DE AVESTRUCES Y ABDUCIDOS (CON RECETA)

 Me han hecho un encargo original: un libro con recetas de carne de avestruz promocionado por varios propietarios de granjas donde crían estas aves. La editorial -Llibres del Call- me invita a una degustación de avestruz en un restaurante-masía de El Montseny. Mi amigo Marc Armengú, químico y estudioso de las abducciones extraterrestres, se ofrece a llevarme en coche. Me dice enigmático:
-Voy a menudo por esa zona por el libro que estoy escribiendo sobre abducciones.
Frente al restaurante hay un corral donde un empleado está alimentando a los avestruces con pienso. Lleva la cabeza protegida con un casco de motorista "Estos bichos tienen muy malas pulgas" nos dice antes de desmontarnos un mito: "Eso de que esconden la cabeza cuando hay peligro es un mito. Los avestruces echan a correr como cualquier hijo de vecino".
Recuerdo mi primera experiencia con la carne de avestruz; pensaba que sería como un pollo gigante pero me encontré con una pieza de apariencia y textura muy similar a la ternera. Sigo pensando que el sabor del avestruz es demasiado suave, por eso creo que le sienta bien ese condimento adecuado para cualquier tipo de carne:
FILETE DE AVESTRUZ AL ROQUEFORT
En una sartén con el fuego muy bajo fundir un poco de mantequilla y añadir el roquefort aplastándolo con un tenedor hasta que se deshaga. Añadir crema de leche y remover bien procurando que no llegue a hervir pues alteraría el sabor. Preparar en sartén o parrilla la carne al gusto y servir con la salsa que no necesita sal ni pimienta aunque aconsejo una cucharadita de nuez moscada en polvo.

 A la vuelta Marc me lleva en coche a la estación de tren. Me cuenta:
-Por esta zona se han producido dos abducciones el pasado año. Los medios no han dicho nada como de costumbre. He entrevistado a dos personas y coinciden en algo: en la nave donde los exploraron mostraban mucho interés por los dedos de los pies ¿Quieres saber mi teoría?
-Claro, Marc. Aunque ya sabes que soy escéptico en ese tema.
-Los dedos de los pies son un vestigio de cuando el hombre era cuadrumano -prosigue Marc-, como los simios. Están destinados evolutivamente a desaparecer. El meñique del pie ya es un dedo atrofiado.
-Sí, he leído que algunas mujeres se lo amputan para ponerse zapatos elegantes.
-Bueno, Miquel, pues yo creo que no son alienígenas sino terrestres del futuro y que lo que llamamos ovnis son naves para desplazarse en el tiempo. Nos estudian y por eso son tan esquivos; para no alterar la historia con las consecuencias que eso traería.
La carretera se ve oscura y solitaria. Los árboles sin hojas parecen tétricos centinelas a lo largo de la carretera y negras urracas picotean el suelo. Espero no ser abducidos y menos por esos lascivos extraterrestres: