Dedicado a Alimaña y su blog.
The Revenge of the Gangbang Zombies dirigido por Jonathan Morgan es una de las últimas muestras de esa moda reciente de falsos trailers sobre películas inexistentes. En este corto unos temibles zombis muy salidos acorralan a una pareja. No se pierdan la manera de matar el tiempo que tienen los protagonistas al verse sitiados en una granja.
Me ha parecido un momento oportuno para rescatar el también falso tráiler The Diary of Anne Frank of the Dead que ya publiqué en este blog en julio del pasado año. El escondrijo holandés de Ana Frank es asaltado por zombis… ¡que además son nazis! Impagable la escena final con un zombi que es clavadito a Aznar.
sábado, 28 de agosto de 2010
CURIOSO ENCARGO
De vez en cuando me encargan algunos trabajillos originales. Una amiga que trabaja en un bar de copas me ha encargado el diseño de esta camiseta. El motivo es que está harta de que los parroquianos claven sus miradas en sus turgentes pechos. Si alguna seguidora de este blog tiene algún problema similar en su trabajo y quiere encargarme una de esas camisetas ningún problema, me pongo a hacer camisetas con mucho gusto.
martes, 24 de agosto de 2010
LA TABERNA DE LOS HOMBRES INVISIBLES
Ya es la una del mediodía –hora de comer en Dublín- y una lluvia fina y persistente me impulsa a entrar en un pub de Talbot Street. Pido el Ulises Lunch que anuncian en una pizarra: steak and kidney pie (pastel de riñones) y una pinta de Guinness. Al principio creo ser el único cliente del local hasta que me fijo en algo que me intriga: tres mesas con varias jarras de cerveza más o menos llenas pero ningún cliente a la vista. Parece una tertulia de hombres invisibles. Al notar mi vacilante inglés el encargado me pregunta de dónde soy, cuando le respondo me extiende una mano: “Me llamo David, soy de Jaén pero vivo aquí desde niño”. Su castellano tiene un deje curioso, me recuerda al Oliver Hardy de las películas dobladas. Le pregunto por las jarras aparentemente abandonadas. David sonríe y señala una puerta acristalada:
-Están todos ahí fuera fumando –.Veo un grupo apretujado bajo una cornisa a salvo de la lluvia. Uno de ellos apura el cigarrillo y entra en el pub, agarra su pinta y se la bebe de un trago -. Con este clima puedes dejar un rato la cerveza sin que se caliente demasiado – dice David.
Claro. Ahora recuerdo que Irlanda fue el primer país europeo que prohibió fumar en los bares. Cuando David me trae la pinta y el plato de riñones me dice con mirada maliciosa:
-Y en España se os acaba el chollo. Creo que a partir del año que viene también allí van a prohibir fumar en los bares.
Hice bien en dejar de fumar. Corren malos tiempos para los adictos a la nicotina. A partir del 2011 habrán muchos hombres invisibles en los bares de por aquí.
Este dibujo es un apunte que hice de una pareja en el pub. Él parecía salido de una película de Stephen Frears y ella la Angela Lansbury de Se ha escrito un crimen.
sábado, 14 de agosto de 2010
MINI VACACIONES EN BORGO
Estas son las dos últimas portadas que los ingleses me han encargado, se toman un descanso hasta mediados de septiembre. Po cierto, muy buena la recopilación de relatos de Conan Doyle Lote nº 249. Este cuento fue publicado aquí por Editorial Valdemar, el protagonista es un estudiante que adquiere en una subasta un lote consistente en una momia.
Bueno, pues he decidido imitar a los british y me tomo una semanita de vacaciones -no es mucho, pero los tiempos no están para tirar cohetes-, durante unos días me voy a patear Dublín, a ver si hay suerte y me encuentro al espectro de Bram Stoker deambulando por el Trinity College y nos tomamos unas pintas.
Abrazos, besoa y mordiscos. Les dejo de momento con un veraniego tema de los Hondell. Hasta pronto.
jueves, 12 de agosto de 2010
TORTURAS MUSICALES
Es sabido que en las prisiones del ejército USA en Guantánamo y Abu Grahib se tortura a los prisioneros haciéndoles escuchar la misma canción durante horas a gran volumen y en una celda a oscuras. Entre el repertorio de tortura sicológica destaca I Love You por ser la canción más frecuentemente empleada con este fin. Los militares eligieron la versión interpretada por Barney, protagonista de la serie infantil Barney and Friends que se emite desde 1992, lo que pone de manifiesto el retorcido sentido del humor de esos guardianes. Barney es un tiranosaurio morado al que le gustan mucho los niños, pero no se los come pues solo se alimenta de sandwiches de mantequilla de cacahuete con jalea (puaajjj) y cada uno de los episodios suele terminar con la canción de marras. Después de oír este engendro ininterrumpidamente durante días seguro que hasta el más curtido de los talibanes acaba tarumba perdido. Por cierto que entre las canciones usadas en las sesiones de tortura hay temas tan dispares como Losing my Religion de los REM y Is Not Unusual de Tom Jones.
