Tom Savini, el mago del maquillaje, también les desea Feliz Navidad y presenta este microrrelato navideño:
Dejamos un cuenco con galletas y un vaso de leche. "Papá Noel vendrá hambriento y fatigado" dijo mi padre. Al día siguiente corrimos alborozados a ver los regalos.
El cuenco y el vaso estaban intactos. El perro había desaparecido.
Feliz navidad y prospero año nuevo. Cuidado con Papá noel, que este año viene un poco alocado.
ResponderEliminarUn abrazo
Muy bueno. Mejor no contárselo a los niños a no ser que queramos que se pasen la navidad llorando.
ResponderEliminarFelices fiestas.
¡Feliz navidad!
ResponderEliminarFELICES FIESTAS,QUE TE LO PASES GENIAL EN ESTAS FECHAS...
ResponderEliminarSALUDOS NAVIDEÑOS
QUE MIEDO...JA,JA,JA
¡Feliz Navidad! Es que Papá Noel no se puede alimentar sólo de leche y galletas, necesita algo de carne, ¡¡qué hace mucho frío!! El año que viene seguro que aprenden la lección ¡y le ponen una buena pata de cordero! ;)
ResponderEliminarFELIZ NAVIDAD :D
ResponderEliminarLo mismo te deseo, Gárgola: sí, cuidado con Papá Noel, pues yo sigo por si acaso el consejo de un personaje de una novela de Paul Auster: "nunca te fíes de alguien vestido de rojo". Un abrazo.
ResponderEliminarHola, Licantropunk: he pensado que un relato inquietante quedaría bien en estas fiestas tan almibaradas. Muy Feliz Año. Borgo.
ResponderEliminarFeliz Navidad, Sr. Nocivo. Tengo en mente dedicarle pronto alguna entradilla. Mientras tanto que pase unas sofisticadas fiestas con el mejor champagne y turrón. Borgo.
ResponderEliminarGracias, Lázaro. Un poquito de miedo siempre viene bien en estas fechas pues es sabido la cantidad de películas con Papá Noel psicópata. Muy Felices Fiestas. Borgo.
ResponderEliminarFelices Fiestas, Gelen. Esta es la moraleja: hay que alimentar bien a Papá Noel que con la crisis debe andar un pelín desnutrido. Yo por si acaso no pierdo de vista a mi gato. Saludos. Borgo.
ResponderEliminarLo mismo digo, Cinemagnific. A ver buen cine, divertirse y comer y beber bien en estas fechas navideñas. Saludos. Borgo.
ResponderEliminarParece ser que en el Polo Norte se pasa mucha hambre.Habrá que tener cuidado, por si se pasa a la degustación de piezas mayores. ¡Páselo usted bien, querido amigo!
ResponderEliminarLo mismo le deseo, Cahiers: supongo que en Laponia el pobre Papá Noel debe acabar harto del bistec de reno, yo no me fío de alguien que se te mete en casa por la chimenea. Un abrazo, Cahiers. Borgo.
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ResponderEliminarFeliz Navidad para Miquel y todos sus lectores!
ResponderEliminarEl relato me hizo acordar a la leyenda ésa de la nena que se dejaba lamer los dedos por su perro que estaba abajo de la cama...en este caso también la víctima fue el pobre perro.Los perros en las leyendas urbanas son como el mejor amigo negro de las películas de acción,parece...
Hola, Chocolat: pues no, del perro ni rastro. Seguro que el gordo de Papá Noel venía con hambre. Ahora miro lo del wok. Saludos. Borgo.
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