Se encuentra en Xochimilco (México) Un lugar con cientos de
muñecas usadas, decapitadas y desmembradas, colgadas en árboles y cañas para “espantar
a los espantos”, como solía decir Julián Santa Ana, el único habitante de este
islote. Julián recogía muñecas de la basura y con ellas decoraba la isla a modo
de talismanes pues decía que al poco de llegar una joven pereció ahogada y que
desde entonces oía gritos y lamentos. También estaba convencido de que una
sirena quería atraparlo y por eso siempre llevaba muñecas en su barca de pesca.
UN FANTASMA GRINGO
Curioso. Estuve en Xochimilco y nadie me habló de esta isla
pero sí del Fantasma gringo del cocotero. Yo pasaba unos días en un hotelito
del parque Anáhuac y me intrigó ver un cocotero con un jarrón de
plástico en el que siempre había una rosa amarilla.
Supe esa historia por Evaristo, un camarero del hotel.
Durante la cena me llevé a la boca una cucharada de tinga poblana con chiles
habaneros. Una hoguera estalló en mi boca. Empecé a sofocarme y hacer aspavientos,
Evaristo me vio y cuando iba a tomar un trago de agua me dijo: “Agua no, guey”
y me acercó un vaso de leche que contiene caseína; lo mejor para apaciguar el
ardor del picante.
El personal del hotel se alojaba en unos bungalows cercanos. Allí visité a Evaristo llevando una
botella de mezcal con gusano, la compré para mostrarle mi agradecimiento por
haber salvado mi estómago. Evaristo admiró el gusano sumergido con entusiasmo
infantil: “¡Padrísimo, guey! Ahora traigo vasos, un fierro (cuchillo) y
limones.”
-¿Qué hay en ese
saquito que va sujeto a la botella? –pregunté.
-Sal con chile y gusano molido –me dijo. Sobre el dorso de
la mano vertió unos granos de sal anaranjada, los lamió, se echó un buche de
mezcal y rápidamente introdujo un pedacito de limón en su boca.
Repetí todos los
pasos. El líquido me inundó de calor las
vísceras. Mientras Evaristo abría el saquito para preparar otro trago le
pregunté por aquel cocotero.
-Un gringo murió en ese lugar –dijo espolvoreando sobre su
mano la cantidad justa de sal enchilada y cadáver de gusano-. Soplaba brisa y
nunca hay que colocarse debajo de un cocotero en días de viento. Un gran coco
verde se desprendió y aterrizó en su cabeza. ¡Bum! Murió en el acto, con el
cráneo destrozado.
Recordé que a veces, cocos verdes y enormes como un balón de
fútbol, caían de la copa y producían un ruido sordo al chocar contra el suelo.
-Algunos dicen que han visto su fantasma paseando por los
cocoteros –dijo Evaristo sirviendo más mezcal-. Pendejadas, nomás… pero sí que es cierto que cada día alguien
deja una flor en ese cocotero. Siempre una rosa amarilla, el símbolo de Texas; el
gringo debía ser de allí. Supongo que algún pariente paga a un empleado del
parque para que se ocupe de la rosa.
Anochecía. Nos sentamos a una prudente distancia del
cocotero a beber mezcal mientras esperábamos ver el fantasma gringo o, al
menos, el encargado de reponer las rosas.
Todo parece estar repleto de misterio en México. En cualquier lugar se
oye: “Rasca… y aparecerá…” Pero nadie apareció. Evaristo inclinó la botella y
el gusano cayó mansamente en el fondo del vaso. Me indicó:
-Hay que hincarle el diente con medio cuerpo fuera. Muerde,
como si fuera una guinda, y el resto lo sorbes.
Mordí, engullí, glups. Sabía a mezcal sólido.
Un par de chorradillas:
HORARIO DE TRENES
Nadie quería decirle a aquella chica a qué hora pasaba el
tren.
Todos la veían con aquella encantadora sonrisa, sus dorados
rizos y tan cargada de equipaje –y aun así manteniendo la espina dorsal
primorosamente derecha- que no se
atrevían a decirle que por allí no pasaba ningún tren.
De hecho, allí nunca hubo vías ni ninguna estación.
SALTO TEMPORAL
Mira que dan miedo las muñecas, ¿a quién se le ocurriría por primera vez usar muñecas o muñecos en una película de cine o en un relato de miedo? Seguro que viene de antiguo, siglo XIX o así...
