Me
llamo Arturo Claqueta y soy crítico de cine.
Por
eso no es extraño que el día en que la Muerte se presentó de improviso en mi
casa le desafiara a jugar al ajedrez como en mi escena favorita de El séptimo
sello de Bergman.
-Si
gano me quedaré otros diez años en este mundo –propuse.
La
Muerte aceptó con una sonrisa descarnada. Seguro que ya lleva demasiados años
de rutina soportando suplicantes mortales insistiendo en que aún
no había llegado su hora.
El
problema es que yo no guardo en casa ningún tablero de ajedrez ni piezas pero
tengo un sobado cubilete y dados de póker así que decidimos jugar al mentiroso.
Después
de unas cuantas rondas engañándonos mutuamente con atrevidas jugadas estábamos
igualados a dos. La Muerte acababa de perder con un inexistente full de jotas y
ases y arrojó los dados para la tirada definitiva. A la vista un rojo y un
negro.
-Trío
de negros al rojo.
Lo
creí. Estaba. Dejé los tres negros fuera y tiré los otros dos dados cubiertos.
-Trío
de negros al as.
La
Muerte volvió a tirar cubiertos los dos mismos dados. Y dijo: “Póker de negros
a la dama”. Acercó el cubilete con mucho cuidado y eso me hizo suponer que le
había salido la jugada. Así era. Para superarlo yo tenía que sacar un rey, un
as u otro negro. Cincuenta por ciento. Con el póker fuera tiré el solitario
dado tapado y acerqué el cubilete hacia la Muerte.
-Superior.
-¿Aquí
dentro hay un as o un negro? –las cuencas vacías de la Muerte parecieron
centellear-. No me lo creo.
Con
su huesuda garra levantó el cubilete con gesto rápido. Descubrió un as. Yo
había ganado.
Qué
mal perder tenía la Parca. Soltó sulfúricas maldiciones y se desvaneció con un
nauseabundo hedor a sepulcro profanado.
Me
serví un coñac. Diez años más para disfrutar de buen cine. Si es que a mí no me
gana nadie al mentiroso
Espero
que la próxima vez me pida la revancha.
¡PERROS JUGANDO AL PÓKER!
A friend in need, así se titula el cuadro que hace perder la chaveta a Homer. Hace casi un siglo la compañía tabacalera Brown-Bigelow lo encargó al ilustrador Cassius Marcellus Collidge.
Siempre que observo este cuadro descubro algo nuevo. Fíjense en el perro gris con manchas que fuma en pipa: es un Elkhound o rastreador de nutrias; la única raza de perro que no mueve el rabo. Eso lo convierte en un contrincante temible para el póker pues nunca se sabe cuando tiene una buena mano.
... Y UNA RECETA
Para cuando nos entra apetito y no queremos dejar la mesa de juego siempre preparo guacamole:
Vaciar con una cuchara los aguacates. Echar la pulpa en un bol y mezclar con cebolla picada, tomate cortado fino, zumo de medio limón, sal, pimienta y un toque -si se tiene- de cilantro. Remover todo el conjunto y ya se tiene un cremoso guacamole para ir untando con nachos o patatas fritas. Aconsejo dejar los huesos del aguacate en la mezcla hasta el momento de servir para que no pierda su color verde.
Un final sorprendente. Pensé que acabaría ganando la Parca, que es lo normal, y aun a largo plazo siempre es así; de todas maneras, diez años de propina no están nada mal.
ResponderEliminarCurioso cuadro el de la timba perruna, y en cuanto a la receta, te haré caso y dejaré el hueso del aguacate en la mezcla.
¡Qué listo ! Engañar a la Parca..umm..bueno pues a disfrutar que son dos..mejor dicho diez años jeje y además no se quedó con tu alma..:-D
ResponderEliminarEl cuadro es de lo más "perruno" guauu :-D y los Simpson geniales.
