Esta
sala, sin ventanas, estaba completamente revestida con azulejos para limpiar
fácilmente la sangre. Incluso aseguran que el personal del casino disponía de
una pistola para ofrecer a los arruinados.
El
Casino de la Arrabassada tuvo una muy corta existencia: en 1912 volvió a
prohibirse el juego lo que provocó la quiebra de la sociedad y la decadencia
del complejo que cerró un año más tarde.
Actualmente
los restos del casino se han convertido en unas inquietantes ruinas sepultadas
de maleza muy frecuentadas por equipos de parapsicólogos en busca de cacofonías,
entre ellos el equipo de Iker Jiménez que el pasado octubre dedicó un programa
a ese lugar.
Me ha
parecido un final muy adecuado para esta entrada recordar Glommy Sunday (Lunes
melancólico) conocida popularmente como la canción húngara de los suicidas;
quizás la primera leyenda urbana de la historia. En 1936 las autoridades
húngaras decidieron prohibirla al relacionarla con diecisiete muertes
voluntarias. Se basaron en que habían encontrado referencias a la canción en
las notas de los suicidas, algunos tenían además ese disco puesto en el
gramófono en el lugar de los hechos. Esto proporcionó una gran publicidad a
este tema que fue vendido a los Estados Unidos con el título The Hungarian
Suicide Song aumentando hasta un centenar el número de muertes relacionadas con
la canción que se menciona en la película española La caja Kovacs. Hay muchas versiones pero mi preferida es la
de Billie Holiday:
Por
cierto que el compositor de este tema, Reszo Seres, puso fin a sus días
saltando desde lo alto de un edificio en Bucarest. Sin duda el suceso aumentó
la leyenda negra de Glommy Sunday.
!Hola,miquel!
ResponderEliminarQ horror,no sabia q hubiera existido algo asi.Lo de la cancion es tambien impresionante.Pero me ha fascinado tus historias,me da morbo leer cosas asi jajajaja.
Muchisimos besitos.Buen finde
Hola, Lady Celeste! Ese casino de corta vida acarreó muchas leyendas siniestras, no sé hasta que punto ciertas pero eso es lo que lo hace tan interesante. Lo que sí es cierto y sobrecogedor es lo de esa canción, bonita pero algo melancólica.
ResponderEliminarBesos y muy buen finde. Borgo.
Joder, qué entrada más suicida te ha salido (jaja).
ResponderEliminarEh!, yo conocía esta canción, pero no tenía ni idea de lo que cuentas de ella.
mmm... para mí que lo de la sala para los suicidas es más leyenda que otra cosa...pero seguro que más de uno igual se habrá quitado la vida después de perder fortunas en los casinos.
Un saludito y pasa buen fin de semana.
Hola Miquel, la canción no es que sea muy vitalista, la verdad, pero tampoco tan triste como para incitar a tirarse por la ventana... jajaja.
ResponderEliminarEso me recuerda a la leyenda de Ozzy con su "Suicide Solution", que algún litigio quizás inmerecido le ha costado.
Saludos
Hola, David. Sí... ¡para pegarse un tiro! Yo la había escuchado antes cantada por Bjork y Sinnead O´Connor. El jugador arruinado que se suicida o sale del Casino en un barril son dos iconos de los cómics.
ResponderEliminarSaludos y muy buen fin de semana. Borgo.
Curioso y siniestro ese submundo Miquel..lo más símpatico es lo del barril jaja porque si pensamos en serio en que la gente se pegue un tiro por perder la pasta que voluntariamente se ha jugado..no sé no sé.
ResponderEliminarBillie Holiday es que más que cantar las canciones las "dice", las siente y en ese tono tan melancólico..pues eso que si estás triste "te bajas al sótano". De todos modos a mí me encanta su voz y los temas que interpreta pero no cuando uno está depre.
No sabia de la existencia de ese casino la verdad..¡qué cosas !
Un abrazo
Hola, Alimaña. Bueno, la verdad es que oyendo los berridos de la Borjk cantando esa canción se te pasa por la cabeza la idea del suicidio. Recuerdo lo de Ozzy, viene a ser como esa gente que les da por imitar lo que ven en el cine o los vídeo juegos.
ResponderEliminarSaludos. Borgo.
Hola, Abril. Pues en la novela "El jugador" de Dostoievsky se ven varios casos de jugadores desesperados que cortan por lo sano. Yo no corro peligro con mis timbas de póker caseras en las que puedes perder, como mucho, treinta euros. Billie consigue hacer suya esa canción, como todas aunque yo no la escucharía un domingo lluvioso.