ResponderEliminarHola, Ethan! Buena pregunta. Las muñecas de porcelona del siglo XIX eran muy inquietantes. No estoy seguro pero quizás la primera vez que usaron muñecas en una película de suspense fue en los créditos de "¿Qué fue de Baby Jane?". El remake de "Poltergeist" muestra en su cartel el muñeco de payaso que daba mucho yuyu.
ResponderEliminarSaludos!
Borgo.
Miquel me encantan siempre tus entradas son tan curiosas que da gusto leerlas,aunque en este caso lo de las muñecas es un poco tenebroso.
ResponderEliminarLa conversación con el camarero y toda vuestra aventura posterior con bicho y demás cosas no deja de sorprenderme. Como pudiste comerte el gusano uagf que asco....
Lo del cocotero ya es tener mala pata, hay que ponerse un casco de moto cuando se pone uno debajo jejej
Saludos Miquel.Por cierto para cuando otra receta de las tuyas?
Puri
Conocía esa historia y no la termino de entender. ¿Se puede considerar el más macabro, un lugar que es tan visitado?
ResponderEliminarSería peor si fueran muñecos de payasos o muñecas como Annabelle.
¿El peligro no estaría en los fantasmas?
Debe ser frustrante hablar de fantasmas a los visitantes, y que no aparezcan. Pareciera que fueran tímidos.
También sospecho que quisieron desilusionar a la chica de pelo violeta, de la misma manera en que no dijeron a la rubia de que por ahí no pasaba el tren, que ni siquiera había estación. Es que tal vez las muñecas espanten a los fantasmas.
Que curioso lo de las muñecas colgadas, y que fritas están, dan terror!!
ResponderEliminarme gustaron tus mini relatos, el del tren, muy simpático.
Se llamará Penélope??
Hola, Dulcinea! Yo me quedé impresionado al ver ese reportaje con muñecas desmembradas por toda la isla, parece de cuento terrorífico.
ResponderEliminarPues no estaba mal el gusanito, sabía como a ostra, y a mezcal, claro.
Recuerda: nunca te pongas debajo de un cocotero un día de viento y es verdad, ya toca poner alguna receta.
Saludos, Puri!
Borgo.
Hola, Demiurgo! Hay muchos destinos turísticos más o menos terroríficos como la Laguna negra en Soria (España) o el Cementerio capuchino en Roma con sus salas decoradas con huesos humanos.
ResponderEliminarYo no tengo suerte con los fantasmas y los vampiros, me evitan, lo conté en mi entrada "Se busca una vampira" del pasado 29 de septiembre. Quizás las muñecas ahuyentan a los espíritus, como la sal o los espejos.
Saludos!
Borgo.
¿Qué tal, Karin? El desgaste y el tiempo les dan un aspecto aún más siniestro, parecen cadáveres. Uuuf...
ResponderEliminarPenélope es un nombre apropiado para la protagonista. Me pregunto si habrá un "Holandés errante" de los trenes. Si hay barcos fantasma... ¿porqué no trenes?
Saludos!
Borgo.
Las muñecas ya son inquietantes por sí mismas, así que lo que les faltaba eran estar colgadas de los árboles. Ahora que estrenan ese nuevo "Poltergeist", hay que recordar lo terroríficos que son los muñecos payasos.
ResponderEliminarSaludos
Hola, Cahiers! Ese muñeco de payaso era casi tan terrorífico como las Muñecas Famosa ¿Se había fijado que caminaban como zombies?
ResponderEliminarSaludos!
Borgo.
Hola!
ResponderEliminarMi hermana tenía una muñeca que iba dentro de una caja de plástico transparente y de formaredonda. La cara de dicha muñeca me daba miedo. Así que yo le daba la vuelta y la ponía mirando a la pared!
No me imagino visitando esa Isla, la verdad! Ese tipo de turismo para quien lo quiera!
Cuando fui a ver la obra de teatro "Diez Negritos", una de las amigas de un amigo mío me dijo: Tengo la muñeca Annabelle, la de la peli. Y quiero ir a visitar el Museo de los Warren. Y yo le dije: No piso yo ese sitio ni de broma...
Ya de por sí me da miedo esa peli de terror... como para visitar algo tan espeluznante. Por mucho que vaya un Cura a bendecir el museo una vez al mes. La historia que rodea a esa muñeca tiene tela!! Me refiero a la de trapo, a la auténtica, no a la de la peli que la pusieron horrorosa para dar miedo, claro!
Las ilustraciones geniales y el texto, buenísimo.
Saludos!
Una entrada muy curiosa, aderezada con unas "chorradillas" deliciosamente surrealistas. Si algún día me dejo caer por México puede que visite la isla de la muñecas pero, en la medida de lo posible, evitaré comer tinga poblana o mezcal con gusano (a lo sumo, me beberé el mezcal).
