Mientras se filmaba El hijo de Frankenstein (1938) Boris Karloff cumplió su 51ºcumpleaños. La Universal le regaló una cámara de cine doméstico e incluyeron un rollo de película en color. Durante una pausa del rodaje decidieron probarla consiguiendo una ocasión única de apreciar el tono verdoso original del maquillaje. Es muy divertido ver a Karloff haciendo el ganso e intentando asesinar a Jack Pierce (¿venganza por el tormento de las sesiones diarias de seis horas en el set de maquillaje?) Un documento interesante.
Genial este documento, Miquel. Me encanta Boris Karloff, me parece muy personal y muy elegante. Un beso.
ResponderEliminarLo divertidas que debían de ser las sesiones de cine familiar en la casa de Karloff. Así vemos el color original de su maquillaje que el blanco y negro no nos permitía ver. Besos. Borgo.
ResponderEliminarmuy bueno, vaya hallazgo...
ResponderEliminarme imagino la típica sesión de cine familiar con los amigos
"y ahora vereis a mi marido en el trabajo"...jo jo
Frankenstein detrás de las cámaras, muy bueno y Karloff todo un adelantado a su tiempo.
ResponderEliminarSaludos.
Hola, Aris. Desde luego, comparado con la típica sesión de diapositivas del viaje a Montserrat... pues eso, no hay color. Saludos. Borgo.
ResponderEliminarHola, Kinski. Ese rollo de película procedía de los estudios alemanes de la UFA que entonces tenían la mejor película en color. Universal adquirió material para rodar una película en color pero lo descartaron por ser muy caro. Saludos. Borgo.
ResponderEliminarMuy interesante, Miquel. ¿Quedaba mejor en blanco ynegro, verdad? Saludos.
ResponderEliminar¡Menudo documento más espectacular!
ResponderEliminarHe de admitir que acostumbraod al b/n ver a Frankenstein en ese tono verdos me parece surrealista, pero está genial :-)
Hola, Marcos, me alegra verte por aquí pues no puedo enviar comentarios -cosas del blogger- el blanco y negro le sentaba bien a los clásicos de la Universal, sobre todo viendo a Frankenstein sacando la lengua. Saludos. Borgo.
ResponderEliminarHola JLin. Aunque ya había leído sobre el maquillaje original de Pierce me sorprendió un poco ver ese Frankenstein color verde penicilina, parece que Lugosi llevaba un tono parecido en "Drácula". Saludos. Borgo.
ResponderEliminarGran documento. Me da la sensación que Pierce no se esperaba el estrangulamiento y aunque casi lo descoyunta, reacciona bien.
ResponderEliminarEste Boris era un poco bruto. ;D
Es un Frankenstein muy simpático, seguro que se lo pasaban genial en los rodajes. Y ese verde..., a lo mejor Hulk, el hombre masa se inspiró en este jjejje. Un beso
ResponderEliminarJajaja, no lo había visto. Qué bueno.
ResponderEliminarEs un poco contra natura, ese Frankenstein va ligado de forma incondicional al blanco y negro. No obstante, es muy interesante y divertido.
ResponderEliminarSiempre que leo algo relacionado con el monstruo de Frankestein la imagen que viene a mi cabeza es la de Boris Karloff. El monstruo interpretado por Robert de Niro, era más acorde fisicamente, con la imágen que seguramente hubiera tenido de haber existido, pero como Boris ninguno. Él supo darle al monstruo, una personalidad propia.Además en mi niñez (no creas tampoco soy tan mayor), nos reuniamos toda la familia para ver estas películas de terror, y eso es algo que deja huella. Me encantaba aquél blanco y negro, y ese ambiente misterioso que lo rodeaba todo. Seguramente ésto ha sido un factor determinante para que Karloff sea mi Frankestein preferido. Un abrazo.
ResponderEliminarHola, Einer. Eso que Pierce y Karloff eran muy buenos amigos, afortunadamente para el primero, claro. Saludos. Borgo.
ResponderEliminarHola, Isabel. Tienen mucha gracia esos momentos distendidos de los rodajes. Dicen que era Colin Clive (el Dr.Frankenstein) el más juerguista aunque en esta película le sustituyó Basil Rathbone. Muchos besos. Borgo.
ResponderEliminarHola, Mr. Lombreeze. Creo que por youtube circulan algunos fragmentos de pruebas en color que la Universal rodó en aquella época, entonces no usaban el color por caro y ahora rodarían en 3-D. Saludos. Borgo.
