jueves, 10 de noviembre de 2011
EL TAXISTA HITCH
Últimamente he viajado a menudo en taxi a causa de una sencilla operación de menisco que me ha obligado a llevar muleta. Las conversaciones –más bien monólogos- de los taxistas no se apartaban de estos temas: la crisis, Zapatero y Mourinho. Acabo de enterarme que Frederick Hitch (1856-1913) al licenciarse del ejército trabajó mucho tiempo como taxista en Londres ¡Cómo me hubiera gustado subir con él, la de historias que contaría! Hitch fue uno de los soldados condecorados por la defensa de Rorke´s Drift, una de mis batallitas preferidas, llevada al cine en la magnífica Zulú (1964) con Michael Caine y Stanley Baker.
El 22 de enero de 1879 unos1300 soldados británicos y coloniales fueron masacrados por los zulúes en la Batalla de Isandlwana, la mayor derrota de un ejército imperial a manos de fuerzas nativas. También tuvo su película: Amanecer Zulú (1979)
Horas más tarde un jinete de los Voluntarios de Natal llega a la cercana misión de Rorke´s Drift para informarles del desastre y de que tres Impis (regimientos zulés) con cerca de 4000 guerreros se dirigen hacia allí. Al oír esa noticia los soldados nativos salen por piernas dejando la guarnición con la mitad de sus efectivos: 140 soldados, 30 de ellos enfermos.
Los tenientes Chard y Bromhead (Caine y Baker respectivamente en el film) deciden que no pueden hacer frente a un enemigo tan numeroso en campo abierto y fortifican el perímetro con carros, cajas y sacos de provisiones. Mientras tanto se oye desde las colinas un inquietante ruido parecido a un tren en marcha, son los zulúes que se acercan golpeando sus escudos con los iklwa que es como llaman a sus lanzas por el sonido que hacen al extraerlas de un cuerpo.
El soldado Hitch que estaba de vigía fue el primero en verlos y gritó esta frase: “¡Ahí vienen, densos como la hierba y negros como el trueno!”
Los zulúes se disponen a atacar usando su clásica formación del Impondo Zankomo (cuernos de búfalo) Una gran masa de guerreros avanza por el centro mientras que los hombres más jóvenes situados en los cuernos izquierdo y derecho rodean al enemigo impidiéndole toda posibilidad de escapar, entonces vuelven a la carga los soldados del centro rematando a los defensores. Los soldados abren fuego y rechazan la primera oleada pero los zulúes no se dan por vencidos. Durante 10 horas y sin descanso se suceden los asaltos y los combates cuerpo a cuerpo que los ingleses rechazan a punta de bayoneta.
Cuando al amanecer del día siguiente llegan los refuerzos 17 hombres habían muerto en el lado británico y casi 600 entre los zulúes. Como se ve en el grabado los cadáveres amontonados llegaban a la altura de las barricadas.
Un dato curioso: en 1906 el capitán médico Edward Foster inició una serie de investigaciones al descubrir que diez de los defensores de Rorke´s Drift se habían suicidado. Sus trabajos son el origen de lo que se llamó al principio fatiga de combate y después neurosis de guerra.
Me han entrado ganas de verla otra vez, nunca me llamó mucho la atención, pero contada así por ti me abre el apetito ;)
ResponderEliminarBesos mussol
Ostras, qué poco conocía yo de esta historia, me ha llamado mucho la atención.
ResponderEliminarTendré que animarme con la peli, aunque ahora que sé el final...
Qué entrada más interesante, Miquel, no conocía la historia real. Me encanta "Zulú", la volví a ver por la tele hace poco, qué bien está ahí Michael Caine y cuándo no, es uno de mis actores favoritos. Besos, Borgo.
ResponderEliminarBuenas Miquel
ResponderEliminarCiertamente Rorkes Drift es el equivalente británico al episodio de Baler del ejército español. Un "Alamo" en toda regla. En cualquier caso, está claro que un enemigo fortificado y con superior potencia de fuego lleva las de ganar frente a un ejército de hombres armados con lanzas. En Isandlwana, el problema fue que los fusileros británicos se quedaron sin munición y fueron arrollados por los zulues.
Consideraciones militares aparte, también es cierto que los defensores le echaron valor al asunto, dada la apabullante superioridad numérica zulú. Y estoy de acuerdo contigo en que "Zulú" es una muy buena película.
