jueves, 16 de julio de 2009

VISITE NUESTRO BAR


Ay, qué tiempos aquellos cuando en nuestros cines mostraban anuncios como este. Entonces los bares de las salas cinematográficas eran como bares de verdad; donde uno se podía tomar su carajillo de Soberano, su sol y sombra o un gin tonic. También se ha perdido la simpática costumbre de anunciar con un timbrazo cuando faltaban cinco minutos para iniciar la proyección –dos timbrazos, un minuto- como en el café de la Opera. Ahora, con el arrollador avance de las multisalas y la condenada globalización todos los abrevaderos de los cines son iguales: con su tufo a palomitas y sus enormes vasos familiares de coca cola aguada. Anuncian la próxima apertura de una cadena de cines en Cornellà que disponen de ese repugnante invento que había visto en las películas americanas: un dispensador que vierte mantequilla derretida sobre las palomitas. Puajjj! ¿Es que la Brigada Anticolesterol no piensa intervenir? Y ahora vuelven a comentar lo de prohibir traerse comida a los cines. Al menos no han dicho nada sobre la bebida. Pienso seriamente en traerme un termo con Dry Martini helado para hacer más llevaderos los bodrios que los padres abnegados soportamos por nuestros hijos como la Ice Age -3 o la última de la Pantera rosa protagonizada por Steve Martin…aún tengo sudores fríos cuando la recuerdo.

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