ResponderEliminarHola, Cahiers. Aquel blanco y negro era una buena muestra del estilo Universal con aquellos técnicos austríacos (Karl Freund, por ejemplo) exiliados de Hitler e influenciados por el expresionismo alemán. Es curioso ver como hubiera sido una de esas películas míticas en color.
ResponderEliminarPor cierto, a ver si se me arregla lo del blogger que no me deja enviaros comentarios. Saludos. Borgo.
Hola, SqSmaravillosa. Qué gran hallazgo el del director James Whale cuando se encontró con Karloff. Los otros personajes (Lugosi, Lon Chaney jr.) no se adaptaban como él al maquillaje. Aquellas películas -que ahora no pasan por televisión- tenían una atmósfera maravillosa que el blanco y negro la hacía aún más irreal. Abrazos. Borgo.
ResponderEliminarRealmente bueno. El cine en la trastienda. Muy divertido. Un abrazo.
ResponderEliminar¿Qué tal, David? Era una época en la que no habían "bloopers" o tomas falsas y eso las hacen más curiosas. Abrazos. Borgo.
ResponderEliminar¡Genial! Algo me suena haber visto, o quizás lo soñé.
ResponderEliminarGrande Karloff, grande Pierce, grandes todos.
Interesante es poco. Realmente impagable ver a Karloff haciendo de la criatura mientras un tramoyista prepara el decorado en la ventana del fondo XDD
ResponderEliminarDesde luego, Möobius, siempre es un placer ver a Karloff y Pierce en lo que sea. Los dos eran grandes amigos y solían pasar las interminables sesiones de maquillaje hablando de beisbol (Pierce) o de jardinería (Karloff) Saludos. Borgo.
ResponderEliminar¿Qué tal, Quimérico? Muy bueno el detalle del tramoyista que aparece como extra no acreditado, además la lengua de Karloff luce mucho en technicolor. Saludos. Borgo.
ResponderEliminarEl video es genial, la verdad. Estoy con Callau, quedaba mejor en blanco y negro.
ResponderEliminarHola, nastnoC. Sí, el blanco y negro era muy indicado para estos clásicos aunque como curiosidad no está mal este corto -muy corto- en color. Saludos. Borgo.
ResponderEliminarTan genial Boris Karloff.
ResponderEliminarY a mí que Frankenstein nunca me dió miedo...
Saludos.
jajaj Boris es muy grande!!!!
ResponderEliminarUn abrazo!!!
Hola, Marga. La verdad es que el monstruo conseguía transmitir algo de ternura como en aquella famosa escena de la niña que arroja flores al lago. La escena final, la del molino, sí que me dio miedo de niño. Saludos. Borgo.
ResponderEliminarDesde luego, CINEXIM. Por cierto que te recomiendo un libro interesante: "Boris Karloff el aristócrata del terror" de Javier Cortijo. Saludos. Borgo.
ResponderEliminarNo deja de asombrarme, para bien, claro, con documentos como este.
ResponderEliminarDe pequeño vi "Tintín y las naranjas azules", pero no sabia que anterior mente ya se había adaptado al cine.
Hola Borgo!!! Una gozada poder ver este documento, sobre todo para poder apreciar matices de color, con una excelente calidad por cierto.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola, Sr.Nocivo. No se perdió gran cosa con la adaptación al cine. Yo era muy pequeñajo y aún así recuerdo lo floja que era. Parece que hay más filmaciones caseras de Karloff, me pondré a buscar. Saludos. Borgo.
ResponderEliminarHola, Worc. Tu blog es uno de los que no puedo dejar comentarios, desde el "apagón bloggero" tengo el blog rarillo. La película era de los estudios UFA, entonces producían la mejor fotografia en color y se nota en la calidad de las imágenes. Abrazos. Borgo.
ResponderEliminarHola Borgo!!! Es una pena no poder contar con tus comentarios pero no te preocupes cuando se arregle ya te pasarás.
ResponderEliminarUn abrazo.
¡Qué maravilla...! Y sí, hay que reconocer que Blogger funciona cada día peor...
ResponderEliminarHola, Worc. Seguro que me seguiré pasando por tu blog y los demás. Espero que en esto no tenga problemas. Saludos. Borgo.
ResponderEliminarHola, Abuelito. Un documento divertido, sin duda. Yo cada vez tengo más problemas con el blog, ahora no puedo publicar entradas. Saludos. Borgo.
ResponderEliminarQué bueno, no me imaginaba a Karloff tan ganso
ResponderEliminarHola, Ricar2, me alegra verte de nuevo. Los que trabajaron en rodajes con Karloff decían que tenía mucho sentido del humor, al contrario de Lugosi que era bastante estirado. Saludos. Borgo.
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