La tortura musical ha sido empleada en muchas ocasiones. En la batalla de Waterloo los jaeguers prusianos se pasaban toda la noche soplando sus cuernos de caza para no dejar dormir a los húsares enemigos. En la película Lili Marlen de Fassbinder la Gestapo obligaba a un prisionero a oír una y otra vez la famosa canción. Anacleto, el agente secreto de Vázquez, conseguía doblegar a un sospechoso encerrándolo en una habitación y con el disco Dónde estará mi carro sonando sin parar. Incluso la comedia Uno, dos, tres del genial Billy Wilder muestra una escena con Horst Buchholz torturado por la policía de Berlín Este al ritmo de Risi Bisi, una popular canción alemana de la posguerra.
lunes, 9 de agosto de 2010
DONALD SUTHERLAND Y LAS LATAS DE CERVEZA
Acabo de leer que Donald Sutherland ha cumplido 75 años. Nació en 1935, el año en que aparecía la primera cerveza enlatada. Eran de la marca Krueger –bonito el diseño ¿eh? con ese camararo con forma de K- y no llevaban anilla, se abrían con un abrelatas. ¿Y que tendrá que ver el actor canadiense con las latas de birra? se preguntarán… bueno, es otra de mis raras asociaciones de ideas:
En una entrevista que ha concedido para un semanario Sutherland (que inició su carrera con el film italiano de terror El castillo de los muertos vivientes con Christopher Lee) declara cual fue el mayor error de su vida: cuando en 1978 participaba en Animal House (aquí conocida como Desmadre a la americana) le propusieron cobrar un porcentaje de lo recaudado en taquilla. El actor decidió cobrar su sueldo habitual pues no confiaba en absoluto en el éxito de la película. Animal House se convirtió en una de las diez películas más rentables de la historia y Sutherland –famoso también por su tacañería- se da de cabezazos contra la pared cada vez que lo recuerda.
Una de las escenas más recordadas de esa película es cuando John Belushi, tras beberse una lata de cerveza, la chafa de un manotazo contra su frente. Animal House está ambientada en 1962 y eso era por entonces imposible pues las latas eran de acero (el aluminio se empleó a partir de 1968) y Belushi hubiera quedado con la cabeza abollada de darse realmente ese manotazo. Eso sí: este gesto se hizo tan popular que en su programa televisivo Sathurday Night Live, Belushi empezaba siempre su número aplastando una lata de cerveza –marca Miller, la patrocinadora- en la frente de un sonoro manotazo. Lástima que Belushi - mi añorado Elwood de los Blues Brothers- no pueda cumplir también su 75 aniversario.
jueves, 5 de agosto de 2010
TERROR AÑOS 70
No sé porqué, pero sé que vendrá. Suenan tres golpes en la puerta. Al otro lado aguarda una criatura que parece un cadavérico cruce entre Georgie Dann e Iggy Pop. Se presenta:
-Soy el Espíritu del Terror de los años 70.
Pongo música apropiada –Rasputín de Boney M- y le ofrezco un whisky.
-Soy más bien de sustancias ilegales –dice mientras lía un porro con dedos sarmentosos-. Oye, Borgo: tú entraste en mi década a los nueve años y saliste a los diecinueve. Tengo entendido de que eras un fan de las películas de terror.
-Bueno, yo aún conocí los cines de reestreno y me curtí con mis amigos en programas dobles, algunos bastante demenciales. Nos gustaban las películas de Paul Naschy que podían ser más o menos malas pero nunca aburrían… aunque las delicatesen eran las producciones Hammer. Disfrutaba como un enano sobre todo si salían Christopher Lee o Peter Cushing. Ahora tengo varias en DVD y paso buenos ratos viéndolas.
-¿Y cuáles son tus Hammer preferidas de los 70?
-Cualquiera con Christopher Lee como Drácula, y eso que Drácula 73 era malísima, pero Lee me sigue pareciendo el mejor Drácula del cine. También me gustan Cronos, cazador de vampiros y Frankenstein y el monstruo del infierno. Recuerdo una simpática: Cuando los dinosáurios dominaban la Tierra ¡hablada en troglodita! El día que la estrenaron en el cine Capitol un programa humorístico de la radio dijo que a los veinte primeros espectadores les regalarían un diccionario Español-Troglodita y muchos picaron. Delante de la taquilla un grupo de espectadores reclamaba a gritos su diccionario.
