DOS PORTADAS DE TERROR
Y no podía faltar una receta. En mi entrada Sexo de ultratumba del 27 de marzo hablaba de este plato:
POLLO AL JEREZ CON ACEITUNAS
Sofreír en una cazuela los trozos de pollo con dos dientes de ajo, reservar en un plato y salpimentar. En el mismo aceite poner aceitunas tipo Gordal sin hueso cortadas a rodajas. Darles unas vueltas y añadir el pollo, una hoja de laurel (Importante: sin el toque del laurel ya no sabe igual) cubrir lo justo con el jerez y tapar la cazuela. Dejar cocer con el fuego al mínimo durante media hora.
Me ha gustado el dibujo de la pata de mono, además es un relato que me encanta.
ResponderEliminarSobre el armadillo, lo que voy a decir sonará horrible, pero ya que había que deshacerse de él yo lo hubiera tirado a las alcantarillas. Así ninguna vecina sufriría un pasmo al verlo, y las ratas de las cloacas se quedarían acojonadas ;P
Y yo que pensaba al ver tus primeras viñetas que te ibas a comer al armadillo, como comes de todo... Menuda historia viñetera, Miquel, lo que no te pase a ti, porque esto no es un (relato) ¿verdad? Tus portadas son muy chulas y la receta pinta muy bien.
ResponderEliminar¡¡¡ MIL GRACIAAAAAS !!!
Muchos besos, Borgo, y muy buen finde.
Pd.- Un secreto entre tú y yo: es verdad que me gustan mucho estas entradas batiburrillo tuyas, pero la verdad de la verdad de la verdad es que me gustan tooooodas tus entradas, me rechifla tu blog.
Hola, Doctora. Es un relato muy bueno, recuerdo que vi una versión para TV con John Carradine.
ResponderEliminarNo sé si sería buena idea lo de las alcantarillas. A lo mejor al final el armadillo resucita y surge una nueva raza de armadillos mutantes y albinos en el subsuelo.
Saludos. Borgo.
Hola, Clementine y muchísimas gracias. La verdad es que quiero probar el armadillo algún día a ver si es verdad eso de que sabe a tres carnes. A lo mejor preparo uno al jerez.
ResponderEliminarMuchos besos y que tengas buen finde. Borgo.
O "escudella barrejada", sí señor, me encantan tus recetas dibujadas y escritas. ¿Qué me dices de sopa de armadillo al dente pelillos a la mar incluidos", hay que reciclar y no tirar nada.
ResponderEliminarA la receta de abajo el pollo es pollo humano, espero, es decir picantó jovenet, oi?
Fins ara.
Que tal, Natália? Pues yo he pedido a mi amigo Ramón que la próxima vez me traiga un armadillo en conserva para hacer un fricandó pero me ha dicho que son una especie protegida y que eso está difícil. Esa receta la preparé con polo adulto pero también quedará bien con picantón.
ResponderEliminarPetons i fins ara. Borgo.
A ver: ¿que a un bicho muerto si le frotas con alcohol le crece el pelo? ¿Y si está vivo... también?
ResponderEliminarSaludos.
Hola, Licantropunk. Eso ya no lo sé. A mi amigo Ramón el chamán de la tienda (supone que era un chamán porque llevaba un sombrero con plumas) se lo aseguró aunque el alcohol no consiguió detener la putrefacción.
ResponderEliminarSaludos. Borgo.
Borgo, se te ha olvidado poner "spoiler" en tu comentario-respuesta-a mí, ya, habrá sido sin querer... Y menos mal que al armadillo le protege alguien más que yo, con lo chulo que es el bicho. Besos.
ResponderEliminarCierto, Clementine, disculpas. Ya te había dicho que no volvería a intentar comerme una especie protegida. Besos. Borgo.
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ResponderEliminarLas portadas, además de buenas como siempre, acompañan un nivelazo del copón. ¡Nada menos que dos de los mejores cuentos de terror de la jodida historia! Ambos hielan la sangre los hayas leido las veces que los hayas leido.