Saludos
Lo de los viajes en Taxi siempre genera situaciones absolutamente bizarras. Siempre está el típico pasajero que intenta llevar el pulso a la conversación pero el taxista, curtido en mil batallas, siempre acaba por apropiarse de la misma. Un abrazo y deseos de recuperación para ese menisco
ResponderEliminarPodría haber sido peor... te podría haber tocado Rajoy...jajajaja
ResponderEliminarhttp://www.youtube.com/watch?v=UqEEfr3WDEs
1besico!
Hola, Isabel. A mí siempre me han atraído esas películas de aventurillas coloniales y "Zulú" me gusta mucho, más que su precuela "Amanecer Zulú" aunque cuente con Burt Lancaster y Peter O´Toole. Besos, mussol. Borgo.
ResponderEliminarHola, natsnoC. No pasa nada, "Titanic" es la película más taquillera de la historia y todos se sabían el final. Ah, gracias por tu recomendación de cerveza para mi ensalada de patata. Saludos. Borgo.
ResponderEliminarHola, Clementine. Leí esa historia en un par de libros y es todavía más apasionante que la película porque cuenta el destino de los soldados protagonistas como el de Hitch que terminó conduciendo un taxi. "Zulú" fue el primer papel protagonista para Michael Caine que aquí está magnífico como el petulante teniente Bromhead. Saludos. Borgo.
ResponderEliminarHombre, Von Kleist, me alegra verte por aquí. Sí que este episodio hace recordar el de Baler en Filipinas así como Insandlwana suele compararse con Little Big Horn que también tuvo más de una película: "Murieron con las botas puestas" por ejemplo.
ResponderEliminarParece que los británicos no tenían nada que hacer con los zulúes en campo abierto pero sí en fortificaciones como lo demostraron los boers en Blood River.Saludos. Borgo.
Hola, Piru. Gracias, ya estoy completamente recuperado, era una operación sencillita. El peor sin duda fue uno de esos taxistas que tienen la solución para arreglar el país (suerte que no me la dijo) Sí que le dijo de todo a una mujer que hizo un repentino giro: "Tendrías que estar en casa haciéndole una tortilla a tu marido!!!" La mujer le respondió no se qué de una tortilla y sus huevos. Saludos. Borgo.
ResponderEliminarHola, Fiona. Muy bueno el video ¡Y yo que pensaba que iba de coña! Yo es que me parto con esas joyas de propaganda electoral, ya pensaba que vería a Rajoy conduciendo con un palillo entre los dientes y aquello de "Papá no corras". Besicos. Borgo.
ResponderEliminarHubiera sido interesante un Pizarro o un Núñez Cabeza de Vaca taxistas.
ResponderEliminarExcelente post,no conocía la historia.La película sigue sin embargo sin llamarme mayormente la atención;prefiero investigar sobre los personajes reales:D
ResponderEliminarSí que sería interesante un Cabeza de Vaca taxista,o un Valdivia...
Saludos!
Hola Miquel, personalmente es una de mis pelis favoritas de aventuras: esos uniformes rojos con casco blanco, lo "de primera linea rodilla al suelo, segunda linea fuego"...
ResponderEliminarEl hecho histórico en si, es la acción donde se dieron mas cruces Victoria en un egimiento británico por una sola acción. El oficial al mado, que creo recordar que era ingeniero y casi sin experiencia militar...
Hola, Cahiers. Pues no estaría mal, incluso un Viriato taxista... quién sí trabajó de taxista -pero en México- fue un famoso general republicano de la guerra civil: Valentín González "El Campesino", también me hubiera gustado subirme a su coche. Saludos. Borgo.
ResponderEliminarHola, Fanny. Son también interesantes las historias de los soldados que vivieron esa experiencia. A os pobres tenientes les hicieron la faena de ascenderles y destinarlos a la India donde murieron poco después de malaria, las enfermedades tropicales consiguieron lo que no pudieron los zulúes. Saludos. Borgo.
ResponderEliminarHola, Joan. Sí, aquella escena en la que un pelotón se agacha y carga el arma mientras los de atrás disparan y siguen adelante. Once cruces Victoria les concedieron, nunca se dieron tantas por una sola acción.
ResponderEliminarEl teniente Bromhead (Michael Caine en el film) estaba allí de casualidad, era del Cuerpo de Ingenieros y revisaba la construcción de un puente. Saludos. Borgo.
magnífica película sobre una interesante derrota del imperio británico, una avanzadilla de lo que seria el Vietnam...