-¿Recuerdas alguna sesión memorable? –me pregunta el Espíritu pasándome el canuto.
-“No profanar el sueño de los muertos” en un cine al aire libre de Benidorm el verano del 75. ¡Benidorm era un sitio alucinante en los 70! Como si estuviera preparado, un murciélago se posó sobre la pantalla justo al empezar la proyección. Se les coló una copia sin censurar y el público alucinó cuando los zombis destripan en vivo a una actriz ¡Además se le veía una teta! A la salida dos grises (policías) aguardaban al dueño de la sala, no sé si por las tripas o por la teta.
A los catorce años me dejaron ir a una sesión golfa en un cine muy cerca de casa: La matanza de Texas. Me senté al lado de una pareja. Cuando aparece por primera vez Leatherface y asesta un golpe a su víctima con una maza de matarife se oyeron dos gritos: la chica había clavado sus uñas en el antebrazo de su novio… y el mío. Esto me dio la idea para mi relato Tres espectadores que puse en mi blog en octubre.
-Catorce años… ¿No tenías problemas para entrar en los cines, Borgo?
-Casi nunca, era más bien alto para mi edad y tenía un rastro de algo parecido a barba. La taquillera del cine ABC –la más borde de Barcelona- no me dejó entrar a ver El Exorcista. Solución: después de una semana sin afeitarme la vi en otro cine. Uf, qué mal me lo hizo pasar Linda Blair.
-¿Quieres destacar alguna película de mi época?
-Una poco conocida: La leyenda de la Mansión del Infierno. Magnífica. Cuando supe que se basaba en la novela de un tal Richard Matheson fui persiguiendo todo lo que aquí había publicado. Quién me iba a decir que un día ilustraría la portada de su novela más famosa: Soy leyenda.
-Supongo que tu vocación de pintamonas viene de los cómics de entonces.
-¡Vampus, Rufus, Vampirella…! Los editaba Ibero Mundial Ediciones. Un día, echándole morro, me presenté en la sede de la calle Cerinyola. Les dije que quería ser dibujante y si, por favor, me dejaban ver la editorial. Fueron muy amables. Me enseñaron unos originales de Pepe González. Cuando les pregunté porque tardaba tanto en salir el próximo número de Vampus –el 21- me dijeron que estaba retenido por la censura y me regalaron un ejemplar. “No digas a nadie que te lo hemos dado nosotros”. Aún lo guardo.
- Más películas, Borgo. Que había mucho de bueno en mi década.
-La Profecía. Cuando la encuentro por casualidad en televisión me digo: “La veré un ratito”, pero no puedo dejarla hasta el final. El abominable Dr. Phibes. También Alien, claro, y…
Interrumpo mi lista al ver que el Espíritu mira furtivamente hacia la ventana mientras se rasca la entrepierna de sus pantalones acampanados.
-Ha sido un placer, Borgo, pero debo irme. El gallo ha cantado y el caballo ha relinchado.
-Estamos en el centro de Barcelona, no puedes haber oído nada de eso. –Pero ya vuelvo a estar solo en la habitación. El Espíritu me ha dejado un dulzón perfume de sándalo y un canuto humeando en el cenicero. Decido dar una última calada pinchando la colilla con una aguja, como en los viejos tiempos. Pongo música de nuevo: El Año del Gato, de Al Stewart.
domingo, 1 de agosto de 2010
SPLICE: EN EL QUINTO PINO
Estoy cabreado. Esperaba impaciente la llegada de Splice, de Vincenzo Natali - el director de la magnífica Cube- producida por Guillermo del Toro. En Barcelona se ha estrenado en los cines Diagonal Mar, Heron City, La Maquinista y Lauren Sant Andreu; estas cuatro salas tienen algo en común y es que todas están donde Cristo perdió el gorro, tres de ellas en centros comerciales.
Esto me ha recordado a los Simpson. Cuando la Familia Amarilla quiere ir de compras o ver una película tiene que subir al coche y hacer kilómetros hasta en centro comercial de Springfield donde tienen el cine y comercios como el Zurdorium de Flanders y el despacho del incompetente abogado Lionel Hutz. Yo preferiría que Barcelona fuera una capital de estilo europeo con cines en cada barrio pero me temo que va camino de convertirse en una réplica de Springfield -sin los Simpson- donde haya que ir al quinto pino para ver los estrenos en los Mall, sobre todo si siguen cerrando los cines del centro, como el Rex.
También me huelo que la gente que no tenga vehículo própio -como es mi caso- preferirá bajarse las películas por internet facilitando el cierre de las salas que aún quedan fuera de los centros comerciales. En fín, un circulo vicioso.