Dedicado a LAZOWORKS y sus experimentos culinarios.
Me comí su hígado acompañado de habas y un buen chianti. ¡Shshshshiii! Sin duda una frase antológica.
Último viernes de mes. Es el día que Jaume y yo nos reservamos para nuestros almuerzos de casquería de los que hablé en mi entrada El Día de los Menús Gore del pasado 26 de julio. En nuestro anterior encuentro preparé unos dados de sangre encebollada, orégano y piñones con los que se hubiera rechupeteado los dedos el mismísimo Nosferatu. Tranquilos, en breve publicaré la receta. (Lazoworks, no lo intentes en tu casa)
Jaume acaba de regresar de los USA con un DVD de El silencio de los corderos con veinte minutos de escenas añadidas nada menos y he pensado que sería un buena idea disfrutar de la película con la receta de Hígado a lo Lecter aprovechando que empieza la época de habas. El chianti será un Montalbano de la zona de Siena y las habas de la Vega de Granada; las mejores del mundo.
Además es una receta sencillísima: cocer y escurrir las habas, saltear el hígado en una sartén lo justo para que tome color y reservar. En la misma grasa sofreír unas rodajas de cebolla, cuando se empiecen a dorar añadir una copa de vino blanco, perejil picado, el hígado cortado a trocitos y las habas. Reducir el fuego al mínimo, tapar la sartén y cocer durante cinco minutos. Servir bien caliente.
Otro caníbal famoso pero no de ficción: Armin Meiwes (El Caníbal de Rotemburgo) anuncia la inminente publicación de sus memorias. Quizás recuerden el caso: en un foro de internet –Caníbal Café- Meiwes pidió contactar con voluntarios para devorarse mutuamente ¡y se presentaron cuatro! –como solía decir mi abuelo: hay gente pa tó- pero no le convencieron por las dudas que mostraron cuando se pasaron por su casa. El elegido fue Bern Brandes al que Meiwes cortó el pene y lo guisó en mantequilla acompañado de salsa barbacoa. No les convenció pues estaba demasiado cocido y duro, eso le pasó por no leer el excelente recetario La cocina caníbal de Topor.
Me pregunto cómo arreglaron los detalles de la cena. Ya saben: ¿Qué traigo? ¿Cuál es el vino más adecuado?...
Que fuerte! A mi encanta el Hannibal Lecter pero a la vez me da repelus...por cierto, dice que el chasquido ese ssssshhh! se lo inventó Antonhy Hockins porque dice que el guión lo veía demasiado rígido y cuando le hizo el ruidito a la Jodie Foster está se quedo tan parada que no sabia si es que el Hockins se había encallado.
ResponderEliminarDe esta entrada, yo me quedo con Anthony Hopkins (en ésta y en cualquiera de sus películas) y tú te quedas con la receta (no puedo con las habas) y con el otro caníbal, menuda historia. Geniales las viñetas, Miquel. Besos.
ResponderEliminarDados de sangre, penes con mantequilla,... Coméis unas cosas más raras.
ResponderEliminarLa viñeta graciosísima, como siempre.
Jajajajjajajaja!
ResponderEliminarDesde luego! Me esta usted incitando a que le corte la pija a alguien y me lo coma? Pero bueno, es usted un degenerao! Primero empezó con los sesos y ahora ya va a saco, jajajaja!
Por cierto, ya que hablamos de películas y menús caníbales, le recomiendo Naked Blood. En ella una tía se come a si misma!! La escena es antológica, primero se fríe la mano, luego se corta los labios del chumino y se los come, en serio! y por ultimo se come sus propios ojos. Es una marcianada japonesa muy interesante y con unos fx que ponen los pelos de punta. Atrevase!
Como siempre, una entrada muy entretenida con una buena receta, ya te contaré cuando tenga tiempo de llevarla a cabo.
ResponderEliminarEspero que disfrutes y nos comentes en breves esos 20 minutos extras jeje un abrazo miguel!
Yo esas habas granadinas, que las tengo a un paso, literalmente, ya que vivo en la frontera de la ciudad y la vega, me las hago con jamón y un par de huevos fritos. En una cacerola se echan en un fondo de aceite, bien rehogadas con cebolleta y tacos de jamón.
ResponderEliminarGracias por el dato, Aris. Aquí estuvo muy bien el gran Hopkins porque ese sonido que hace es escalofriante. Llevo una hora ensayándolo frente al espejo pero no consigo que me salga igual. Saludos. Borgo.
ResponderEliminarHola, Clementine. ¿Y qué tal un poco de sangrecita encebollada? Je, je... Sí,Hopkins está que se sale como siempre y además tuvo la suerte de no quedar excesivamente encasillado por ese personaje. Besos. Borgo.
ResponderEliminarHola, Einer. Es que estoy practicando para otro libro de recetas caníbales como el de mi admirado Topor. Me alegra que te hayan gustado las viñetas. Saludos. Borgo.
ResponderEliminarHombre, Lazoworks, ya se sabe: "De lo que se come..." A mí me dieron criadillas de toro cuando era niño.