ResponderEliminarSaludos.
Jajaja... me encanta "Horario de trenes", surrealismo total. Pero qué mal rollo lo de las muñecas, con lo muñequera que era yo de pequeña.
ResponderEliminarMe-chi-flan-tus-di-bu-ji-llos :)
Feliz semana, Borgo. Besos.
Mr. Borgo, habia leido sobre esta peculiar isla, bastante inquietante. El hombre y sus creencias. Cordiales saludos.
ResponderEliminarHola, Éowyn! Vaya con esa muñeca... conozco el caso de Annabelle por la película "Expediente Warren". Se conserva actualmente la muñeca supuestamente poseída en un museo de Connecticut. No sé de ninguna muñeca Nancy poseída, de momento... creo que en la peli la pifiaron al poner una muñeca tan siniestra, una de aspecto más inocente, de trapo, sería más inquietante.
ResponderEliminarMe alegra mucho que te gusten los dibujitos.
Saludos! Borgo.
Hola, Ricard! Debe ser toda una experiencia visitar esta isla. La tinga poblana lleva carne, tortillas y el temible chile habanero, dicen que puede ser alucinógeno pero parece que no comí bastante. El gusano no está mal, recuerda al sabor de una ostra.
ResponderEliminarSaludos!
Borgo.
¿Qué tal, Clementine? Pobre chiquilla, siempre pierde el tren por ser tan encantadora. Supongo que tu serías de la "Generación Nancy", la Barbie llegó aquí bastante después.
ResponderEliminarMe alegra de verdad que te gusten los dibujos. ¡Muy feliz semana!!!
Borgo.
Hola, Mr.Belknap. Quizás Viajes Borgo organice algún día una excursión a esta isla tan inquietante. De momento, voy a consultar precios.
ResponderEliminarSaludos! Borgo.
Acertaste, Nancy era mi muñeca estrella. Entonces tenía tres, y no sólo las sigo teniendo sino que, además, sigo aumentando el número con las que van sacando de colección. Era mi preferida pero tenía también muuuchas otras :)
ResponderEliminarA mí también me daban algo de repelús esas muñecas antiguas con ojos de cristal.
ResponderEliminar"Tinga poblana"...la de cosas que aprende uno.
Ay! si a Keith Richards le hubiera avisado de estas cosas Evaristo (jaja)
¿Cómo se rompe ese bucle temporal? Me recuerda a unas páginas de Barry Windsor-Smith que me hicieron gracia en su momento.
Un saludito.
La inolvidable Nancy, fabricada en Alcoy, como las aceitunas La española. Guàrdalas, dentro de poco podrían ser valiosas piezas de coleccionista. Nadie lo pensaba con el Naranjito y ya ves.
ResponderEliminarBesos!
Borgo.
Hola, David! Yo no podría dormir en una habitación con esas muñecas mirándome con ojos de pez. Las tenían en un hostal de Cádiz y antes de dormir las encerré en un armario.
ResponderEliminar"Tinga" es una palabra maya que significa "enterrado", ellos enterraban tiras de carne de cerdo asada y luego las cocinaban con tomate, cebolla y chiles. Muy buena si no se hace demasiado picante (al menos para nuestros europeos estómagos)
Evaristo le habría dicho: "Cuidadito con los cocoteros, Keith. No sea pendejo".
Hombre Barry, recuerdo sobre todo su Conan, he de ponerme al día con él. Tema complicado el de los bucles temporales y esa palabra tan treekie que siempre me hace gracia: los agujeros de gusano.
Saludos!
Borgo.
Pavor esa isla de las muñecas, ya decapitas, sucias y viejas, con esos cuencos vacíos o peor con esos ojos inanimados y fijos en ti, ¡horror!
ResponderEliminarHe escuchado que es muy frecuente lo de la muerte por caída de coco, suena a chiste pero es muy grave. No sabía yo que el gusano del tequila supiera a ostra, que valor, eso es ser aventurero del paladar...
Geniales las chorraditas y la viñeta, muy curradas tus entradas, como siempre se nota el mimo.
Saludos
:D
Interesante la idea del mexicano ese. Vive en un lugar escalofriante con historias de miedo alrededor y para normalizar la situación y animar el paisaje sólo se le ocurre llenar la isla de muñecas horripilantes...
ResponderEliminarNo te haces una idea de la envidia que me das con tus viajes. Debes tener miles de anécdotas. Me ha encantado la historia del mezcal. Espero ir algún día a México, compadre.