ResponderEliminarPues si, un taxista como Hitch debia ser sumamente interesante subir en su taxi y que te explicara alguna batallita de Zulus.
Aqui en España hubo la batalla de Annual, nuestro propio vietnam...
Miquel, estás seguro que no era Baker el teniente de ingenieros y que solo por antigüedad tokma el mando?
ResponderEliminarPor cierto, Michael Caine luce el mismo uniforme (aunque de sargento) en otra magnífica película: El Hombre que pudo reinar, junto a Sean Connery.
ResponderEliminarSe dice que Huston quiso filmarla años antes con Clark Gable y Bogart, te imaginas que maravilla de peli hubiera sido tambien?.
Vi la "Zulú" de Caine hace muchísimos años y recuerdo que me había impresionado mucho. Desde los ojos de un pre-adolescente las cosas no se entienden igual.
ResponderEliminarLa historia real no la conocía así que se agradece, como siempre!
Un saludo
Pienso lo mismo que Isabel, que nunca me llamo demasiado la atención, lo que ocurre que tu lo narras de una manera muy peculiar y divertida, entonces dan ganas de verla, pero el problema es el tiempo... como siempre.
ResponderEliminarpetons
Miquel, qué tal ese menisco, en enero tengo yo cita con el trauma, creo que tengo una lesión de menisco interno, ya te contaré.
ResponderEliminarVolviendo a la guerra anglo-zulú, permíteme una frivolidad: "mataría" por tener uno de esos uniformes de casaca de color rojo-imperio británico y coronar mi testa con ese pedazo de casco de color blanco. Unos colores muy adecuados para mimetizarse con el entorno sudafricano...
Interesente entrada. Un abrazo y que la recuperación sea pronta y esa pierna responda bien.
magnífica entrada!
ResponderEliminarme ha gustado como hilas la historia a raíz de esas monotonías de taximetro...
felicidades
Raúl
Me agrada mucho la historia universal, siempre ha sido mi debilidad, tu relato me produce curiosidad, al final se aplica lo de que la historia la escriben los vencedores por cierta distorsión de la realidad o mejor dicho ausencia, cuando uno lee siente que los nativos son el enemigo y no quienes estan defendiendo su territorio invadido por una fuerza superior y civilizada, y por ejemplo sabemos el nombre de ese soldado británico pero cuantos héroes indígenas conocemos. En ese sentido mi crítica va no tanto por la ambición humana o el deseo de conquista por encima de otros que al final fecunda en la mayoría como naturaleza sino por una historia que nos niega todo el panorama y que se vuelve maniqueista. Dejo mi humilde mensaje de reflexión ya que adoro la historia aunque como en la filosofía me deja con más preguntas que respuestas. Espero que te recuperes del menisco. Un abrazo.
ResponderEliminarMario.
Mr. Borgo, genial pelicula y ¡que actores! En cuanto a los taxistas, ¡Dios mio! Hace poco viaje con uno de los pocos que escuchan buena musica, mientras que muchos de ellos, de solo acordarme de la musica que me tuve que aguantar me sale urticaria, !agh, que asco de musica que escuchan los taxistas argentinos! Un saludo.
ResponderEliminarHola Borgo! No conocía la historia ni la película,pero de vez en cuando no esta mal que se escarmiente de alguna manera a algunos presuntuosos que se creen el centro del mundo. En esta vida no se puede ser tan pretencioso y nunca hay que infravalorar a los enemigos, porque a veces nos pueden sorprender.Hoy me has aleccionado sobre historia ¡No está nada mal!¡Siempre aprendo algo contigo! Besos de Sqs
ResponderEliminarHola, Aris. Pues sí que hay similitudes con el Vietnam, no lo había pensado. Una guerra imperialista, unas fuerzas nativas más poderosas de lo que creen...
ResponderEliminarAnnual sí que fue nuestro desastre histórico como lo llamaban los libros de historia. Puede que circularan entonces taxistas explicando interesantes anécdotas por nuestra ciudad. Saludos. Borgo.
No he visto esta película, Miquel. Pero está calro que acutalmente, las conversaciones de los taxistas no se pueden comparar con las que llevaría en su taxi londinense este hombre. Un abrazo, Miquel.