ResponderEliminar"Naked Blood" ya me habían hablado de esa película de culto. Eso de comerse a sí mismo ya es el puro regodeo canibal. Gracias por recordármela, hoy mismo iré a buscarla en mi video club. Saludos. Borgo.
Hola, Piru. Ya tengo la comida preparada y esperando impaciente esos extras de la película. Espero que te guste la receta, viene a ser una versión más completa del típico hígado encebollado. Saludos. Borgo.
ResponderEliminarGracias por la receta, Cahiers. Está bien eso de compartir platillos. Esas habas paisanas suyas son espectaculares, lástima que por aquí están carillas. Las suelo hacer salteadas con jamón o panceta pero con los huevos fritos tienen que estar de muerte, ya me las prepararé. Saludos. Borgo.
ResponderEliminarPues sí, Miquel, hay gente para todo jejeje. Ya pasarás la receta esa de los dedos, perdón los dados, de sangre. saludos caníbales!
ResponderEliminarSeguro que sí, Marcos. Quizás quedaría bien en mi próximo relato con vampiros. Abrazos caníbales. Borgo.
ResponderEliminarEste blog me ayudará a adelgazar si sigue con esta temática.
ResponderEliminarBuen provecho.
ResponderEliminarEse DVD con extras también debe ser toda una “delicatesen”. Ya nos contarás. ¿En las cenas caníbales también te envuelven las sobras en un paquete con forma de pato?
A mi me da mucho repelus. Soy casi vegetariano XD
ResponderEliminarPero hay gente pa to X)
Tranquilo, Kinski, mi próxima receta será bastante más light. Saludos. Borgo.
ResponderEliminarBorgo, de aquí a un tiempo lo veo publicando lo que sin duda será el Bestseller del año. 100 Recetas para Cocinar Humanos. Probaré esa receta, ya que a mi me encanta el higado, sobre todo encebollado, una delicia.
ResponderEliminarUn saludo
Bienvenido a Borgo, Juan Andrés. Pues la verdad es que lo de las escenas añadidas ha sido decepcionante, simplemente momentos deshechados -algunos sin volumen- para no alargar algunas escenas. La más interesante es una que muestra la primera víctima de "Buffalo Bill".
ResponderEliminarSí que quedaría bien lo de envolver las sobras como los restaurantes americanos, yo propondría un envoltorio en forma de calavera. Saludos. Borgo.
Qué bien que vuelvas a la casquería! En un clase de zoología la profesora comentó que los platelmintos -unos gusanos diminutos- adquirían habilidades de otros platelmintos cuando practicaban el canibalismo. Desde entonces tuve ese plus a la hora de comer sesos, aunque claro está, quizás haya adquirido los andares del cerdo pero no consigo que los orgasmos duren 30 minutos. Bromas a parte lo del canibalismo es un tema muy interesante y esa receta tampoco se queda atrás.
ResponderEliminarUn abrazo.
Huy, Cinemagnific, pues eso de los hígados y penes en mantequilla (que no en vinagre) no te habrá hecho mucha gracia. Y eso es muy cierto: hay gente pa tó. Saludos. Borgo.
ResponderEliminarHola, Gárgola. Ya publiqué un recetario: "Uf, hoy cocino yo" de Editorial Zendrera y con dibujitos; cualquier día me pongo con lo de los humanos. El hígado encebollado está muy rico, sobre todo cuando queda bien meloso. Saludos. Borgo.
ResponderEliminarHola, Worc. Inquietante eso de los platelmintos, los zombies de la naturaleza. ¿Qué los orgasmos de los cerdos duran 30 minutos? Ahí va, pues habrá que comer más torreznos. Saludos. Borgo.
ResponderEliminarQue maravilla las habas! a mi me encantan con huevos fritos y jamón...la semana que viene quedo con los Señores de Cahiers, y lo mismo las pedimos, y por supuesto, de Granada, como bien has referido...
ResponderEliminar¿Que no te gustan las habas, Clementine? ¡Dios santo!
Tirador, no sólo no me gustan, es que me dan arcadas, literal, si me como alguna sin querer en una menestra, por ejemplo. Porque a propósito ya ni se me ocurre. Anda mira, no coincidimos...
ResponderEliminarQué envidia, Tirador... las habas de La Vega de Granada tienen una textura insuperable. A veces las hago a "la catalana" guisadas con patatas, morcilla y un poco de menta que le da un toque muy bueno. Saludos. Borgo.
ResponderEliminarClementine, creo que te interesan más las Avas... Gardner. Vale, prometo no hacer más chistes malos. Besos. Borgo.
ResponderEliminarHay una pelicula que recrea el caso de Meiwes. La pille hace tiempo en la videoteca de Ono y era bastante digna y fidedigna. Tambien se puede encontrar un Documentos TV del mismo caso.
ResponderEliminarBrandes estaba peor de la chota que Meiwes. En el documental sale el chapero de Brandes contando que el tipo más de una vez le pidio que en el momento del orgasmo, se la cortara con una navaja de barbero de cuajo. Quería llegar al último y más espectacular acto de depravación...
Lo dicho, ¡como una chota!