ResponderEliminarEso si, la isla de las muñecas esas como que no, mejor a algún sitio más concurrido y de dia, jejeje.
Un saludo.
¿Qué tal, Ana? Pasear por esa isla con todas esas muñecas observándote con sus ojos inanimados debe ser toda una experiencia. Muy siniestra, eso sí.
ResponderEliminarPregunté porque no ponían avisos en los cocoteros advirtiendo que la gente no se tumbara pero Evaristo me dijo que eso era malo para el turismo. ¡La pela es la pela!
El gusano ha pasado mucho tiempo sumergido en mezcal y eso es a lo que sabe, con un toque de ostra, pero sabe más a mezcal que a mar.
Gracias. Me encanta que te hayan gustado los dibujos y chorradillas. A ver si no me abandona la inspiración.
Saludos!
Borgo.
Hola, Doctora! Según ese hombre (debía ser cosa fina ser el único habitante en una isla como esa) las muñecas ahuyentaban los malos espíritus incluida esa sirena que lo acechaba. Igual le pido una prestada a mi sobrina que me estan pasando últimamente cosas algo raras. Más barato que contratar a un exorcista del seguro.
ResponderEliminarSaludos!
Borgo.
Hola, Charly! México es un sitio mágico que no deja indiferente. Es también un lugar duro, siempre sentía esa sensación de amor no correspondido durante el año que pasé allí.
ResponderEliminarEsa isla es muy siniestra. Mejor te recomiendo Villahermosa, donde tienen el mejor mezcal, y de paso ves las ruinas mayas de Palenque.
Saludos!
Borgo.
Cada vez que veo imágenes de esa isla me entran escalofríos, hay que ver que mal cuerpo deja ver tanta muñeca clavada por todas partes.
ResponderEliminarNunca, nunca, nunca me pondré bajo un cocotero cuando haga viento, por si acaso.
Quiero un microondas que me permita viajar en el tiempo, seria como Homer pero con otro electrodoméstico XD
Hola, Chechu! Es como una isla caribeña decorada por algún psicópata, como la Isla de las Almas Perdidas...
ResponderEliminarHaces bien en lo del cocotero, si lo dice la gente de ahí por algo será.
A mí también me gustaría un microondas transportador pero, a ser posible, que no se cuele dentro ninguna mosca, no me gustaría acabar como Jeff Goldblum en la peli de Cronemberg.
Saludos!
Borgo.
Completamente de acuerdo: las muñecas rotas asustan a cualquiera, fantasma, sirena, Predator o Esperanza Aguirre, no hay nadie que no sienta respeto por esas extrañas critaturas mutiladas (escalofríos)
ResponderEliminarLo que cuentas del cocotero lo leí hara tres días en una novela de Mma Ramotswe ¿conoces el personaje? Te lo recomiendo, y mira, harías unas magníficas portadas
http://www.alexandermccallsmith.co.uk/books/
Me da que el mezcal con o sin gusano y el tequila tienen mucho que ver con esas historias ..jeje
ResponderEliminarHay que estar muy " pedo" para no sentir escalofríos con esas leyendas y la parafernalia.. muñecas horrorosas, calaveras y culto a la santa muerte o como lo llamen.
No dudo que aquello no puede dejar indiferente a nadie peeero ¡ que no me esperen!
A ti desde luego te inspira. Deliciosos tus dibus.
Saludos, Miquel
Esas muñecas tuertas y sucias dan muy mal rollo. No se si has visto una película mexicana (como el lugar de tu relato) llamada "El Diabólico Triángulo de las Bermudas". Esta no es que sea una maravilla de película, aunque si que alberga momentos de climax estupendos con una muñeca con vida propia. Recomendada.
ResponderEliminarUn abrazo
Hola, loquemeahorro! Ya dan bastante yuyu esas muñecas recién salidas de la tienda, imagínate sucias y troceadas...
ResponderEliminarMma Rawotse? No conocía este personaje. Ahora me lo miraré ¡y muchass gracias por el enlace! A ver si me da para hacer alguna portadita.
Saludos!
Borgo.
Hola, Abril! Bajo los efectos del mezcal se pueden percibir muchas cosas con la ayuda del gusano dipsomaníaco. Un día quiero plantarme en la casa de Poe, en Baltimore, con una petaca de mezcal y aver lo que sale. Ah, y con el lápiz y el cuaderno de dibujo.
ResponderEliminarPor cierto que me alergra mucho que te gusten los dibujillos. Es agradable dibujar cocoteros.
Saludos!
Borgo.