Aprecié enormemente que en un especial "terror" en la Babelia del Pais, Fernando Savater pusiera en su top particular de favoritos este "Palomos..." howardiano. Un relato que sin duda merece ser más conocido, mientras que el resto de firmas invitadas fue a lo tópico -Poe, Lovecraft, Dickens...-, sin desmerecer a estos para nada, claro.
Un cordial saludo!
Hola Borgo! ¿En serio te regalaron un armadillo disecado? jajajaja,yo vi uno en el zoo,pero vivo, y son más monos, me gustan porque son raros ... la verdad es que todo lo raro me suele gustar.
ResponderEliminarYo si me hubiese dedicado a la ilustración, también disfrutaría mucho dibujando portadas de terror. Siempre que publicas alguna me encanta.
Ese pollo al jerez lo voy a cocinar mañana, porque tenía pensado hacer pollo para comer, pero ya estoy harta de las recetas de siempre, y parece muy bueno, además yo soy muy aceitunera, me gustan mucho.
Un besazo querido Borgo!
Hombre, Wolfville, me alegra verte. Este "Palomos del infierno" es un relato fetiche para mí desde que lo leí hace la tira en una antología seleccionada por Narciso Ibáñez Serrador en la que había otro relato formidable de SF: "Un día tenebroso" del ruso Sergei Gansovsky, te lo recomiendo.
ResponderEliminarEl de Howard además da miedo de verdad.
Saludos. Borgo.
Hola, SqS. Pues sí, hace una semana y lamento no haberle hecho una foto pero mi máquina estaba estropeada. Desde luego raritos sí que son estos animales...
ResponderEliminarDos portadas de terror en pocos días, vamos que he podido tocar la felicidad con las manos (y el lápiz) Verás como te queda bueno ese pollo. Las aceitunas le dan muy buen sabor, también queda bueno con vino blanco.
Besos y buen finde. Borgo.
Pues un armadillo descomponiéndose debe oler muy mal...
ResponderEliminarLas portadas son geniales, no conocía "Palomos del infierno" de Robert E. Howard, autor del que siempre preferiré Solomon Kane que Conan.
Muy chulas tanto las portadas como las viñetas y la receta debe ser deliciosa.
Hola, Nocivo. Desde luego, no huele a rosas. Este relato de Howard es muy bueno, yo también prefería a Solomon Kane, qué lástima de la adaptación al cine, era decepcionante.
ResponderEliminarGracias y creo que haré como SqS Maravillosa y prepararé de nuevo este plato para el domingo.
Saludos. Borgo..
Una movida los regalos de los amigos y la familia en ocasiones... Vale que lo hacen con amor y tal, pero...
ResponderEliminarMuy buena entrada
Saludos
Hola, León. Lo cierto es que la especialidad de mi amigo Ramón son los regalos originales. Me alegra que te guste la entrada "poti-poti".
ResponderEliminarSaludos. Borgo.
La receta de cocina, no la conocía (claro, soy una cocinera pésima, pero mola.
ResponderEliminarAhora, las portadas de terror: me encantan!!
Un abrazo, Ann@
Hola, Anna. Si te animas ya verás que es una receta de lo más sencilla. Me alegra que te gusten las portadas, con el género fantástico te puedes permitir más creatividad y por eso son mis preferidas.
ResponderEliminarAbrazos. Borgo.
Creí que el artículo hablaría de un lugar secreto a donde van a morir los armadillos, algo similar al cementerio de elefantes.
ResponderEliminarEn cuanto a exótico el armadillo solo es superado por el ornitorrinco y están ahí, ahí... al mismo nivel. Miquel, enhorabuena por tus portadas. Me ha gustado mucho, sobretodo, la de "La pata de mono". Por cierto, me ha hecho mucha gracia lo de poti-poti. Yo he recordado a un personaje de mi infancia llamado Poti-poti (con el seudónimo de ñam-ñam) que era algo así como un dragoncillo verde que, si mal no recuerdo, formaba parte del elenco de variopintos personajes que formaban la serie de marionetas "Los aurones". En fin, conexiones inexplicables. Abrazos y feliz domingo, amigo.
ResponderEliminarQué bonito, Cahiers, la verdad es que eso del lugar secreto de los armadillos, suena bien. Creo que el título me ha salido entre el de una novela de Phillip K. Dick (¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?) y un anuncio de compresas (¿A qué huelen las nubes?)