ResponderEliminarPensaba que ese casino era una leyenda pero he visto sus ruinas y la verdad es que son bastante siniestras.
Abrazos. Borgo.
En "Futurama" tienen cabinas de suicidio por las calles, la gente que se quiere matar entra, paga y elige de qué manera morir (apuñalado, quemado, de un disparo) y la cabina lo hace automáticamente.
ResponderEliminarEsta historia me ha recordado eso.
Y por contra a la canción de los suicidas, hace años un yanki afirmó que iba a suicidarse y al escuchar "Hero" de Mariah Carey recobró las ganas de vivir : )
Hola, Doctora. Lo recuerdo, quizás era el primer capítulo cuando Frye conoce a Bender en la cola de los suicidas. También en una película "Soylent Green" hay una fundación encargada de los suicidios con sala de pantalla gigante y la música que cada uno elige.
ResponderEliminarCurioso, así que la canción "Hero" funciona como antídoto. En cualquier caso prefiero el "Hero" de Bowie.
Saludos. Borgo.
Miquel,
ResponderEliminarLa siniestra historia, me ha encantado... Es lo que necesito en el sprint final: entretenerme.
Billie Holiday, está entre mis preferidas.
Un abrazo, Ann@
Hola Miquel, una historia un poco morbosa en la Ciutat Condal, quien nos lo diria,bueno al menos tuvieron la decencia de poner azulejos para que el equipo de limpieza - seguramente una señora ya entrada en años y cansada de ver de todo- no tuviera que frotar y frotar para sacar las manchas. Perdone por el humor negro.
ResponderEliminarEs una interesante y entretenida anécdota y un muy buen post para recordar si algún día paso por ahí.
Un saludo.
Mr. Borgo, hay muchos casinos que deben tener ese cuartito especial para el que lo perdio todo; sobre lo que esta cancion produce en algunos oyentes ya lo habia leido en algun lado, por ahora no he resultado afectado. Saludos.
ResponderEliminarMr. Borgo, hay muchos casinos que deben tener ese cuartito especial para el que lo perdio todo; sobre lo que esta cancion produce en algunos oyentes ya lo habia leido en algun lado, por ahora no he resultado afectado. Saludos.
ResponderEliminarHola Borgo! Desconocía por completo la historia. No sé si el tiempo ha terminado convirtiendo lo que pudo ser un suicidio aislado en una auténtica leyenda urbana, pero lo cierto es que produce escalofríos.
ResponderEliminarA Alcoi la llaman la ciudad de los puentes, porque para atravesar la ciudad tienes que pasar unos cuantos, ¿puedes imaginar cual es el método preferido para los suicidas alcoyanos? Pues sí, los puentes se llevan la palma. Desde mi casa veo perfectamente, estoy a menos de cien metros, cerca uno de estos puentes, y hace unos años presencié un suicidio en directo: creo que aún no me he recuperado. ¡
¡Me encanta Billie Holliday, y la canción que has elegido es preciosa! Un beso querido Borgo
Ah! hablando de canciones que parece dan mal fario la tan famosa "A mi manera" de Sinatra, la tuvieron que retirar de los hospitales y geriátricos debido a que notaron un considerable incremento de depresiones cuando la escuchaban los pacientes.
ResponderEliminarOtro besazo
Hola, Anna. Me alegra que la entrada te haya entretenido, antes de la presentación seguro que lo necesitas y una siniestra historia a lo Tío Vampus viene de perlas.
ResponderEliminarBillie Holiday sin duda era de las más grandes. Una voz que estremecía.
Abrazos. Borgo.
Hola, Lost Boy. Nada que perdonar, me encanta el humor negro y ese dato de los azulejos me ha recordado aquella película de "Tú límpia que nosotras limpiamos la sangre". Si pasas por Barcelona no te aconsejo una visita a los restos del casino, está en tan mal estado que es peligroso merodear por allí.
ResponderEliminarSaludos. Borgo.
Hola, Mr. Belknap. He oído alguna historia parecida de los casinos y garitos de Tijuana cuando la Ley Seca. Me alegra que la canción no le produjera efectos suicidas.
ResponderEliminarSaludos. Borgo.
¡Mr. Belknap, se me ha repetido usted! Bueno, pues saludos de nuevo. Borgo.
ResponderEliminarEstremecedora la canción de Billie. No he podido evitar escucharla hasta el final. Pero, mira...¡sigo vivo! jajaja
ResponderEliminarVaya historia la de la sala de suicidios. Desde luego, era original. Abrazos, amigo.
Hola, SqS. Yo también vivo en un barrio -Vallcarca- con un hermoso puente del que se cuenta que en las noches de niebla se pueden ver los espectros de algunos suicidas aunque no ha habido ningún caso desde los años setenta. Eso del suicidio en directo debió ser espantoso. Qué yuyu.
ResponderEliminarCantada por Holiday cualquier canción resulta bonita, aunque esta no la escucharía un domingo lluvioso... por si acaso.
Besos. Borgo.
¡Vaya, vaya, Borgo! para que luego Luciano no dé lecciones de limpieza en azulejos maniseros... Un relato cojonudo. Menos mal que los Pelayo no pillaron aquella época...Iban a saber como se las gastaban en la Barcelona Confidential modernista. Por cierto, un lujo Lady Day. Abrazos
ResponderEliminarHola de nuevo, SqS. Esa historia me recuerda a una escena de "Lili Marlen" de Fassbinder en que la Gestapo torturaba a un prisionero haciéndole escuchar una y otra vez esa canción. Desde luego la música puede provocar efectos muy viscerales. "White Christmas" de Bing Crosby se solía poner en los hospitales de veteranos de guerra.
ResponderEliminarBesos. Borgo.
¿Qué tal, Marcos? Bueno, me alegra mucho saber que has superado la prueba del "Glommy Sunday" que te quiero seguir viendo por aquí. Lo de ese casino fue muy sonado. Antes de cerrarlo estaban decididos a poner hasta un zoo.
ResponderEliminarAbrazos. Borgo.
Hola, J.C. Alonso. Desde luego los Pelayo habrían causado estragos, más suicidios que en Las Vegas, por lo menos.
ResponderEliminarEs verdad, uno de los apodos de Billie Holiday era Lady Day, mejor en todo caso que su verdadero nombre: Eleanora Fagan, no suena muy glamuroso.
Abrazos. Borgo.
Hola Mr Borgo,
ResponderEliminarPues curiosamente hace tiempo que queria realizar una reseña sobre el Gran Casino de Barcelona.
En ocasiones, para ir a trabajar cojo el coche y voy por la Rabassada que pasa justo por delante de la fachada en ruinas del antiguo casino.
Realmente un edificio histórico con una atracción sin parangón para la época, ahora tristemente todo comido por los arbustos. Tempus Fugit!!
Una historia trágica que el tiempo y las circunstancias no dejaron aflorar.
Lo de la sala de los suicidas es parcialmente cierto, al menos en la exposición a la que fui comentaban que había un lugar donde la gente desesperada tendía a echar mano de pastillas, pistolas, etc...
La canción mejor no la escucho, que tengo el animo decaido y no se que podría pasar con la leyenda negra... ^_^
Muy interesante la entrada, como siempre Miquel, pero en este caso las leyendas autóctonas hacen aun más gracia.
Un abrazo Miquel.
Link:
Antiguo Casino de la Rabassada
¡Qué historias nos cuenta querido amigo!. Se dice que en La Vegas no se puede hacer un agujero en el desierto sin topar con un cadáver... y estos no debieron morir suicidándose.
ResponderEliminarHola, UTLA. Sí... Tempus Fugit pero algo queda porque las ruinas de ese casino son muy visitadas por los buscadores de cacofonías y más de uno afirmaba en el programa del bueno de Iker que había oído claramente el sonido de un balazo. Aunque a mí lo que me gustaría es esperar el autobús en una sala de espera como aquella: con orquesta, bar, periódicos... qué tiempos.
ResponderEliminarGracias y saludos, amigo. Y a levantar ese ánimo. Borgo.
¡Qué tal, Cahiers? He leído que Las Vegas es uno de los lugares más violentos de Estados Unidos -aunque Elvis quiso presentar una cara más amable con su Viva Las Vegas- y si no, que se lo digan a Grissom. El CSI encuentra cadáveres a punta pala.
ResponderEliminarSaludos. Borgo.
Me fascina esa arqueología del crimen que practicas. Es una buena manera de enfrentarse a la vida diaria el informarse de las cosas que nos rodean, ya que a veces ocultan hechos maravillosos, y otras cosas escalofriantes como la de hoy.
ResponderEliminarSaludos
Hola, León. Lo que cuentan de esa sala para suicidas es fascinante aunque tampoco está nada mal la historia de esos proveedores de cuerpos frescos para las clases de disección. Parece cosa del Londres neblinoso pero ocurrió -más o menos- en Barcelona.