¡Bien pensado lo del guacamole! (Tambien podrian ser mini-sandwiches)
jejeje por un momento he pensado que el crítico iba a acabar jugando a la Play con la Muerte.. me encanta tu blog, es divertido y siempre descubro algo nuevo
ResponderEliminarbesos,
Hola Borgo! Muy buen relato, muy intrigante, y de final sorprendente: jamás pensé que se pudiese engañar a la muerte...¡con los años que tiene a sus espaldas! en este caso el refrán de sabe más el diablo por viejo...no se cumplió.
ResponderEliminarEse episodio de los Simpson es genial, bueno como casi todos yo es que soy fan de estos dibujos.
Buenísima y facilísima la receta ¡qué buena! ahora me comería ese cremoso guacamole untadito en nachos... Mmmm!!! Besos querido Borgo.
Hola, Sícoris. Bueno, el mejor juego para engañar a la Parca es el mentiroso que en eso consiste: en engañar al contrario cuanto más mejor.
ResponderEliminarEs un cuadro que me encanta, lástima que está valorado en medio millón de dólares, me conformaré con una imitación. Saludos. Borgo.
Hola, abril. Pues eso, diez años más para Arturo en los que disfrutará viendo buenas películas. Esa escena es de un Episodio Halloween de los Simpson.
ResponderEliminarNo es mala idea lo de los mini-sandwiches. Me recuerda a la historia del marqués de Sandwich que se hacía servir sus comidas entre dos rebanadas de pan para poder seguir jugando. Besos. Borgo.
Hola, Maslama. Pues no habría estado mal hacer una versión con la Play pero eso mejor dejarlo para la generación más joven. Gracias y ya sabes que aquí las gatas son siempre bienvenidas. Maullidos. Borgo.
ResponderEliminar¡Qué tal, SqS? Yo en su lugar habría elegido también el mentiroso pues en ajedrez no soy muy bueno.
ResponderEliminarEl guacamole es una receta fácil y está muy bien para ir picando sin tener que dejar el juego. Hay que ser prudente con el cilantro pues es muy aromático. Muchos besos y gracias por pasar por aquí. Borgo.
He visto ese episodio de "Los Simpson" mil veces, y aunque sabía que el cuadro existía de verdad nunca me había parado a buscar su origen. Esperaba una historia más "fuerte", como decía Bart, pero bueno es saberlo : )
ResponderEliminarMe gusta mucho ese filme, aunque lo recuerdo poco, voy a volver a verlo. Me pasa con Bergman, no sé pero me olvido de lo que veo, he visto como cinco veces fresas salvajes por eso. Y lo de jugar con la muerte me gusta la leyenda del hombre que secuestra a la muerte y esta en castigo le da la inmortalidad, y éste viejo vaga por el mundo rogando por piedad, o sea que pueda descansar. Un abrazo.
ResponderEliminarme recuerda esa escena entre woody allen y la Parca...la última noche de boris Grushenko? no me acuerdo si es de esa peli, buenisima.
ResponderEliminarYo, seguro que pierdo, soy mal jugador...me acuerdo del chiste del Eugenio, y ganar? seria la ostia. Salut!
Muy bueno, Miquel lo del peroo que no mueve el rabo. Y el relato muy majo, también. Eso de tener diez años más para disfrutar de cine es genial. Lo malo es que haya un momento para dejar de disfrutar. Debería ser eterno. Abrazos.
ResponderEliminarMr. Borgo, otro de sus estupendos relatos, muy bueno y que final, un saludo y muy buena entrada.
ResponderEliminarHola, Doctora. Existen 16 cuadros que esta empresa encargó a Cassius Marcellus -vaya nombrecito- de perros en actitudes humanas (viajando en tren, leyendo el periódico...) pero el del póker es el más famoso. Saludos. Borgo.
ResponderEliminarHola, Mario. A mí también me gusta esa película que encuentro fascinante. Recuerda a los films post-apocalípticos pero ambientado en la Edad Media. La Muerte está muy presente y no me extraña que Woody Allen reconociera su influencia. Abrazos. Borgo.
ResponderEliminarHola, Aris. Sí, creo que es de esa película que termina con Allen que abandona el mundo de la mano de la Parca. Con el mentiroso aún me defiendo pero con el ajedrez -que tengo muy desentrenado- seguro que palmo. Saludos. Borgo.