¿Qué tal, Alimaña? Esa película no la he visto pero he oído hablar de ella. Protagonizada por John Huston (el director de "El tesoro de Sierra Madre" debía ir escaso de fondos) y dirigida por René Cardona al que tantas producciones de fanta-terror mexicanas le debemos. Me la apunto porque seguro vale la pena, y más si salen muñecas siniestras. La que sí recuerdo es "El triángulo de las desnudas" en plenaa del cine de barrio con programa doble clasificado "S".
ResponderEliminarSaludos!
Borgo.
Hola Miquel! Me suena lo de las muñecas, pero en realidad no sé dónde lo puedo haber visto, bueno la cuestión es que dan bastante miedo, todas desmembradas y con esos ojos cristalinos, la que los tiene claro..me parece espeluznante.
ResponderEliminarQué curioso!! nunca había pensado los de los cocos, pero la verdad es que el viento es uno de los fenómenos meteorológicos más peligrosos que existen, de hecho una vez estuvo a punto de caerme en plena cabeza un trozo de cornisa de un balcón de una casa vieja del centro de la ciudad ¡¡Pasó rozándome el rostro, y acabó estrellándose delante de mis pies! en ese momento no le di importancia, pero luego pensé que si hubiese pasado por allí medio segundo antes tal vez, seguramente más bien, el desenlace hubiese sido otro.
Siempre tienes historias interesantes que contarnos Miquel! Me ha encantado lo de la chica toda feliz ella..no sé porque me ha recordado a la canción de Serrat "Penélope", siempre esperando algo que nunca llegará.
Un besazo Miquel, y que pases un buen finde!
Hola, Cristina! Ya lo creo que dan miedo... cómo debe ser andar perdido por esa isla en mitad de la noche, toda una experiencia.
ResponderEliminarSeguro que en ese momento pasaste el susto más grande de tu vida. En mi pueblo, por la tramontana, hay mucho peligro paseando por la parte vieja. Muchas casas tienen rejas protectoras por si se desprenden trozos de la fachada.
Es verdad, Penélope... habría sido un buen título. De momento estoy escribiendo un relato con una chica con nombre famoso: Casandra. Aparece en barcos que están a punto de hundirse y nadie le hace caso cuando avisa del desastre.
Besazos y muy buen fin de semana!
Borgo.
Espeluznante sin duda: ¡vaya vídeo! Eso sí, el chiringuito turístico se lo tiene bien montado.
ResponderEliminarSaludos.
¡Qué buena locación para un relato de suspenso esa isla, Borgo! Desconocía su existencia.
ResponderEliminarGran anécdota la del gringo y el cocotero. ¿Gusano en la bebida? Paso, muchacho, puajjj...
Genial el micro, me encantó. Gran final, eh, inesperado.
Las ilustraciones, una mejor que la otra.
¡Saludos!
Que bueno eres amigo escribiendo.
ResponderEliminarEso si que miedo lo de la isla de las muñecas.
Yo es que soy como se dice en mi tierra...''muy cagona''.
Besitos
Hola, Licantropunk! Yo en su lugar montaría allí un chiringuito donde beber mezcal y cóctel Margarita rodeado de muñecas descuartizadas. Solo para muy siniestros.
ResponderEliminarSaludos!
Borgo.
Hola, Juan Esteban! Pues el gusanito le da un punto bueno al brebaje, la verdad. Me alegra muchísimo que te gusten las historias (estoy preparando ahora unas nuevas) y los dibujos.
ResponderEliminarSaludos!
Borgo.
Gracias, Inma! Yo creo que las vacaciones de este año las paso mejor en mi pueblo que tiene mar y no muñecas colgantes. Qué pinta más siniestra... !
ResponderEliminarSaludos!
Borgo.
Vaya yuyu eso de las muñecas! Como las de trapo... o los peluches... Las demás parece que te van a asaltar en cualquier momento, tipo el payaso de Poltergeist.
ResponderEliminarSaludos.
Hola, Nury! A mí ese tema de las muñecas me hace pensar en aquellas películas de suspense psicológico a lo "¿Qué fue de Baby Jane?" con habitaciones repletas de descascarilladas muñecas de porcelana. Qué yuyu...
ResponderEliminarSaludos!
Borgo.
gracias, desde su sitio web que tengo un montón de conocimientos.
ResponderEliminarNo es la falta de capacidad que debilita la vida, sino la voluntad suficiente para utilizar las capacidades existentes.
continuar con el espíritu de alcanzar un sueño.
Gracias por pasar por aquí, Obat Radang.
ResponderEliminarSaludos!
Borgo.