ResponderEliminarHola, Joan. Pues es verdad, Chard (Stanley Baker) es el oficial de ingenieros pillado en Rorker´s Drift. Muy buena la película "El hombre que pudo reinar" sin duda la mejor adaptación a la pantalla de un relato de Kipling. Bogart y Gable habrían estado magníficos pero Connery y Caine bordan esos papeles. Saludos. Borgo.
ResponderEliminarGracias, deWitt. Siempre se valora más la película al conocer la historia en que se basa sobre todo si es tan interesante. Saludos. Borgo.
ResponderEliminarHola, Susan. Es que a mi me encantan esas historias. En el colegio el profesor de historia me decía: "Tú, menos historietas y más nombres y fechas" y lo veía muy aburrido. Petons. Borgo.
ResponderEliminar¿Qué tal, Mr. Lombreeze? Te deseo lo mejor en tu visita al médico. Lo mío fue muy simple: retocar un poco los ligamentos.
ResponderEliminarEsas casacas son magníficas. En 1880 se emplearon por última vez en Sudáfrica adoptando el color caqui. Los soldados se teñían con té o barro el casco blanco para dar menos el cante. Un coleccionista amigo mío tiene un casco colonial y una de esas casacas de la guerra anglo-zulú con certificado de autenticidad (la compró en los últimos Mundiales) y le salió más cara que el viaje, aunque no mató a nadie. Saludos y que te mejores. Borgo.
Gracias, Raúl. Lo mío fue un deseo de que las historias de los conductores del "tasi" tengan al menos algo más de variedad. Creo que es una historia y una película estupendas. Saludos. Borgo.
ResponderEliminarHola, Mario. Bueno, ya sabes aquello de que "La historia siempre la escriben los vencedores" aunque en el caso de los británicos les resultó la cosa muy cara pues emplearon para pacificar a los zulúes mayor número de tropas que para someter a toda la India. Al menos han pasado a la historia algunos (pocos) guerreros zulúes como el rey Shaka o Cetwayo, que dirigió las tropas que derrotaron a los ingleses en Insaldwana. Abrazos. Borgo.
ResponderEliminarHola, Belknap. Una gran película, seguro. Yo también viajé hace poco con un taxista que ponía en su vehículo Kate Bush y Michael Nyman, aunque no suele ser habitual. Saludos. Borgo.
ResponderEliminarHola, SqSmaravillosa. Leer libros de historia siempre me ha gustado. Seguro que conocerás "Murieron con las botas puestas" o "Pequeño Gran Hombre", muestran la batalla de Little Big Horne -tres años antes que Rorker´s Drift- en la que los sioux aniquilaron la caballería de Custer y es lo que dices: generales muy seguros de si mismos que menosprecian al enemigo y que les acaba costando muy cara su ignorancia. Besos. Borgo.
ResponderEliminarHola, Marcos. ¿Qué tal por Barcelona? Yo es que imagino la escena: un reluciente taxi negro por la niebla londinense y el taxista explicando sus experiencias en el asedio de Rorker´s Drift. La película vale la pena, creo que te gustaría. Abrazos. Borgo.
ResponderEliminarRecientemente apareció -y hasta fue saldado- un libro imprescindible sobre la batalla de Isandlwana, titulado "Zulú", escrito por Carlos Roca, especialista en el tema, y editado por Inédita editores... Imagino que ya lo conoce, si no es así, se lo recomienro vivamente...
ResponderEliminarGracias, Abuelito, tengo ese interesantísimo libro con una impresionante documentación casi minuto a minuto de la batalla de Insadlwana y buena recreación de las tropas británicas destinadas a combatir a los zulúes. Sólo encontré a faltar algo más de atención sobre Rorker´s Drift pero es un excelente libro. Saludos. Borgo.
ResponderEliminarL@s taxistas son grandes filósof@s en no pocas ocasiones, lo que no me gusta de ell@s es su manía de ir como alma que lleva el diablo cuando conducen, sobre todo por la autopista. A mi me hubiera encantado que me llevara Tolkien.
ResponderEliminarUn abrazo y espero que sea leve lo del menisco.
Hola, Worc. Tolkien sería un taxista muy agradable. Me lo imagino conduciendo mientras pone música céltica.
ResponderEliminarYa estoy bien del menisco, gracias. Son secuelas de mi tendencia juvenil a caer por las escaleras las noches de sábado. Saludos. Borgo.