ResponderEliminarSaludos. Borgo.
¿Qué tal, Marcos? Me alegra de verdad que te guste la portada de la pata, es un relato que me encanta y eso facilita el trabajo. Sí que es muy raro el ornitorrinco, cuando la expedición del capitán Cook llevó uno disecado a Londres la gente pensó que era un fraude, una nutria con pico de pato injertado.
ResponderEliminarConozco esa serie y el largo "La tribu de los aurones". Bueno, su creador es catalán -Josep Viciana- y está claro de donde sacó el nombre Poti-poti. ¿Hay algún equivalente aragonés?
Abrazos. Borgo.
Miquel, me voy a repetir una vez más diciéndote que me encanta tu estilo de dibujo, en pocos trazos se puede intuir un carácter, una historia. ¡y qué colores más bonitos, los de la tira cómica!
ResponderEliminarpor un momento pensé que el armadillo iba a revivir borracho con las friegas de alcohol :))
besos,
Muchas gracias, Maslama. Esa combinación de colores me gusta mucho: el naranja (que dicen que es antidepresivo) el teja... Uf, mejor que el armadillo no resucitara, sólo me faltaría tener un armadillo zombie deambulando por casa.
ResponderEliminarBesos. Borgo.
a mi me paso con un cocodrilo que de niño le trajeron a mi padre creo que de mexico. yo jugaba con el como quien juega con msdelmans. le rompi las patas y quedaba tope saurio. tambien olia muy mal. luego me tenia que lavar para quitarme el olor. creo que mi padre lo acabo reciclando tambien.
ResponderEliminar¿Y no podías haber "redisecado" al bicho? mmm...
ResponderEliminarMe gustan las dos portadas... El cuento de la pata de mono, que no sé si lo leí o lo leí en la adaptación de Breccia es tremendo.
Un saludo.
Bueno, pobre armadillo. Seguro que alguno se lo llevó para hacer un caldillo...
ResponderEliminarComo dan juego las novelas de terror. A mi también me gustan mucho tus portadas.
Saludos
Hola, Aristofeles. Pues qué envidia, un cocodrilo. Yo habría jugado con él en la bañera sintiéndome Tarzán atacado por feroces saurios.
ResponderEliminarSaludos. Borgo.
Hola, David. Bueno, no estoy ducho (qué gracia me hace esa palabra)en taxidermia pero creo que una vez iniciado el proceso de descomposición no se puede disecar el cuerpo.
ResponderEliminarMe alegra que te gusten las portadas. Recuerdo esa estupenda adaptación de Breccia, la publicaron los de Nueva Frontera, los mismos de la añorada revista Totem.
Saludos. Borgo.
Hola, Noodles. Vaya, armadillo-caldillo... no sé si lo has hecho intencionadamente pero te ha salido un bonito pareado.
ResponderEliminarGracias por lo de las portadas. En todo caso me ha gustado mucho hacerlas, son dos relatos muy buenos. El de Howard merecería ser tan conocido como el de la pata de mono.
Saludos. Borgo.
Me ha gustado la portada de the monkey's paw. Bueno y la receta también, me la apunto por si algún día me da por probarla.
ResponderEliminarQué mal rollo me han dado siempre los animales disecados. Tal vez el trauma venga de la infancia cuando el peluquero del pueblo (era el único que había) tenía multitud de animales disecados decorando la barbería (ardillas, águilas, buhos, patos...) y como el pobre hombre siempre iba ligeramente cocido de vino, dejaba el cuello en carne viva, y para mi que asocié los animalillos muertos a escozor insoportable.
Saludos.
Entre tú y yo, Charly: a mí no me hizo ninguna gracia el regalo de mi amigo y es que junto al cuervo (que es un peluche pero muy real) mi piso parecía el motel Bates.
ResponderEliminarVaya barbería más original tenías en tu pueblo. Suerte la tuya de conservar las dos orejas, yo no me pondría en manos de un barbero cocido.
Saludos. Borgo.
