martes, 3 de noviembre de 2009
PEDRO PÁRAMO
2 de noviembre, Día de los difuntos, no podían haber elegido un mejor día para encargarme esta portada. En el fantasmal pueblo de Comala seguro que cada día es la festividad de los difuntos. Me gusta mucho este momento en el que Juan Preciado está cruzando el pueblo junto a Damiana:
“-Este pueblo está lleno de ecos –dijo Damiana Cisneros-. Cuando caminas oyes pisadas, crujidos y risas. Yo ya no me espanto. En días de aire se oye aullar a los perros y se ve el viento arrastrando hojas de árboles, cuando aquí no hay árboles. A propósito, ¿qué es de tu madre?
-Murió –dije-. Quizá usted debió saberlo.
-¿Y por qué iba yo a saberlo? Hace años que no sé nada.
-Entonces ¿cómo es que dio usted conmigo?
-…
¿Está usted viva, Damiana? ¡Damiana!
Y me encontré de pronto solo en aquellas calles vacías. Me contestó el eco: ¡…ana…ana!
Decido celebrar la portada con un cóctel de tequila, claro está, un Tequini: llenar medio vaso mezclador con hielo. Echar 45 ml de tequila blanco y 15 ml de vermut seco. Añadir un golpe de Angostura y remover. Verter en una copa de Martini helada a la que antes hemos frotado los bordes con una cáscara de limón.
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