía clara esa receta pero de verdad que es muy sencilla. El salmón ha de quedar tostado por fuera y jugoso por dentro, es sólo coger el punto de cocción.
Saludos!
Borgo.
Muchas gracias, Karin! Seguro que te gustará la receta. Yo la hice acompañada de arroz con cebolleta y guisantes y un toque de wasabi. Ahora estoy intentando hacer sopa de miso, con algas, cebolleta, puerro y un toque de curry rojo.
ResponderEliminarSaludos!
Borgo.
Hola Miquel! Como siempre un relato fantástico. Me encantan las historias de fantasmas japonesas,lo cierto es que la cultura japonesa me seduce bastante. Mi hija es una apasionada del Manga y del Anime, y la verdad es que gracias a ella he visto, yo me decanto más por las pelis, títulos maravillosos del maestro Miyazaki.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho esta entrada con receta incluída
Besos!
Una celebración con fantasma es para nota Miquel (jaja).Tus relatos son siempre chistosos aunque pretendas asustarnos. Me encanta. :)
ResponderEliminarDel manga conozco pero no es lo mio,y sé que tiene muchisimos fans. He asitido a salones del comic y los cosplay (disfraces) cada vez son más elaborados. Lo viven con muchisima pasión.
Tambien reconozco que Miyazaki es muy bueno, se le compara con Disney por el éxito que ha tenido con sus peliculas, un tipo muy creativo la verdad.
El salmón me encanta. Intentaré la receta.
Saludos, Miquel
¿Qué tal, Cristina? A mí también me gustan mucho esas historias de fantasmas japoneses. Yo hice los dibujos de un libro "Balades i contes japonesos" de Editorial Abadia que, como tantos otros libros de cuando empezaba, ya está descatalogado. A mi hijo también le fascina el manga y las películas de Mizayaki, en especial "Mi vecino Totoro" y el manga "Akira" situado en la ciudad futurista de Neo-Tokio.
ResponderEliminarBesos y ya me contarás qué tal te ha ido con la receta.
Borgo.
Hola, Abril! Bueno, ese ha sido un fantasma bonachón que invita a sake, todo un detalle por su parte. Yo dibujé algo de manga pero en seguida me di cuenta de que no era lo mío. Había de copiar el estilo japonés y no me gustaba que coartaran la creatividad, la mayoría de dibujantes españoles que captaron no siguieron estas normas. Me gusta, eso sí, asistir a los Salones de Manga y ver el ambientillo de los cosplays. Es divertido ver un público ta entusiasta. Puede decirse que Mizayaki es el Disney japonés, con menos canciones en sus películas.
ResponderEliminarSoy como los gatos, me encanta el salmón y esa es una de las recetas que mejor le sienta.
Saludos!
Borgo.
Hola Miquel,
ResponderEliminarEstupendo relato y muy curioso. Si a mí se me apareciera un fantasma de primeras me daría un ataque, pero si me invita a tomar algo, ya sea sake o lo que se tercie, pues oye, no le voy a decir que no. Siempre he sido de los tebeos tradicionales, aunque hace muchos años empezaron a poner tiendas de Manga y vi que tenían "Ramma 1/2". Me encantaban la serie de dibujos. Lo que me pareció curiosísimo es que los manga se leen del final al principio. A ver si me paso por una de las tiendas que tengo cerca de casa y me compro un tomo de "Ramma...." que me hace ilusión. Miyazaki, todo un genio de la animación. "El viaje de Chihiro" es mi favorita de él.
¡Saludos!
¿Qué tal, Éowyn? Es la ley de la hospitalidad, si un fantasma se te cuela en casa lo menos que puede hacer es traer algún detallito ¿no?.
ResponderEliminarYo también soy más de los tebeos (cuando aún no se llamaban cómics) crecí con Bruguera, los francobelgas (Tintín, Blueberry) y aquellos cómics de terror de la Warren (Vampus, Dossier Negro...) si tuviera un porrón de años menos me tiraría más hacia el manga. Me gustan algunas cosas del anime como Ramma 1/2 y "One Piece" que mi hijo me ha animado a verla. "El viaje de Chihiro" es una película fantástica (en todos los sentidos) me encanta la escena en la que llega con sus padres a la ciudad abandonada. Ah, y también "Porco Rosso".
Saludos<!
Borgo.
Maravilloso tu relato,,me encantó. Me atraen los relatos de fantasmas
ResponderEliminarUn beso dulce de seda.
Muchas gracias, María. A mí me gustan los cuentos de aparecidos, siempre, aunque haya pasado Halloowen. Aún tengo más relatos con fantasmas y espectros para ir publicando.
ResponderEliminarBesos dulces de seda.
Borgo.
Me encantó este relato, Borgo, es de aparecidos, pero también tiene magia y mucho de homenaje.
ResponderEliminarLa receta... bueno, para eso soy muy malo.
Un fuerte abrazo, amigo.
HD
¿Qué tal, Humberto? Me alegra verte por aquí de nuevo. Muchas gracias, para mí es un honor que te haya gustado el relato. No soy muy amante del manga pero bueno, hago lo que puedo y tú seguro que lo harías bien con esta receta, es muy sencilla.
ResponderEliminarAbrazos, amigo!
Borgo.
Como siempre muy buen relato y dibujo. Me contaron que no sé que plato japonés se hace con un pez que es venenoso pero si se cuece bien el veneno desaparece...
ResponderEliminarHola, Aris! Gracias! Si, ese es el pez fugu. Hay cocineros que solo preparan ese plato pues hay que tener precision de cirujano para no cortar la vesicula que contiene el veneno, la tiran y se comen el resto. Saludos! Borgo.
ResponderEliminarHola, Aris! Gracias! Si, ese es el pez fugu. Hay cocineros que solo preparan ese plato pues hay que tener precision de cirujano para no cortar la vesicula que contiene el veneno, la tiran y se comen el resto. Saludos! Borgo.
ResponderEliminarBuen relato. Creo que recuerdo a aquel dibujante, Tempura Yoshiro, sí. Espera que hay un japonés llamando a la puerta.
ResponderEliminarSaludos.
Hola, Licantropunk! Gracias y si el fantasma llama a tu puerta ya sabes, él pone el sake y tú el sushi, así pasaréis una bonita velada.
ResponderEliminarSaludos!
Borgo.