¡Carta sobre la mesa, pesa! Solía canturrear un amigo mío cuando en algunas partidas de póker o de 51 alguien ponía sobre el tapete una carta equivocada. Al famoso Wild Bill Hickock, explorador, pistolero, sheriff y jugador profesional, se le desparramaron las cartas –y los sesos- sobre la mesa cuando recibió un tiro en la nuca mientras jugaba una partida de póker en un salón de Deadwood, Dakota, el 2 de agosto de 1876.
Alguien que quería satisfacer su curiosidad echó una mirada al juego que Wild Bill tenía en la mano en ese momento: doble pareja de ases y nueves. Desde entonces ese juego se conoce con el nombre de La mano del hombre muerto.
La verdad es que es bastante fastidioso que uno de tus compañeros de juego te deje colgado en mitad de la partida –sobre todo si tienes buena racha- así que quizás los que en aquel momento se estaban jugando los cuartos con Wild Bill tomaron una decisión parecida a esta:
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