ResponderEliminarSaludos. Borgo.
muy buena la entrada, hoy en día el casino está en la villa Olímpica y no es tan misterioso, si no que comparte espacio con el hotel de les arts. Cuando alguien lo pierde todo cruza la calle y se echa al mar. Asi no tiene que limpiar la sangre...je je
ResponderEliminarSuena a surrealista. Aunque suene duro no deja de tener su humor negro eso de los azulejos fácilmente limpiables y demás. Para hacer una peli del hecho, miquel. Por cierto: El coleccionista de cadáveres no la vi, la que sí hice fue El ladrón de cadáveres, de Karloff, peli que no está nada mal.
ResponderEliminarBillie Holiday qué grande!!
Un abrazo, miquel. Estupendo post.
Hola, Aris. Todo se pierde. Los antaños casinos de estilo modernista con sus pasillos y salas recovecas tienen ahora la globalizada arquitectura de la Villa Olímpica.Aunque también es verdad que suicidarse en el mar Mediterráneo, a lo Kavafis, queda como más poético.
ResponderEliminarSaludos. Borgo.
Hola, Javier. Eso, a ver cuando Balagueró se anima a hacer una película con muchos fantasmas deambulando por las mesas de juego y las ruletas. Lo de "El coleccionista..." ha sido un patinazo mío (esas neuronas...) El título correcto es "El ladrón de cadáveres" con Lugosi y Karloff ya fuera de la Universal, una película magnífica.
ResponderEliminarMuchas gracias, Javier. Abrazos. Borgo.
Qué horror, Miquel, vaya historia la de la sala de los suicidas, y a saber lo que ha habido o hay por ahí y no sabemos aún... Lo otro de la canción lo leí aquí mismo, en tu blog, en su momento. Y oye, que no me ha quedado claro, la peli "El ladrón de cadáveres", que a mí me encanta, ¿está basada en un relato de Stevenson? Y si es así, ¿ese libro se encuentra fácilmente? Besos, Borgo.
ResponderEliminarHola, Clementine. Una historia de lo más siniestra y que aún no acaba ahí por la sucesión de apariciones y cacofonías que dicen producirse y que atrajo la atención del bueno de Iker. Sí, ya hablé de "Glommy Sunday", me pareció que pegaba bastante con la entrada, además es una historia fascinante.
ResponderEliminar"El ladrón de cadáveres" me encanta. Curiosa: una película cien por cien Universal aunque sea de otra productora y con el gran Val Lewton en el guión. Se basa muy libremente en la novela de Stevenson (medio en broma hice la portada con la señal de tráfico y me quedé de una pieza cuando la eligieron) y probablemente la edición más fácil de encontrar es la de la Editorial Valdemar.
Besos. Borgo.
Ah, vale, pues tomo nota que me interesa. Me encantó la del Dr. Jekyll que leí hace tiempo y (casualmente) ahora me estoy leyendo de nuevo la de "La isla del tesoro", que no leía desde pequeñaja, la tenía pendiente de releer y no veas cómo la estoy disfrutando. Así que me apunto ésta para mi colección de sus libros. Gracias, Borgo, y muchos besos. Geniales tus portadas.
ResponderEliminarGracias, Clementine. "El extraño caso del Dr. Jekyll" es una novela que nunca me canso de releer. "La isla del tesoro" me encanta (Precisamente las tengo en un viejo volumen de Plaza-Janés, una colección con dos títulos en cada libro) Lo que daría por hacer la portada con el capitán Silver y su pata de palo.
ResponderEliminarMuchos besos. Borgo.
la historia resulta fascinante, no me extraña que parapsicólogos y curiosos anden todavía dando vueltas alrededor de las ruinas. Lo de la canción húngara de los suicidas suena incluso románico, en cierta retorcida y morbosa manera
ResponderEliminarbesos,
Hola, Maslama. Es curioso pero ahora he caído que el tema recuerda y mucho a otro libro de Stevenson: "El club de los suicidas". Al final resultará que ese casino lo levantó él mismo para hacer realidad sus fantasías.
ResponderEliminarLa canción "Glommy Sunday" tiene mucho de romanticismo mórbido. La descubrí en mi época de adolescente más o menos gótico.
Muchos besos. Borgo.
Que horrible y siniestro, cuesta creer que algo así haya existido y más aun que haya existido en España.
ResponderEliminarHola, Shilmulo. Lo más siniestro es eso de que el mismo personal del casino te suministraba el arma. ¿Formaría parte del servicio de guardarropía o del bar? Tremendo.
ResponderEliminarSaludos. Borgo.