Joeeer, Lorenzo... mi abuelito tenía razón con eso de que hay "gente pa tó". He oído hablar de la película que ha sido prohibida en Alemania por intervención de los familiares de la víctima. Desde luego con esos Meiwes y Brandes se juntaron un buen par. Gracias por los datos. Borgo.
ResponderEliminarAnthony Hopkins inmenso actor. creo
ResponderEliminarque EL SILENCIO DE LOS CORDEROS, no sería lo mismo sin él.
El Chianti, lo cambio por un buen Protos.
Un abrazo
Hay gente pa to y hay gente que vale pa to, como tú. Me gusta mucho la viñeta y la receta tiene buena pinta. Besos mussol.
ResponderEliminarMr. Miquel Zueras, menos mal que ya estoy por irme a cenar, muy buena entrada culinaria, usted si que sabe abrir el apetito, traia hanbre, ahora tengo mas. Un saludo.
ResponderEliminarManífica película la de el silencio de los inocentes, hay muchas escenas que podrían caer en el absurdo pero Hopkins es muy creíble, tengo el libro y pienso leerlo en algún momento. Sobre lo que cuentas de acudir ante un canibal suena bastante extraño, sería interesante revisar estudios psicológicos a tipos como el que se presta para ello, pero no sorprende ya que como dice tu frase, en el mundo hay cada loco. Y sobre el cuento que mencioné es de Natahniel Hawthorne, "Wakefield". Muy buena la receta, me encanta el higado, encebollado es una maravilla. Un abrazo.
ResponderEliminarMario.
Hola, Susan. Hopkins consiguió que no pudiéramos imaginar a otro actor en la piel de Lecter. También coincido contigo en lo del Protos, donde esté cualquier Ribera del Duero que se quiten los chianti. Abrazos. Borgo.
ResponderEliminarMuchas gracias, guapa. La verdad es que el hígado con habas quedó bueno aunque las escenas añadidas no estuvieron a la altura. Cuidadito con los foros de caníbales que nunca se sabe... Besos, mussol. Borgo.
ResponderEliminarGracias, Belknap. Es un placer para los que nos gusta la cocina saber que hemos conseguido abrir el apetito a alguien, eso está muy bien. Saludos. Borgo.
ResponderEliminarHola, Mario. La única que he leído de la serie fue "El dragón rojo" que tiene dos adaptaciones cinematográficas. La primera, "Manhunt", tiene a Brian Cox como Lecter. Intenté leer "El silencio..." pero la película me había impresionao tanto que me impedía concentrarme en el texto.
ResponderEliminar¡Wakefield! Lo leí en una recopilación: "Cuentos para ser contados dos veces". Qué grande es Hawthorne, como me gustaría ilustrar una portada de sus libros. Abrazos. Borgo.
Pues nada, a ver cuando te animas y el hígado lo vas a buscar a la Morgue. Es como comer criadillas: con tal de que al que lo coma no le digas lo que es, te dirá que esta delicioso. Fijo.
ResponderEliminarSaludos.
Ja, ja, Licantropunk. Yo tardé mucho tiempo en saber la cruda realidad: lo que eran exactamente las criadillas, no estaban mal pero prefiero el hígado. Saludos. Borgo.
ResponderEliminarHola Borgo! Hay que ver lo que me gusta a mi este actor, y por supuesto pienso que Hannibal el Canibal, no hubiera pasado a la historia del cine si el personaje lo hubiera interpretado otro actor. El caso del canibal de Rotemburgo, como ya sabrás, fue llevado al cine, y no he visto en mucho tiempo algo tan cutre y horripilante, tal vez porque sabes que está basado en una historia real. ¡Qué gente más retorcida!
ResponderEliminarPor cierto la receta sabrosísima...ahora mismo me comeria un platito. Besos.
Hola, SqS. Vaya, qué bueno encontrar a alguien que aprecia esos platos "de vísceras" (qué mal suena) y que son tan indicados para los tiempos de crisis. Por su economía.
ResponderEliminarYa me hablaron de la película del llamado Canibal de Rotemburgo y tampoco me hablaron bien de ella, es un caso que aún colea en Alemanis y por eso allí esta prohibida su exhibición.
Hopkins creo que es uno de los mejores actores del mundo. Mis papeles preferidos son el de Hannibal Lecter y uno de un registro bien diferente: el mayordomo de "Lo que queda del día. Besos. Borgo.
¿Le cortó el pito y lo cocinó con mantequilla y salsa BBQ? pero bueno, qué poquito se lo curró, solo le faltó ponerlo entre pan de frankfurt, no me jodas.
ResponderEliminarPa'matarlo.
Bien dicho, Salamandra. Si le cortas el pito a alguien para cocinarlo que no sea en plan fast-food. Una salsita con una reducción de Pedro Ximenez o con cerezas al oporto habría sido un detalle, que ese tipo de piezas no se consiguen en el mercado. Saludos. Borgo.
ResponderEliminarOye y no has identificado la receta completa del cerebro? o sea los demás ingredientes que utiliza para cocinar el cerebro de paul en "Hannibal", después de ser rescatado por Clarice de Mason Verger:) porfa
ResponderEliminar