ResponderEliminarHola, Marcos. Sí, pobre perro, eso debe ocasionarle algunos problemas de tipo social con otros perros. La verdad es que debe tener sus ventajas eso de saber cuánto te queda de vida y poder disfrutar de ese tiempo al máximo. Viendo buen cine, por ejemPLO. Abrazos. Borgo.
ResponderEliminarMuchas gracias, Belknap. Estoy muy contento de que le haya gustado. Saludos y hasta la próxima. Borgo.
ResponderEliminarSi yo tuviera que jugármelo al poker o al ajedrez con la Parca seguro que perdía. Mejor una partido con el FIFA, aunque con presión cualquiera sabe, seguro que no daba pie con bola.
ResponderEliminarHola, Cahiers. Hombre, pues lo de la FIFA también habría estado bien aunque si el partido acaba en tanda de penaltis la tensión sería insoportable. Un partido a vida o muerte como el de "Evasión o victoria". Saludos. Borgo.
ResponderEliminarEl relato, sin más, pero te leo lo de tu timba mensual y no sé por qué pero me he acordado de La extraña pareja ;-)
ResponderEliminarUn saludo.
Pues sí, David, lo de la timba recuerda comprensiblemente a esa película. Además uno de los componentes de la timba -Fernando- se parece bastante físicamente a Walter Matthau. Saludos. Borgo.
ResponderEliminarNo se debe tentar a la suerte cuando te juegas tanto. Que me lo digan a mi, fumador empedernido desde los 14 años y pésimo jugador de poker, me tiembla una pierna cuando me pongo nervioso.
ResponderEliminarLe paso a mi mujer la receta, que yo soy un desastre en la cocina y solo entro a por cervezas belgas.
Saludos
Ja,ja, Alimaña. Serías un buen compañero de partida pues nos encantan las cervezas belgas. Yo es que seguí el consejo de mi padre: "Todos hemos de ser buenos en un oficio y un juego" El suyo era el billar y el mío el póker, aunque llevo una racha pésima. Saludos. Borgo.
ResponderEliminarMe ha encantado... ¡La guadaña con el rabo entre las piernas!
ResponderEliminarÁcido y con garra, porque... ¡Hay que reírse hasta de la muerte!
Y, para finiquitar el post, nos añades una instantánea de lo perrunos que somos jugando, en todo, que la vida es un juego. Aunque -a veces- sea macabro.
Saludos, Ann@
Hola, Anna! De vez en cuando viene bien que la Muerte no se salga siempre con la suya, el juego siempre contribuye a crear emoción.
ResponderEliminarYo creo que hay que ser un poco perruno en casi todo "Dog eat dog" como dicen los americanos, pero si juegas a póker mejor que no mover el rabo. Besos. Borgo.
Bueno, a estas alturas no hará falta ya que te diga cuánto me ha gustado esta entrada por su variedad tan bien combinada. Y con ilustraciones tuyas, ¿verdad? Esta vez me quedo, sin dudarlo, con tu relato, genial. Muchos besos, Borgo.
ResponderEliminarlindo post, mas que a Bergman uno recuerda a Woody Allen, aunque esto sea una herejía en un punto ja...
ResponderEliminarel mejor director argentino, Leonardo Favio, también utilizo esta escena para uno de sus films heroicos, el Juan Moreira jugando al truco con la muerte... salu2
Hola, Clementine. Muchas gracias. Me pon muy contento que te haya gustado el relato basado en mi última partida de mentiroso (yo perdí) Y sí, todas las ilustraciones son mías excepto las del cuadro de Colidge, claro. Muchos besos. Borgo.
ResponderEliminarGracias, JLO. También recuerdo un episodio con el gran Peter Capusotto jugando a damas con la Muerte. No he visto esa película de Leonardo Favio (sólo he visto "Aniceto", creo que su última producción) pero me la apunto pues me pareció un director muy interesante. Saludos. Borgo.