Gracias por la receta, yo sustituiría las aceitunas por cualquier cosa. Soy muy raro, tengo aceitunofobia o como se llame. Si las veo sobre la mesa las tapo con las botellas, eso si no me queda mas remedio cuando me las sirven en los bares (siempre) y tampoco no soporto su olor. Si me las encuentro en una ensalada monto un espectáculo de aupa... jajaja creo que no soy el único al que le pasa esto.
ResponderEliminarSaludos
Con amigos de ese estilo ¿quién quiere enemigos? ¡un armadillo muerto aggg !:-P
ResponderEliminar¡feliz lunes o lo que quede de él !
Un abrazo
P.d. En éste batiburrillo siempre destacan tus portadas
Hola Mr Borgo,
ResponderEliminarQue risa con el armadillo. Ya no se si todas sus tiras son reales... me da que pensar.
Es cierto, las caratulas que haces en plan terror te quedan muy bien, con ese estilo Poeriano (yo le digo así al estilo de Mr. Edgar Allan Poe). ;->
Y como no, la receta final. Ese toque de genial locura en tus entradas.
Que alegría pasar por aquí. Humor-Terror con receta final.
Un abrazo Miquel.
*Seguimos en contacto ;->
Hola, Alimaña. Pues no, no eres el único con aceitunofóbia. Mi amigo el dibujante -y paisano tuyo- Carlos Giménez tampoco puede ni verlas. Siempre dejaba el platito de olivas lo más lejos posible en el bar del Salón del Cómic. Puedes sustituir las aceitunas por ajos y te quedará un pollo al ajillo-jerez delicioso.
ResponderEliminarSaludos. Borgo.
Hola, Abril. La verdad es que desde entonces tengo extraños sueños con armadillos. Solo me falta decir aquello de "A veces veo armadillos... muertos". Gracias por lo de las portadas poti-poti.
ResponderEliminarAbrazos. Borgo.
¿Qué tal, UTLA? Pues sí, la tira es basada en hechos reales como dicen en las películas. Bastante me costó encontrar un contenedor adecuado para animales amazónicos. Esas dos portadas tenía muchas ganas de hacerlas. No me extraña que se me haya pegado el estilo Poe pues ya son nueve las portadas que he hecho de ese autor.
ResponderEliminarSiempre me alegra verte por aquí, eso seguro. Seguimos en contacto. Borgo.
Borgo, una receta sensacional para quitarme un poco de congoja webesferica. Me ha tenido la tropa de Nasdaq casi con mordaza y acabo de enterarme del susto en Boston. De repente, viejos fantasmas se me han incrustado en el estómago. Luego, has pensado cambiar el pollo por un poco de carne de Armadillo. Un viejo colega me dijo que la probó en un restaurante de Nueva Orleans y vamos una de las siete maravillas carnales… Quién nos iba a decir que este animal tuviera tanta cuerda. Menudos charangos que se hacen con la capota… En fin, todo se probara… Me apunto tu receta…Qué tiene tan buen aroma como las pictures. Abrazos
ResponderEliminarHola, J.C. Alonso. Terrible lo de Boston, me he enterado hace poco. Tiempos duros apropiados para saborear armadillo. Una vecina guatemalteca que lo ha probado me ha dicho que tiene un sabor fuerte, entre pollo, cerdo y conejo. Un sabor que, como las anchoas, no se olvida.
ResponderEliminarAbrazos. Borgo.
Sabes que aprendo mucho cuando entro a tu blog, Borgo, porque eres polifacético, veo una portada y me maravillo, leo un relato y me sorprendo, siempre admiré a los artistas integrales.
ResponderEliminarMe has hecho recordar una historia, cuando era chico saqué una estrella de mar de una playa cercana al lugar donde vivía, la quería guardar unos días para regalársela a mi mamá en su cumpleaños. La dejé en un cuarto de herramientas por una semana, cuando fui a buscarla, emocionado, no pude ni entrar al lugar debido al olor. Insoportable.
En fin... mañana también paso.
Un abrazo.
HD
Hola, Humberto! Me encantan las estrellas de mar, todo un elogio que me compares con una aunque tenga un triste final como el de mi armadillo pero las cosas son para disfrutarlas el tiempo que duren, ni más ni menos.
ResponderEliminarPasa por mi blog cuando quieras, aquí siempre serás bienvenido.
Abrazos y sigue escribiendo. Borgo.