ResponderEliminarBuen relato Borgo! No se a qué juego retaría yo a la muerte para prolongar mi estancia...supongo que a cara o cruz estaría bien.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias, Victor. Hombre, lo de la cara o cruz tiene al menos la ventaja de que todo el mundo sabe jugar pero es muy breve. Un juego más largo le da mayor emoción a la cosa. Saludos. Borgo.
ResponderEliminarGracias por llegar a mí, y decubrirte eres genial con tus textos ...no le tienes miedo a las palabras ...y te juegas en ellas....
ResponderEliminarmil besos
Bienvenida, Recomenzar. Me encanta que te hayas pasado por aquí. Yo por mi parte ya estoy siguiendo tus formidables microrrelatos. Besos. Borgo.
ResponderEliminarMira, diez años más, si es para ver buen cine, vale, pero si no... ¡Menuda condena!
ResponderEliminarSaludos.
Hola, Licantropunk. Yo estoy seguro que muchos darían por bueno un trato como este, aunque fuera cine español. Saludos. Borgo.
ResponderEliminarHola Miquel,
ResponderEliminarQue gran elección, el septimo sello de Bergman, una de mis películas favoritas.
Ajedrez y La muerte, ¿ puede haber algo más inmortal ?
Ya veo ya Sr. Borgo que ni la Muerte tiene que hacer nada contra su toque mágico de tirada de dao y zas... otros 10 años. ;->
Un relato simpático, sobre el cuadro tengo que decir que pensaban que era una invención de Los Simpons, pero como siempre la realidad supera la ficción.
Y... felicidades por la receta, con el guacamole depende del dia. Aveces si, y otras no.
Gracias por deleitarnos con esta rica mezcla. 1º Plato, 2º Plato , postre. ;->
Un abrazo muy grande Mr. Borgo.
Hola, UTLA. Desde luego es también una de mis favoritas como la película "La defensa Luzhin"sobre un gran maestro ruso, al cuál el ajedrez lo ha absorbido de tal forma, que cuando está a punto de vencer en la partida de su vida encuentra el amor y la muerte. De nuevo muerte y ajedrez. Me alegra de verdad que le haya gustado el menú, a mí me encanta juntar relatos con recetas. Un fuerte abrazo. Borgo.
ResponderEliminarTe prometo, Miquel, que entré la semana pasada y dejé un comentario.
ResponderEliminarAlguien debe de haberlo robado... un caso digno del inspector Duralex, sin duda.
Hola, natnosC. Mi ordenador va tan raro que no me sorprende nada pero me alegra verte por aquí, como siempre.
ResponderEliminarDe inmediato pongo a Duralex a trabajar en el caso. Saludos. Borgo.
Muy buena entrada Borgo, lástima que llego tarde
ResponderEliminarNunca jugué al Mentiroso... con dados solo juego a la Generala.
Acá te dejo algo que hice sobre el Séptimo Sello, también hace mucho.
http://frodorock.blogspot.com.ar/2014/05/jaque-al-cine-iii.html
Lo del rastreador de nutrias no lo sabía. Ese puede ser el perro ganador, no solo juega "a cara de perro" sino que encima ni mueve la cola. Un campeón.
Abrazo grande!!
Hola, Frodo! El Mentiroso era el típico juego en el instituto cuando nos "fumábamos" (se dice así en Argentina) una clase y nos íbamos un rato al bar de al lado. También jugábamos a la Generala.
ResponderEliminarAhora me miraré ese enlace. Lo de ese perro sí que es tener siempre "cara de póker".
Abrazos!
Borgo.
Hola Borgo, ya había pasado por acá. Aprovecho para repreguntar
ResponderEliminar¿qué quisiste decir exactamente con "fumarse" una clase? ¿escaparse?
Porque acá se le dice "ratearse" de clase (antes se le decía "hacerse la rabona")
Tal vez quisiste decir otra cosa. Avisame así me desasnas
Abrazos amigo!
Hola, Frodo!
ResponderEliminarAhora, repasando antiguas entradas, he visto tu comentario.
Sí, fumarse una clase o un examen es saltárselo. Acá antes se decía "Hacer pellas" y anteriormente "Hacer novillos".
Divertido lo de hacerse la rabona.
Saludos!
Borgo.